Las enfermedades más comunes del rosal.
Este artículo viene a completar a el que hicimos anteriormente sobre las principales plagas que pueden afectar a nuestros rosales. Con ello pretendemos que podáis identificar y tratar cualquier fitopatología que le pueda surgir a nuestras plantas.
1.-El oídio (Spaeroteca pannosa).
2.-La roya (Phragmidium mucronatum & subcorticium).
3.-El mildiu. (Peronospora sparsa).
4.-Antracnosis o mancha negra (Marssonina rosae).
5.-Septoriosis o viruela (Septoria rosae).
6.-La agalla de la corona (Agrobacterium tumefaciens).
7.-Verticilosis (Verticillium dahliae).
8.-La podredumbre gris (Botrytis cinérea).
9.-El mal blanco (Armillaria mellea).

1.-El oídio (Spaeroteca pannosa).
Esta enfermedad es causada por un hongo ascomiceto. Los primeros síntomas aparecen en las hojas jóvenes como un polvo blanco-grisáceo que hace que las hojas se deformen a la vez que el micelio avanza; las hojas adultas, aun cubriéndolas el micelio, no se deforman en exceso.
Conforme avanza la enfermedad por el tallo va cubriendo las yemas las cuales no se abren o, si se abren, lo hacen con malformaciones. Una vez llega a los verticilos florales estos se vuelven cloróticos, se deforman y finalmente mueren.

Las condiciones que favorecen la aparición de este hongo son temperaturas frescas y alta humedad relativa durante la noche, seguidas de temperaturas altas y baja humedad relativa durante el día.
El control químico de la enfermedad contempla el uso de productos a base de azufre o sulfato de cobre a título preventivo que actúan por contacto (esto es válido con el resto de enfermedades fúngicas) con el uso de fungicidas sistémicos con diversos mecanismos de acción:
- Inhibidores de la síntesis del ergosterol (Difenoconazol, Futriafol, Miclobutanil y Tetraconazol).
- Inhibidores de la respiración celular en el complejo 3 (Azoxistrobin).
- Inhibidores de la síntesis pirimídicas del ADN (Bupirimato).
- Ciflufenamid. No se conoce el modo específico en que actúa, pero se piensa que actúa de modo inhibitorio en varias etapas de la vida del hongo.
- Inhibidores del crecimiento del micelio y la germinación de las conidias (Metiltiofanato y Metrafenona).
2.-La roya (Phragmidium mucronatum & subcorticium).
Este hongo basidiomiceto disemina las esporas el verano anterior a la infestación y estas no germinarán hasta no haber pasado el frío del inverno; estas se adhieren a la planta en el envés de la hoja y germinan en primavera produciendo la caída de las hojas infectadas con el consiguiente debilitamiento de la planta. Es común en zonas con humedades relativas por encima del 70% y sombreadas y se ve favorecida en periodos de lluvia, niebla o rocíos prolongados ya que la espora para germinar necesita de agua libre en la superficie de la planta; la temperatura óptima se sitúa en los 18-21º C. Se manifiesta como manchas cloróticas en el haz de las hojas. Posteriormente se observan unas pústulas de color amarillento en el envés que pasan a color pardo. Las hojas afectadas se deforman y posteriormente se caen.


Los tratamientos con fungicidas incluyen:
- Inhibidores de la síntesis del ergosterol (Difenoconazol, Futriafol, Miclobutanil y Tebuconazol).
- Inhibidores de la respiración celular en el complejo 3 (Azoxistrobin).
- Inhibidores del crecimiento del micelio y la germinación de las conidias (Metiltiofanato y Metrafenona).
- Inhibidores multi-sitio (Captan).
- Inhibidores de las enzimas sulfhídricas (Mancozeb).
3.-El mildiu. (Peronospora sparsa).
El micelio de este hongo oomiceto se desarrolla en el interior de las células del tejido vegetal, emergiendo los conidióforos por los estomas de las hojas por lo que los primeros síntomas se detectan en el envés de estas. Necesita agua libre para germinar y la temperatura óptima es de 18º C; por debajo de 5 y por encima de 27º C no se produce la esporulación. Una vez germinado la alta humedad relativa favorece la expansión de las enfermedades. La sintomatología en las hojas jóvenes se manifiesta como manchas rojizas o de color purpura que deforman la hoja; en las hojas viejas aparecen manchas cloróticas que nos pueden llevar a pensar en algún tipo de deficiencia nutritiva.

Entre las materias activas autorizadas tenemos:
- Inhibidores de la respiración celular en el complejo 3 (Azoxistrobin).
- Inhibidores multi-sitio (Captan, Hidrogeno carbonato de potasio).
- Inhibidores de las enzimas sulfhídricas (Folpet, Mancozeb y Metiram*).
*Aún no se conoce con exactitud el mecanismo de acción.
Los fungicidas con acción multi-sitio son muy interesantes porque es muy difícil que creen resistencia en el hongo debido a que actúan en diferentes procesos simultáneamente.
4.-Antracnosis, mancha negra o “Black Spot” (Marssonina rosae en su forma imperfecta o Dicplocarpon rosae en su forma perfecta).
El agente que causa esta enfermedad es un ascomiceto y requiere humedades relativas por encima del 85%. La sintomatología es muy característica y se manifiesta principalmente en las hojas más viejas con unas manchas negras con el borde amarillento más o menos circulares en el haz de las hojas que se pueden extender a peciolos, pedúnculos y cáliz de la flor. La mancha progresa a un acérvulo (estructura con forma de almohadilla abierta solo en un punto) que es la estructura reproductiva asexual. En el tallo genera una necrosis descendente. Algunos genotipos de rosas presentan una buena resistencia a la enfermedad.

Las materias activas mas indicadas para el control de este hongo son:
- Inhibidores multi-sitio (Captan).
- Inhibidores de las enzimas sulfhídricas (Folpet).
- Inhibidores del crecimiento del micelio y la germinación de las conidias (Metiltiofanato).
- Inhibidores de la síntesis del ergosterol (Miclobutanil).
5.-La viruela (Septoria rosae).
Otro ascomiceto que produce unas manchas pardo-violáceas con el centro blanquecino en ambas caras de las hojas y una clorosis con posterior caída.
La lucha química se basa en la prevención de las enfermedades a base de productos como el oxicloruro de cobre y el sulfatocuprocálcico.

6.-La agalla de la corona (Agrobacterium tumefaciens).
La bacteria causante de esta patología accede a la planta a través de heridas. El patógeno no persiste en los tejidos infectados más de una temporada, pero el plásmido (moléculas de material genético, ADN, que se replican independientemente del cromosoma bacteriano que contiene los genes esenciales para la supervivencia de la bacteria) se replica y transloca a toda la planta volviéndose sistémico.
La enfermedad se caracteriza por la presencia de tumores de forma y tamaño variables (globosos o alargados) localizados en el cuello y en las raíces principales de la planta, así como tumores secundarios en las ramas. Estos tumores obstruyen tanto el flujo xilemático como el floemático, produciendo un decaimiento y finalmente la muerte de la planta al cabo de tres o cuatro años. La presencia de esta enfermedad en una planta la hacen más sensible a otros microorganismos patógenos. Como todas las bacteriosis, esta se ve favorecida por el calor y la humedad. La temperatura óptima del suelo es de alrededor de 25º C con un pH de 6,8 aunque soportan hasta 8,4, y una humedad relativa entre el 70-80%
La lucha química contra las bacteriosis es de poca utilidad siendo lo mejor la prevención y la eliminación de las planas infectadas.

7.-Verticilosis (Verticillium dahliae).
El agente patógeno es un hongo ascomiceto muy polífago capaz de vivir en el suelo durante mucho tiempo y en condiciones adversas. Penetra por la raíz de la planta y se trasloca hacia los vasos conductores de donde es muy difícil erradicar por lo que deberemos prevenir su entrada mediante una desinfección del suelo, ya sea química o mediante solarización o biosolarización. En la rosa es muy difícil su identificación ya que, a diferencia con otros huéspedes, no se produce un oscurecimiento de los vasos vasculares. La marchitez por Verticillium es favorecida por suelos con alto contenido de humedad y temperatura en un intervalo de entre 21 °C y 27 °C. Los síntomas más comunes son clorosis y necrosis foliar prematura, y la decoloración en raíces y tallos. En fase más avanzada la planta se marchita.
La lucha química es complicada con estos hongos vasculares; podemos recurrir al metil-tiofanato y a productos como el sulfato de cobre y el oxicloruro de cobre a título preventivo, aunque lo más aconsejable es desinfectar los suelos y eliminar inmediatamente las plantas afectadas.

8.-La podredumbre gris (Botrytis cinérea).
Este hongo ascomiceto es polífago y puede actuar como saprófito o como parásito necrótrofo sobre más de 200 especies de plantas, principalmente dicotiledóneas. Con humedades relativas altas (90-100%) el rango de temperaturas óptimas de germinación se amplía de 10 a 25º C, reduciéndose este rango a 20-25 conforme baja la humedad relativa; requiere agua libre para germinar. Este hongo, causante de enfermedades, es un parásito débil no especializado y es incapaz de infectar si no existe un lugar de entrada, como una herida o un tejido en envejecimiento. Puede crecer en un rango de pH entre 2 y 9, aunque el óptimo es entre 3 y 7. La sintomatología se puede presentar tanto en tallos como en flores; se aprecia un abultamiento que aparece en la epidermis en forma de bolsa pequeña de color rojo o pardo en los pétalos y son muy notorias en variedades de color blanco o claras. Una vez que la infección progresa aparece el típico micelio de color gris. Muchas veces no se aprecia la enfermedad en la planta y una vez que se corta y se almacena en las cámaras frigoríficas esta se desarrolla.
Para prevenir la enfermedad deberemos mantener desinfectadas los utensilios de corte, realizar los cortes, tanto de flores como en la poda, cerca de una yema ya que hay menos probabilidad de infección y por supuesto, aplicar pasta cicatrizante en cada corte. En cuanto al uso de químicos debemos estar muy pendientes y actuar con fungicidas sistémicos con los primeros síntomas de la enfermedad y rotar las materias activas. Si dejamos que la enfermedad avance el control es muy difícil.


En cuanto a las materias activas más apropiadas para combatir al hongo tenemos:
- Inhibidores multi-sitio (Captan).
- Inhibidores de las enzimas sulfhídricas (Folpet).
- Inhibidor del crecimiento del micelio y de la germinación de las conidias (Metil-tiofanato).
- Inhibidores de la respiración mitocondrial más un inhibidor de la germinación de las esporas (Piraclostrobin-Boscalida).
9.-El mal blanco (Armillaria mellea).
No existe tratamiento químico y lo más efectivo es la prevención para estas enfermedades; suelos encharcados con mal drenaje son caldo de cultivo para A. M.
Este basidiomiceto es un hongo potencialmente fitopatógeno que se alimenta de las raíces de los hospedadores pudriéndolas y provocando la muerte de estas por inanición. Es polífago y propio de suelos pesados con frecuentes estados de anoxia (falta de oxígeno) y afecta a muchos árboles y arbustos, entre los que se encuentra el rosal. Los primeros síntomas de la infección son un pardeamiento de la raíz que con el tiempo se torna una masa disforme de color negruzco; una vez el hongo alcanza la base del tronco se produce una lesión de la que exuda goma. Los síntomas en la parte aérea son los mismos que provoca un encharcamiento radicular o una falta de riego.

Existen árboles capaces de exudar compuestos bioquímicos capaces de frenar el avance del micelio como el Fresno, el Boj, el Mirto, el pino Carraco y el Algarrobo.
La prevención con productos a base de cobre y azufre pueden minimizar el riesgo de infección.
10.-Las virosis en el rosal.
Las virosis en el rosal, aunque raramente acaban con la vida de la planta, afectan al vigor de esta, lo que redunda en el número de varas florales y en su vigor. Los síntomas son variados, pero suelen presentarse como mosaicos en las hojas en forma de clorosis anulares de distinta intensidad con decoloración de las nerviaciones principales y deformaciones de las nuevas hojas y estas alteraciones se muestran con más intensidad en primavera y otoño. Las flores en general no suelen presentar decoloraciones, pero retrasan su aparición, pueden salir con deformaciones y, en general, aparecen menos varas florales y de menor vigor.
La única forma de control es usar material vegetal sano, retirar y destruir las plantas infectadas y controlar los vectores de propagación de las virosis.


11.-Fisiopatías en el rosal.
Una de las principales fisiopatías en el rosal es la caída de la hoja por un incremento brusco en la tasa de crecimiento; el peciolo de la hoja, que no tiene tejido meristemático, no puede expandirse al mismo ritmo que el tallo y se rompe, con la consiguiente caída de la hoja sin sintomatología alguna de enfermedades o carencia.
El llamado “cabeza de toro” no es más que una inflorescencia con los pétalos más cortos de lo normal y en número excesivo y suelen aparecer sobre tallos muy vigorosos.
El brote ciego se produce en las yemas más bajas del tallo y coinciden periodos de baja luminosidad después de la poda y en plantas en senectud.
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