Cannabis: los tricomas.
La planta de Cannabis tiene una larga historia de uso medicinal en el Medio Oriente y Asia y data del siglo VI aC. En Europa occidental se introdujo como un medicamento a principios del siglo XIX para tratar algunas dolencias tales como la epilepsia, el tétano, el reumatismo, migraña, asma, fatiga e insomnio. Vamos a tratar en este artículo el órgano donde tiene lugar la biosíntesis de los fitocannabinoides.
El tejido epidérmico de las plantas superiores está constituido generalmente por una capa de células vivas que recubre el cuerpo primario de la planta y cuyas funciones incluye la protección mecánica, la limitación de la transpiración en ambientes extremos, el intercambio de gases, el almacenamiento de diversas sustancias y la secreción de otras. La epidermis de la raíz, tiene como principales funciones la protección de los tejidos subyacentes y la absorción de agua y sustancias minerales del suelo.
Las células epidérmicas están revestidas exteriormente por una capa más o menos gruesa denominada cutícula y cuyo componente principal es una sustancia grasa denominada cutina; el espesor de la cutícula varía sensiblemente según las distintas especies y su desarrollo está influenciado por las condiciones ambientales donde crece el vegetal. Así suele estar ausente o muy poco desarrollada sobre la epidermis de plantas acuáticas cuyo ciclo de vida transcurre bajo el agua, y en cambio el grosor suele ser importante en especies de ambientes secos. La epidermis al estar en contacto directo con el medio ambiente está sujeta a modificaciones estructurales inducidas por el mismo.
La epidermis está constituida por una gran variedad de tipos de células. Entre estas células epidérmicas pueden encontrarse células especializadas tales como las células oclusivas que forman los estomas y las que forman los tricomas. Las células epidérmicas diferenciadas tienen generalmente forma rectangular debido a su escasa profundidad y suelen disponerse muy próximas unas a otras sin dejar espacios intercelulares.

Que son los tricomas. Son apéndices epidérmicos de forma, estructura y funciones muy diversas. Los tricomas son especialmente abundantes en estructuras jóvenes de la planta y a veces desaparecen con la edad. Pueden localizarse en todas las partes de la planta, pudiendo ser persistentes o bien tener un período de vida relativamente corto. De los que persisten, algunos mantienen el protoplasma vivo, mientras que otros pierden el protoplasma y quedan finalmente secos. Los tricomas pueden ser unicelulares o pluricelulares y ramificados o no. Su función puede ser muy variada: reducción de la transpiración en el caso de los pelos cuyas células están muertas, protección contra la radiación excesiva o el frío, producción de aceites esenciales y otras sustancias, absorción, etc.
Existen dos tipos de tricomas: los tricomas glandulares y los no glandulares.
- Tricomas glandulares. Se presentan como:
• Glándulas sésiles, es decir, tricomas sin peciolo, presentes por lo general en la parte inferior de la epidermis.
• Pequeños tricomas bulbosos y glandulares con peciolos de una sola célula.
• Largos tallos pluricelulares en las brácteas (hoja que nace del pedúnculo de las flores de algunas plantas, que tiene distinta forma, consistencia y color que la hoja normal) de las inflorescencias femeninas (tricomas glandulares con peciolos pluricelulares).


- Tricomas no glandulares. Son abundantes, monocelulares, rígidos, con forma de cabellos curvos, y presentan un fino ápice puntiagudo:
• Los tricomas cistolíticos se encuentran en la superficie superior de las hojas de cannabis y poseen una característica forma de garra de oso. La pared celular de algunos tricomas puede sufrir un proceso de mineralización que modifica la pared, consistente en el depósito de sales minerales de calcio y silicio (cistolitos). También puede presentarse en otras células epidérmicas. Con frecuencia, el tricoma se rompe y el cistolito se libera.
• Los tricomas no cistolíticos se encuentran principalmente en la superficie inferior de las hojas, brácteas y bractéolas de las inflorescencias femeninas.
La presencia simultánea de estos tricomas con forma de garra de oso en la superficie superior, y de los finos y sutiles tricomas no cistoliticos en la superficie inferior de las hojas es una característica típica del cannabis. Las sustancias psicoactivas del cannabis se acumulan en estos tricomas o pelos glandulares, que son especialmente abundantes en los cálices florales y en las brácteas de las plantas femeninas.
Las propiedades medicinales del cannabis son altamente valoradas ya que sus cannabinoides son altamente activos. Estos metabolitos terpeno-fenólicos se encuentran únicamente en el cannabis y están principalmente en la resina producida por los tricomas glandulares de las inflorescencias y de las hojas. Los tricomas que recubren las hojas de cannabis tienen el mismo perfil cannabinoide que el de las inflorescencias femeninas, pero tienden a tener un perfil de terpenos ligeramente diferente. Esto sugiere que los tricomas de hoja son tan potentes como los tricomas de flor, pero pueden tener un sabor diferente. Una vez las plantas llegan al final del proceso de floración, sus inflorescencias y hojas se cubren con miles y miles de tricomas que le dan a la cutícula de la planta un brillo plateado. A partir de este momento tendremos que manejarlos con extremo cuidado sobre todo durante el manicurado, ya que los tricomas se dañan y se rompen fácilmente. También se degradan cuando se exponen al calor, la luz o el aire, por lo que es realmente importante secar y curar correctamente los cogollos. Al hacerlo, aumentará enormemente su vida útil. Los tricomas nos indican cuando la planta está a punto para ser cosechada: al principio las cabezas de los tricomas son de color transparente para después pasar a ser de color lechoso. Pues bien, cuando algunos tricomas se empiezan a poner de color ámbar es el momento de cortar la planta; si llegamos a un 25% de tricomas de color ámbar estaremos fomentando el efecto relajante ante el efecto psicoactivo. Cuantos más tricomas de color ámbar más cantidad de CBN tendremos.



Cómo aumentar la cantidad de tricomas. Son la evolución de estructuras de la cutícula de las plantas frente a agresiones externas: mordiscos de ungulados e insectos, exceso o defecto de temperaturas, exceso de radiación solar, etc. El número que cubren una determinada superficie vegetal está predeterminado por su código genético y en ello nosotros no podemos influir, en todo caso los genetistas. Pero en lo que sí que podemos influir es en el contenido y composición de estos. Os aconsejo someter a la planta en el último tercio de su ciclo de vida a una bajada continuada de las temperaturas nocturnas y a una iluminación que contenga todo el espectro de radiación, incluida la luz ultravioleta. Así mismo una bajada en la humedad relativa de nuestro cuarto de cultivo hasta el 30% hará que la planta emita sustancias hacia la epidermis para protegerse y evitar la desecación. Dos días antes de la cosecha la mantendremos a oscuras las 24 horas del día. Y por último, a la hora realizar el lavado de raíces hacerlo con agua fría.