La permacultura es una tendencia que hoy en día no solo involucra a la agricultura sino también al ámbito político y social de todo el mundo.
Introducción a la permacultura
Antecedentes
El concepto de Permacultura viene de la fusión de los términos ingleses permanent agriculture (agricultura permanente) y aparece por primera vez a mediados de la década de los 70 del siglo XX de la mano del profesor de la escuela de diseño ambiental de Hobart (Tasmania) Bill Mollison y su alumno David Holmgren. Este concepto venía basado en la filosofía de la agricultura natural de Masanobu Fukuoka el cual estaba convencido de que una menor intervención del agricultor en la tierra podía producir como mínimo lo mismo que haciendo las prácticas convencionales. Este objetivo lo llevo a cabo en su granja de Kochi, en la isla de Shikoku; haciendo una agricultura de mínimo impacto sin el empleo de maquinaria, combustibles fósiles, productos químicos, etc. consiguió obtener un rendimiento igual o mayor que el de cualquiera de las granjas más productivas de Japón sin contaminar y mejorando la fertilidad de la tierra.
Fitopatólogo del Departamento de Aduanas de Yokohama en la década de los años 30 del siglo XX y a los 25 años sufre una neumonía que le lleva a abandonar su trabajo en la administración japonesa y a recluirse en una granja familiar e inicia sus investigaciones. Pero es en la década de los 70 cuando, tras surgir la primera crisis del petróleo en Japón y coincidiendo con la publicación de su libro “La revolución de una brizna de paja”, surge la necesidad de buscar una manera alternativa de trabajar y Fukoka la tenía.

¿Qué es la permacultura?
La permacultura se define como un sistema de diseño el cual imita los patrones de la naturaleza y donde se busca trabajar a favor de la aparición de patrones ecosistémicos sostenibles permitiendo al mismo autoperpetuarse. La Permacultura busca intensificar los diseños disminuyendo el trabajo repetitivo, fortaleciendo las interacciones entre los elementos que integran el sistema y propiciando la sinergia de estas interacciones.
Todo esto se puede resumir con la siguiente frase: “pensar 100 horas es mucho más provechoso que, por el contrario, trabajar 100 y pensar una” (Gras, 2010: 30). La permacultura pretende dejar operar al sistema por sí mismo, utilizando el tiempo y los recursos más en la observación y en la manifestación de patrones ecológicos para que la intervención del trabajo sea en el lugar y en el momento oportuno, traduciéndose en mayores rendimientos con menos esfuerzos.
Una de las principales cualidades de la permacultura es la utilización de los beneficios o cualidades de las plantas y animales combinadas con los materiales naturales de la localidad como es el suelo, con la finalidad de generar un sistema autosuficiente en el menor espacio posible. La permacultura busca generar estilos de vida que sean autosuficientes e independientes, generando sus propios recursos humanos para la supervivencia sin afectar a los ecosistema donde nos encontremos.
Principios éticos de la permacultura
Los principios básicos de la permacultura son tres:
- El cuidado de la tierra. No es más que realizar un uso y manejo responsable de los recursos. Para poder hacer sostenible un diseño de permacultura se tienen que integrar con una perspectiva a largo plazo los ciclos de los materiales y los flujos energéticos, para apoyar los sistemas fundamentales que sostienen la vida y esto incluye el mantenimiento de un suelo vivo.
- El cuidado de las personas. Todos los seres humanos deben tener el mismo derecho y acceso a los recursos básicos y a los conocimientos y esto solo se consigue llegando a un equilibrio entre las necesidades individuales y las necesidades de la comunidad.
- Distribución equitativa de la producción y los conocimientos. Este tercer principio enfrenta a la dimensión económica con la sostenibilidad y establece no solo un límite razonable al crecimiento demográfico sino también promueve la reducción del consumismo desmedido, un comportamiento que se ha transformado en una patología de nuestros tiempos y por otra parte el tratar de lograr que no se siga incrementando más la población mundial en una forma exponencial.
