AGRICULTURA BIODINÁMICA: el preparado de boñiga (500).

<<Para cada enfermedad humana, en algún lugar del mundo existe una planta que es la cura>>. Rudolf Steiner.

La Agricultura Biodinámica muestra a esta como una actividad esencial para el ser humano en la cual la vitalidad es la prioridad. Su origen se encuentra en el ciclo de conferencias impartidas por Rudolf Steiner en 1924. Esta práctica devuelve a la tierra más de lo que se le extrae con el cultivo y cría de animales. La finca es considerada como el centro neurálgico (nervus centrum) en el que las plantas, los animales y los seres humanos están comunicados vitalmente entre sí. La diferencia más significativa es que la agricultura biodinámica trabaja con las energías vitales de la naturaleza y no solamente con las necesidades materiales.

LOS PREPARADOS BIODINÁMICOS.

EL PREPARADO DE BOÑIGA 500.

CONSERVACIÓN.

EL AGUA.

DINAMIZACIÓN.

EMPLEO DEL PREPARADO DE BOÑIGA 500.

EL PREPARADO DE BOÑIGA 500 P Y EL 500 REFORZADO.

PROPIEDADES DEL PREPARADO DE BOÑIGA.

LOS PREPARADOS BIODINÁMICOS.

Los preparados biodinámicos fueron definidos por Rudolf Steiner como EL CORAZÓN DEL MÉTODO BIODINÁMICO y fueron desarrollados por este en 1924 después de impartir un curso titulado “Principios para el desarrollo de la agricultura basados en la Ciencia Espiritual”. Su numeración data de 1928 y se hizo para que pasaran inadvertidos. Steiner define a la empresa agrícola como un organismo cuyos órganos son la tierra, la planta, el animal y el ser humano; todos estos órganos a su vez forman parte del universo ordenado. Mirar lo que dijo Steiner hace ya casi un siglo: “La humanidad no tiene otra elección; o aprende nuevamente algo en los diversos campos en conexión con el mundo o deja que la naturaleza y la vida humana degeneren y vayan muriendo”. El fin de la agricultura biodinámica es activar las principales cualidades del lugar y para ello los preparados biodinámicos juegan un papel muy importante. Estos preparados, a ser posible, deben elaborarse en la propia granja y con materiales procedentes de ella, o a lo sumo de fincas colindantes que practiquen la biodinámica. Los preparados biodinámicos no vienen a sustituir al abonado sino a proporcionar fuerzas telúricas y cósmicas a la planta con el fin de que se convierta en un órgano sensitivo de la tierra. Para elaborara correctamente los preparados biodinámicos necesitamos usar como recipientes a órganos de diversos animales, ya no como fuente de nutrientes si no como colaborador en la fermentación; lo ideal es que estos órganos provengan de la propia finca o de fincas vecinas que también practiquen agricultura biodinámica.

EL PREPARADO DE BOÑIGA 500.

Cuando se digiere una planta se descomponen las sustancias creadas por esta durante su ciclo de vida, liberándose, aparte de las sustancias antes mencionadas, energías y fuerzas. En el caso de los animales y a diferencia del ser humano, estos no necesitan las fuerzas para formar la conciencia; al contrario, las liberan. En el caso de los rumiantes y en particular de la vaca, tienen un solo estómago dividido en cuatro estructuras: rumen, retículo, omaso y abomaso, y en cada una de las cuales se desarrolla una fase del proceso digestivo. La longitud del intestino es de 40 a 45 metros. Todo esto hace que sus excrementos sean un valioso abono.

El crecimiento de la planta es un reflejo de la respiración de la tierra; en primavera exhala y en otoño inhala. La planta toma las sustancias del aire y de la tierra y las transforma en sustancias que favorecen la vida con ayuda de las fuerzas cósmicas; la vaca las revitaliza con su digestión y al enterrarlas las enriquecemos cósmicamente. Este es el fundamento del preparado biodinámico 500.

Para su preparación necesitamos cuernos de vaca que no estén dañados y estiércol de vaca preñada compacto y bien formado; el mejor estiércol es de aquellos animales que se han alimentado a cielo abierto pastando y con suplementos de paja o heno. No se recomienda el estiércol de vacas alimentadas con ensilado ni con hojas de remolacha. El estiércol se debe recoger en fresco antes de que se mezcle con la paja y deberemos llenar los cuernos y enterrarlos antes de dos días desde su recolección. Los cuernos tienen que ser de vacas de la región y que hayan tenido varios partos. El cuerno de vaca es pesado, con la pared gruesa, alargado y retorcido; la punta es compacta. Se diferencian de los de toro y buey, que no sirven, en que los de vaca tienen unos anillos en su base y esto aparece con los partos, ya que durante el parto y el inicio de la lactancia de la cría el cuerno crece más en longitud que en anchura. Antes de usarlos les tenemos que sacar el hueso interno y para eso los meteremos en un saco de plástico y los dejaremos al sol y antes de 2 semanas el cuerno se desprende del hueso; no debemos hervirlos ni dañarlos. Una vez los cuernos listos el llenado se debe hacer con la boñiga fresca y usando una cuchara, no dejando ningún espacio con aire.

Preparado de boñiga
Preparado de boñiga

Los cuernos rellenos de boñiga fresca los enterraremos en una tierra con un buen contenido en humus y a una profundidad de 30-50 cm. Evitaremos las zonas encharcadizas, con raíces y con sombras de árboles o arbustos. Evitaremos también los muros, las zanjas y los caminos y si hacemos varios hoyos los separaremos como mínimo 50 metros. Para evitar la entrada de agua a los cuernos estos se posicionan en el hoyo con la abertura hacia abajo. El cuerno tiene que estar totalmente rodeado de tierra. El enterrado se hace a primeros de otoño y se desentierra en primavera. El resultado tiene que ser un producto húmedo, de textura muy fina y flexible, de color marrón oscuro y sin olor o como mucho un ligero olor a humus.

CONSERVACIÓN.

El preparado de boñiga es un producto vivo que debe conservarse en perfecto estado para garantizar sus propiedades. El preparado debe conservarse en un recipiente de vidrio, cerámica o gres esmaltado, pero sin plomo; no valen las alfarerías cocidas con barnices metálicos ni macetas que transpiren. El recipiente debe tener agujeros de drenaje y descansará sobre un plato de material no poroso. El recipiente lo taparemos con una placa de madera de manera que pueda respirar. Todo el conjunto se introduce en una caja de madera con un grosor de pared de 6-8 cm; la caja se rellena con turba rubia seca o musgo sphagnum de manera que rodee al recipiente. Vigilaremos el preparado regularmente para evitar que se humedezca; si esto ocurriese lo tendríamos que extender sin que le dé el sol para su secado; si por el contrario vemos que se seca en exceso lo pulverizaremos con agua de lluvia u otra de buena calidad y blanda. Si aparecen lombrices rojas no debemos asustarnos; solo si estas proliferan en exceso tendremos que quitarlas.

Caja para conservar el preparado de boñiga
Caja para conservar el preparado de boñiga

EL AGUA.

La mejor agua es la de lluvia y solo la recogeremos de tejados de pizarra, chapa de acero, cinc o cobre. La primera agua la tiraremos ya que es el agua de lavado de los tejados. La podemos almacenar en depósitos de acero inoxidable. Si no tenemos la posibilidad de almacenar agua de lluvia usaremos un agua de buena calidad y blanda. Se denomina dureza del agua a la concentración de compuestos minerales que hay en una determinada cantidad de agua, en particular sales de magnesio y calcio. El agua denominada comúnmente como “dura” tiene una elevada concentración de dichas sales y el agua “blanda” las contiene en muy poca cantidad. La unidad de medida de la dureza que se utiliza más habitualmente son los grados hidrométricos franceses (º H F), y el cálculo de este parámetro responde a la siguiente fórmula: (mg/l Ca x 2.5 + mg/l Mg x 4.2) /10

Clasificación de la dureza del agua (º H F): < 7 agua muy blanda

7-14 agua blanda

14-32 agua de dureza intermedia

32-54 agua dura

> 54 agua muy dura

El agua de la red general contiene cloro y no es la más ideal, pero si no disponemos de otra deberemos ponerla en un recipiente abierto al sol y dinamizarla brevemente de vez en cuando. Lo mismo haremos con el agua de pozo. El pH idóneo es inferior a 7 pero no podemos usar productos para acidificarla. Otro aspecto a tener en cuenta es la temperatura del agua; el agua tiene que estar tibia, pero no puede superar los 37ºC y para subirle la temperatura solo podemos usar leña o gas, ni electricidad ni gasoil.

DINAMIZACIÓN.

Usaremos un recipiente limpio que no haya contenido productos químicos que puede ser de cobre, gres esmaltado sin plomo o de acero inoxidable. Los contornos redondeados favorecen la dinamización. Los recipientes deben ser más altos que anchos y la relación altura/anchura más apropiada es de 1,4/1 y su volumen será el doble de la cantidad de agua a dinamizar. Las dosis para una hectárea son 25-35 litros de agua y 100 gramos de preparado de boñiga. Para parcelas pequeñas las dosis por 1.000 m2 son 5 litros de agua y 10 gramos de preparado de boñiga. Desmenuzaremos el preparado sobre el agua y empezaremos con la dinamización; esta tiene que ser enérgica sin salpicaduras de agua y el vórtice tiene que ser lo más profundo posible, ideal si llega al fondo del recipiente. El tiempo de dinamización es de una hora. Nunca dinamizaremos en el interior de un edificio si no al aire libre y alejados de estos.

Agua en dinamización
Agua en dinamización
Forma correcta de dinamización del agua
Forma correcta de dinamización del agua

EMPLEO DEL PREPARADO DE BOÑIGA 500.

El preparado de boñiga se debe de aplicar al menos dos veces al año, en octubre y en abril, siempre antes de que la actividad biológica de la tierra alcance su máximo. Estas fechas son para una latitud como en la que me encuentro; en sitios más fríos nos iríamos a septiembre incluso agosto para la aplicación de otoño y mayo en incluso junio para la aplicación de primavera. Así mismo en sitios más cálidos nos iríamos a marzo y a noviembre.

Si lo que tenemos es un prado para forraje, como un campo de alfalfa, haremos una primera aplicación en cuanto se muestre la primavera y otra después del corte.

Si tenemos que enterrar restos de poda o de plantas que vamos a incorporar a la tierra en verde lo haremos justo después de la trituración.

En cereales se aplicará justo antes o después de la siembra y luego en primavera.

En hortícolas una aplicación en el trasplante y según el ciclo se pueden hacer otras dos.

En cultivos leñosos una aplicación en primavera y otra en otoño.

La aplicación foliar de este preparado puede conducir a la aparición de enfermedades fúngicas si no lo complementamos con el preparado de sílice (501). En tierras en las que se ha aplicado glifosato pueden pasar hasta tres años hasta que apreciemos los resultados. El momento ideal de aplicación es por la tarde un par de horas antes de que se ponga el sol, en fase de luna menguante y en “día raíz”; es día raíz cuando la luna está en una constelación de tierra (Tauro, Virgo o Capricornio). La planta da prioridad a las raíces. Las condiciones idóneas es un día de cielo parcialmente cubierto, sin viento y no demasiado caluroso. No lo aplicaremos si hay previsión de lluvias o de helada nocturna.

La forma de aplicación es mediante pulverización foliar sobre el suelo o sobre la planta inmediatamente después de su dinamización (como máximo pueden pasar dos horas entre la dinamización y la aplicación); una vez dinamizada procedemos a su filtrado fino para evitar la obstrucción de las boquillas y no alargar el periodo de tiempo entre la dinamización y la aplicación. El tamaño de gota debe de ser mediano (presión de 0,5 a 1 bar). Debemos evitar aplicarlo durante la labranza de la tierra o durante la siembra. Lo más indicado son mochilas de cobre que solo se han usado para la aplicación de preparados biodinámicos o en su defecto depósitos de metal esmaltado.

Pulverizador para el preparado de boñiga
Pulverizador para el preparado de boñiga

EL PREPARADO DE BOÑIGA 500 P Y EL 500 URTICA.

Estos preparados son un refuerzo del preparado 500; el preparado 500 P es igual que el 500 pero lleva incorporados los 6 preparados que se añaden al compost (502 a 507): el preparado de milenrama, el de manzanilla, el de ortiga, el de corteza de roble, el de diente de león y el de valeriana.

El preparado 500 urtica consiste en cuadriplicar la dosis del preparado 400-480 gramos/ha. a la cual se añade una infusión de ortiga (100 g en 3,5 litros de agua); se lleva a ebullición la ortiga y se apaga el fuego dejando macerar de 12 a 24 horas. Luego completamos con agua hasta los 35 litros, añadimos 400 a 480 gramos de preparado de boñiga y dinamizamos.

PROPIEDADES DEL PREPARADO DE BOÑIGA.

  • Es un potenciador de la actividad microbiana y de la humificación.
  • Regula el pH de la tierra, moderando los excesos de acidez y alcalinidad.
  • Potencia la germinación de las semillas.
  • Es un estimulador del sistema radicular.
  • Atenúa los efectos de las sales.
  • En las leguminosas favorece la nodulación.