La aportación de abonos orgánicos a los suelos es una práctica que ha ido ligada a la agricultura desde su aparición allá por el Neolítico, pero su uso inadecuado puede causar problemas de lixiviación de nutrientes, salinización del suelo y otra serie de daños al ecosistema. Vamos a conocer como se manejan los fertilizantes orgánicos en nuestros huertos y jardines.

Imagen del ciclo de creación del abono orgánico o compost

Los abonos orgánicos

  1. Antecedentes
  2. Qué son los abonos orgánicos
  3. Ventajas del empleo de los abonos orgánicos
  4. Inconvenientes del uso de los abonos orgánicos
  5. Tipos de abonos orgánicos
  6. Peligros de un mal manejo de los abonos orgánicos

Antecedentes

Todos los años se producen una cantidad considerable de residuos procedentes de la producción agropecuaria, pero sólo una determinada parte de esta producción va destinada a la alimentación, tanto humana como animal, dejando una gran cantidad de los mal llamados desechos, los cuales se convierten en un potencial agente de contaminación medioambiental. Estos residuos constituyen un problema para la explotación y en algunos casos, su manejo inadecuado y la falta de conciencia ambiental terminan generando problemas de contaminación. Por otro lado, el propio existir del ser humano también genera gran cantidad de residuos orgánicos diariamente.

La creciente conciencia medioambiental y la necesidad de reciclar está llevando a tratar estos residuos como una forma eficiente de fertilizar nuestros huertos y jardines. Los abonos orgánicos en combinación con los abonos minerales se han posicionado como una opción muy positiva, tanto para las plantas como para el ecosistema.

La aparición de la agricultura intensiva a finales de la primera mitad del siglo XX supuso el abandono de la fertilización orgánica y el uso masivo y descontrolado de la fertilización mineral ha causado graves problemas medioambientales. Esto unido al elevado y constante crecimiento de los precios de los abonos químicos nos obliga a la búsqueda de alternativas para el manejo de la nutrición vegetal. Una alternativa a la aplicación de fertilizantes químicos está en el empleo de abonos orgánicos (compost, biosólidos, biolíquidos, abonos verdes, humus de lombriz, bocashi, etc.) u órgano-minerales, que presentan parte del nitrógeno en formas orgánicas, más o menos estables, que paulatinamente van mineralizándose y pasando a disposición de las plantas.

Qué son los abonos orgánicos

Los abonos orgánicos son aquellas sustancias fertilizantes, en forma sólida o líquida, obtenidas a partir de desechos provenientes de residuos de animales y humanos (sangre, excretas, orina, diversos restos, etc.), restos vegetales (hojas, desechos de maderas, de podas, restos de cultivos, etc.) mediante un proceso de descomposición aeróbico o anaeróbico (en presencia o no de oxígeno) y con control de la temperatura, llevado a cabo por medio de poblaciones de microorganismos bajo condiciones controladas para dar lugar a un material parcialmente estable, de lenta descomposición en condiciones favorables, natural y libre de sustancias o productos de síntesis industrial.

Ventajas del empleo de los abonos orgánicos

Ventajas del empleo de los abonos orgánicos

  1. Los abonos orgánicos son materiales con alto contenido en nitrógeno mineral; su uso también aumenta la disponibilidad de potasio, calcio y magnesio
  2. En cuanto a las propiedades físicas y químicas del suelo, mejoran la infiltración del agua, la oxigenación del suelo, la capacidad de intercambio catiónico, la estructura del suelo, la conductividad hidráulica y estabilizan el pH; disminuyen la densidad aparente y la tasa de evaporación
  3. Al aumentar el contenido en materia orgánica de un suelo se oscurece su color aumentando la capacidad de absorber la radiación solar; esto incrementa la temperatura del suelo lo que se traduce en una mayor velocidad de los procesos que en él se desarrollan
  4. Combinando los tratamientos de fertilizantes orgánicos con fertilizantes minerales aumenta la disponibilidad de N, P y K en el suelo y aumentan los rendimientos de las plantas; esto se traduce en una reducción significativa del uso de fertilizantes químicos
  5. Da un uso racional a residuos que suponen un serio inconveniente además de un incremento en los costes de explotación
  6. Incrementa la población de microfauna de los suelos, mejorando la microbiología de estos
  7. Incrementan la velocidad de degradación de los restos de plaguicidas y fitosanitarios
  8. Favorece la germinación de las semillas y el enraizamiento de las plántulas
  9. Promueven un mejor estado fitosanitario de las plantas

Inconvenientes del uso de los abonos orgánicos

No todo son ventajas en el empleo de este tipo de abonos y un desconocimiento de su manejo puede causar más problemas que ventajas. No nos engañemos: el fin de los abonos orgánicos en su natural evolución es liberar iones, igual que hacen los fertilizantes minerales.

  1. Un fertilizante mal compostado o a medio compostar puede aportar patógenos al medio ambiente
  2. En función de los que escojamos el coste de los abonos orgánicos puede ser superior al de los minerales (algas, aminoácidos, etc.)
  3. El aporte de nutrientes es muy limitado y se produce de forma lenta
  4. La liberación de los nutrientes está condicionada por los parámetros agroambientales del suelo y por la actividad de los microorganismos por lo que es muy difícil planificar cuando estarán disponibles los nutrientes para las plantas
  5. Ciertos abonos orgánicos, como los lodos de depuradora, pueden presentar sustancias nocivas como los metales pesados
  6. Requieren de mucho trabajo para llegar a conseguirlos

Tipos

Los abonos orgánicos pueden dividirse en función de la fuente de procedencia, del grado de procesamiento, y de su estado físico (sólido o líquido). Los principales son:

Los distintos abonos orgánicos los iremos viendo uno a uno en otros artículos.

Peligros de un mal manejo de los abonos orgánicos

En los últimos años ha aumentado muy significativamente el interés por el uso de los abonos orgánicos, sin embargo, es necesario un conocimiento de los materiales que estamos empleando y su manejo adecuado para evitar riesgos de contaminación o de sobre fertilización. El nitrógeno, el fósforo y el potasio son comúnmente encontrados en mayor cantidad. Algunos riesgos de contaminación por el uso de abonos orgánicos son:

  • En regiones de alta pluviometría o en condiciones de riego, dosis excesivas de este tipo de abonos pueden llegar a contaminar los acuíferos con nitratos
  • En regiones donde las lluvias provocan escorrentías superficiales, el acarreo de partículas con fósforo fijado puede contaminar las masas de agua superficiales, como son arroyos, ríos y lagos
  • Abonos orgánicos como los biosólidos (lodos residuales de plantas tratadoras de agua) pueden provocar riesgos de contaminación por metales pesados si no se dosifican adecuadamente.
  • Es necesario considerar el tipo de abono y el tipo de cultivo a establecer para evitar riesgos de contaminación microbiológica