La poda de los cítricos data del siglo XVIII y es una práctica fundamental si queremos sacar el mayor partido a nuestro huerto. En este primer artículo vamos a ver las nociones básicas a la hora de realizar la poda de nuestros cítricos.

La poda de los cítricos: fundamentos

Morfología de los cítricos

Fisiología de los cítricos

Objetivos de la poda

Fundamentos de la poda

Época de realizar la poda

Frecuencia de la poda

Intensidad de la poda

Morfología de los cítricos

Como todas las plantas, los cítricos constan de dos partes: la parte aérea y el sistema radicular. Para que árbol funcione bien debe existir un equilibrio entre el volumen de la parte aérea y el volumen radicular, ya que la raíz surte de agua y nutrientes a la parte aérea y esta, mediante la fotosíntesis, nutre con las sustancias elaboradas en las hojas a toda la estructura, incluido el sistema radicular. El objetivo de la poda no es más que mantener el adecuado equilibrio entre ambas partes.

Sistema radicular. Esta formado por las raíces primarias y las raíces secundarias, que parten de las primarias: la función de las primeras es la de anclar a la planta al suelo y la de las segundas de surtir a la planta de agua y nutrientes. El 90% del sistema radicular de los cítricos se reparte entren los primeros 20-90 cm de profundidad.

Parte aérea. Está formado por las ramas primarias, las ramas secundarias (parten de las ramas primarias) y las ramas de producción. Las ramas primarias parten directamente del tronco del árbol, las secundarias parten de las primarias y deben estar separadas y orientadas convenientemente y ambas conforman la estructura del árbol. Las ramas de producción parten de las secundarias, son las de menor grosor y dan lugar a los frutos.

Las hojas son la fábrica de los fotoasimilados y su duración en el árbol es de año a año y medio en las ramas productivas y de 2 a 4 años en las ramas secundarias.

Tipos de brotes.

  • Brotes vegetativos; son aquellos que solo presentan hojas. Son los que predominan en las brotaciones de verano y otoño.
  • Brotes mixtos; presentan en un mismo brote hojas y flores. El brote Campanero es una particularidad del brote mixto y es aquel en el que se presenta una sola flor ubicada en el extremo del brote. Es el más deseado por los fruticultores pues da lugar a los mejores frutos.

Brotes fructificativos; son aquellos que solo presentan flores y pueden ser de dos tipos:

  • Brote de flor solitaria: una sola flor, no ubicada en el extremo del brote y sin hojas.
  • Ramillete de flor: es aquel que presenta varias flores arracimadas y sin hojas.

Fisiología de los cítricos

Los cítricos, como el resto de las plantas, absorben el agua y los macro y micronutrientes de la solución del suelo y los elevan hasta las hojas a través de los haces vasculares denominados xilema; es lo que conocemos como savia bruta. Esta savia bruta es transformada en las hojas mediante el proceso de fotosíntesis en carbohidratos y almidón que son distribuidos, junto con parte de la savia bruta, por toda la planta a través de otro conjunto de haces vasculares que denominamos floema y cuyo flujo puede ser tanto ascendente como descendente. Pues bien, el movimiento a través de los haces vasculares de las plantas es más fuerte y más rápido cuanto más vertical están estos vasos conductores, disminuyendo la velocidad de flujo conforme nos acercamos a la horizontalidad. Teniendo en cuenta lo visto, los principios fisiológicos de los cítricos que configuran los sistemas de poda son los siguientes:

  • La tendencia natural de los cítricos es a formar una estructura de la parte aérea en forma de campana invertida; si no respetamos al máximo esta tendencia no haremos más que retrasar la entrada en producción de los árboles y no obtener su máxima productividad.
  • La luz es fundamental en las plantas para la realización de la fotosíntesis de ahí que la planta tienda a crecer buscando la luz.
  • Un árbol, en su juventud, tiene una única misión fundamental y esta es crecer y crecer.
  • Una vez que el árbol llega a un equilibrio entre poder de crecimiento y producción de fotoasimilados es cuando empieza a alternar crecimiento vegetativo con fructificación y es lo que denominamos “entrada en producción”.
  • La savia bruta y elaborada fluye preferentemente por las ramas verticales, disminuyendo la fuerza de su flujo en aquellas que tienden a la horizontalidad o están arqueadas hacia abajo (lo que denominamos “faldas”); en estas la savia tiende a acumularse y esto es lo que favorece la fructificación.

Objetivos de la poda

La poda es la práctica agronómica que intenta reconducir el patrón genético de crecimiento del árbol de forma parcial, con unos objetivos muy marcados y definidos:

  1. Controlar el desarrollo y la forma de nuestra plantación. Debido a diversos factores, como el tipo de patrón, la variedad, el clima, el tipo de suelo, el manejo agronómico, etc., los árboles tienden a vegetar de forma desigual; con la poda buscamos equilibrar este crecimiento y adecuarlo a nuestros objetivos económicos.
  2. Aumentar la producción y la calidad de los frutos. Mediante la eliminación de las ramas que impiden la entrada de luz, las ramas que se cruzan, las ramas que ya han producido y están secas y los chupones verticales buscamos el adecuado posicionamiento y distribución de los frutos en el árbol de manera que exista la menor competencia por nutrientes entre ellos y obtengamos frutos de calidad.
  3. Aumentar la efectividad de los tratamientos fitosanitarios. Las nuevas tendencias fitosanitarias impuestas por las administraciones competentes en materia, es a usar cada vez productos compatibles con el medioambiente. El problema de estos productos es que actúan por contacto; si no hay contacto con el insecto o con el ácaro no son efectivos a no tener sistemia. De ahí que en cierta época del año debamos poder llegar a cualquier parte del árbol con nuestros tratamientos y así poder influir de una manera más eficiente sobre las plagas.
  4. Ejercer cierta influencia sobre la alternancia en las cosechas. La vecería o alternancia en las cosechas es el fenómeno por el que los cítricos, y otros cultivos, producen un año una abundante cosecha y al año siguiente una cosecha escasa. En unas variedades este fenómeno es más marcado que en otras y mediante el correcto manejo de la poda podemos hacer que las producciones sean más equilibradas de un año a otro:
    1. El año que el árbol ha producido mucho ha sufrido un gasto energético grande por lo que al año siguiente partirá con menos reservas; la poda después de un año de una abultada producción deber ser suave. El año siguiente la floración será menor.
    2. El año que el árbol ha tenido pocos frutos la floración siguiente será muy potente y habrá exceso de flores por lo que la poda deberá ser más severa.
  5. Disminuir los gastos de la explotación. Como comentábamos antes, aumentar la eficacia de nuestros tratamientos fitosanitarios implica el tener que realizar un menor número de ellos, con el consiguiente ahorro. La recolección es más fácil debido a que dirigimos los frutos a las zonas más fáciles de recolectar y a largo plazo un árbol bien distribuido es más fácil de podar.

Fundamentos de la poda

Los factores a tener en cuenta a la hora de realizar la poda son tres:

  • Época de realizar la poda Aquí debemos distinguir entre árboles adultos y árboles jóvenes. En los árboles jóvenes el objetivo de la poda es llegar cuanto antes a la forma que hemos diseñado para nuestro huerto por lo que las labores de poda las podemos realizar en cualquier época del año salvo que tengamos riesgo de frío extremo (temperaturas menores o igual a 0ºC). En el caso de tener que actuar sobre una rama de gran tamaño, al ser la intervención importante lo haremos siempre en las paradas vegetativas, siempre que no exista riesgo de helada en la parada de invierno; si tenemos que hacerlo en otra época la despuntaremos y esperaremos a la primavera siguiente.

En cuanto a los árboles adultos, hacer mención a que estos tienen tres brotaciones (primavera, verano y otoño) y dos épocas de parada (en invierno, en los momentos más fríos y en verano, en la época más calurosa) al año. En los árboles adultos el objetivo de la poda es mantener al árbol el mayor número de años con la mayor producción posible por lo que las labores de poda van encaminadas a eliminar ramas secas y a redistribuir los frutos de acuerdo a nuestro diseño de explotación y el mejor momento es dos o tres semanas después de la cosecha siempre que no exista riesgo de heladas; si existe riesgo de heladas lo mejor es retrasar la poda, nunca adelantarla. Como hemos comentado antes, los cítricos tienen dos paradas vegetativas anuales, pues bien, serán estos momentos en los que el flujo de savia es menor cuando aprovecharemos para podar:

  • Poda después de la cosecha; se hace en las variedades tempranas y en las de media estación: Satsumas, Clementinas tempranas y de media estación. Con ello favorecemos un adelanto en la floración siguiente.
  • Poda en el periodo comprendido entre caída de pétalos y la caída fisiológica del fruto o “purga”; se hace en variedades que presentan elevada tendencia a la alternancia de cosechas como las naranjas Valencianas y Navelinas.
  • Poda en el periodo comprendido entre la caída fisiológica de los frutos y finales de agosto; en variedades tardía y en aquellas que presenten problemas de producción como Valencia Late.
  • Frecuencia de la poda Existen explotaciones que deciden podar todos los años y otras que podan un año sí otro no e incluso uno sí y dos no. Las explotaciones que deciden no podar todos los años creen que así ahorran en costes, pero nada más lejos de la realidad; las ramas son más gruesas y por lo tanto cuesta más cortarlas y las heridas realizadas a la planta son mayores por lo que tardan más en cicatrizar. Si decidimos podar todos los años la labor cuesta menos tiempo y el árbol sufre menos. Lo recomendable es podar todos los años, sobre todo en variedades con tendencia a la vecería.
  • Intensidad de la poda La intensidad de la poda se entiende como la cantidad de vegetación que vamos a eliminar del árbol y podemos clasificarla en:
    • Poda ligera (eliminamos un 10-15% de la vegetación). Se realiza en las variedades veceras en los años de mucha producción y en aquellas variedades de crecimiento lento.
    • Poda normal (eliminamos un 20-25% de la vegetación). Su función en mantener la vegetación funcional.
    • Poda fuerte (eliminamos un 30-35% de la vegetación). Su función es renovar parte de la copa o también para regular las variedades veceras en los años que han producido poco.
    • Poda muy fuerte (eliminamos un 45-55% de la vegetación). Se hace cuando queremos renovar totalmente la copa sin cambiar de variedad, cuando queremos cambiar la variedad y la preparamos para injertarla, y cuando queremos eliminar una plantación o algún árbol en particular.