La poda aparece como una práctica artística de darle forma a los árboles frutales; posteriormente se consolida como una manera de equilibrar la capacidad vegetativa y reproductiva de nuestros frutales. Y es últimamente, con la escasez de mano de obra, cuando se ha convertido en la forma de adaptar las plantaciones a la mecanización.

La poda de los árboles frutales: principios básicos.

Concepto de poda.

Aspectos fisiológicos de la poda.

Criterios de poda.

Concepto de poda.

La poda es el conjunto de acciones que se hacen sobre el árbol con los siguientes fines:

  • Influir en la floración, tanto en el momento en el que se produce como en la intensidad de esta.
  • Influir en el número y/o calibre de los frutos.
  • Diseñar cierta estructura ornamental de la planta.
  • Determinar el porcentaje de sombra que proyecta sobre el suelo.
  • Diseñar el árbol de manera que la superficie foliar reciba la máxima luz solar.
  • Adaptar la planta a las condiciones meteorológicas de la zona.
  • Eliminar zonas o partes dañadas o muertas.

Actualmente el principal objetivo que se persigue con la poda es encontrar el adecuado balance entre las fuerzas vegetativas y fructificativas de la planta, y sobre todo y debido a la falta de mano de obra que sufre la agricultura, adaptar las fincas a la mecanización del cultivo lo máximo posible.

Todo esto se consigue mediante el control, del número de ramas, ángulo de inserción de estas con el tronco, orientación y longitud. Llegados a este punto podemos definir a la poda como la eliminación de parte de las ramas del árbol.

Poda severa.
Poda severa.

Los efectos de la poda se pueden ver desde dos aspectos:

  • A corto plazo, cuando eliminamos una proporción de la parte aérea del árbol se produce un desequilibrio entre parte aérea y sistema radicular a favor de este último por lo que la respuesta de la planta es un crecimiento vegetativo en proporción a la magnitud de la superficie foliar eliminada (a mayor poda mayor crecimiento vegetativo).
  • A largo plazo se produce una disminución generalizada de la planta ya que el crecimiento vegetativo que se produce a corto plazo tal y como hemos visto en el punto anterior, conlleva un posterior estancamiento en el normal desarrollo del sistema radicular. Este es el principio básico del cultivo de los bonsáis; realizar continuas podas, tanto de la parte aérea como de la parte radicular con el fin de que la actuación sobre la parte aérea afecte sobre el sistema radicular y viceversa.

En resumidas cuentas, una poda severa favorece un fuerte crecimiento vegetativo en detrimento del crecimiento de la raíz, pero una poda suave estimula el desarrollo radicular.

 Sistema de emparrado en frutales.
Sistema de emparrado en frutales.

Aspectos fisiológicos.

  1. La poda reiterada en árboles jóvenes retrasa su entrada en producción.
  2. Cuando cortamos una rama o parte de ella, la fuerza de bombeo de la raíz a través del xilema es proporcional al diámetro de la rama cortada produciéndose una salida de savia bruta; una vez cicatrizado el corte la diferencia de presión originada se reparte en las regiones meristemáticas próximas al corte produciendo un aumento de la irrigación y provocando una rápida brotación, favoreciendo una mayor proporción de yemas vegetativas que fructificativas o de flor.
  3. Por otro lado, el aumento en el flujo de savia elaborada mediante, por ejemplo, la técnica del anillado, aumenta la proporción de yemas fructificativas en relación a las vegetativas.
  4. Los órganos vegetativos y reproductivos compiten entre sí, de modo que si provocamos un fuerte crecimiento vegetativo estaremos comprometiendo el número y/o el tamaño de los frutos.
  5. En un árbol adulto, la poda severa de ramas viejas dará lugar a pocas ramas, pero de mayor longitud; por el contrario, una poda ligera dará lugar a mayor número de ramas, pero de menor longitud. Sin embargo, si hacemos simultáneamente una poda severa y ligera en un mismo árbol provocara el efecto inverso: ramas más cortas donde se ha hecho una poda severa y ramas más largas allí donde se ha hecho una poda más suave.
  6. La generación de auxinas ocurre en los ápices de las ramas por lo que la dominancia apical es más fuerte cuanto más vertical sea la posición de la rama, con lo que la inhibición de los brotes laterales es mayor. Si inclinamos una rama a una posición más horizontal la distribución hormonal cambia; la concentración de auxinas disminuye en el ápice aumentando la de citoquininas. Por ello para romper la dominancia apical de una rama se puede inclinar la rama hacia una posición más horizontal o bien cortar el ápice, lo que se conoce como despuntado, consiguiendo una mayor brotación de las yemas laterales.

Criterios de poda.

  • Equilibrio. Deberemos promover una formación homogénea del árbol, sin zonas con más o menos vegetación.
  • Solidez. Cuando se diseña una plantación de frutales, los árboles deben de ser capaces de soportar la cosecha en las peores condiciones ambientales.
  • Sencillez. Las labores de poda deben de ajustarse a los actuales costes de cultivo. Actualmente los sistemas más usados son los de “eje central”, en donde un solo operario puede abarcar un gran número de árboles al día.
 Sistema de poda de eje central.
Sistema de poda de eje central.

Y recordar, la mejor poda no es aquella que más ramas corta, sino la que elimina las partes justas del árbol. Un buen podador tiene que saber con una rápida vista si el árbol que tiene delante se le debe cortar mucha o poca madera y sólo dar los cortes necesarios, para efectuar correctamente la poda de ese árbol.