La savia como índice de fertilización en nuestros huertos y jardines
El avance de la tecnología ha posibilitado que actualmente podamos tener datos del estado nutricional de nuestras plantas en tiempo real, sin tener que esperar al resultado de una analítica de laboratorio.
Hasta no hace mucho tiempo hemos estado usando las analíticas de hoja como referentes para monitorear si nuestro plan de abonado diseñado para nuestro cultivo en función de los valores iniciales de nutrientes en el agua y en el suelo estaba siendo el adecuado. Pero hace años aparecieron en el mercado unos aparatos de medición (ionómetros) que nos dan “in situ” valores del contenido en savia de distintos iones.
Echemos la vista atrás.
Antiguamente, la metodología de la analítica de savia consistía únicamente en la recogida de muestras y su traslado al laboratorio en una nevera para evitar la pérdida de humedad y por consiguiente la concentración de los nutrientes, lo que no daría un valor real. Una vez en el laboratorio se seleccionan las muestras (hojas, brotes o peciolos) se trocean y se introducen en éter y se meten en un congelador de dos a tres horas. Al cristalizar el agua de los tejidos los cristales rompen las paredes celulares. Al mismo tiempo el éter se encarga de extraer la clorofila para que no interfiera en el resultado final de la analítica. Una vez sacadas las muestras del congelador se separa la fase acuosa que será el éter con la clorofila y se prensan las muestras y una vez extraída la savia se procede a su analítica.
Análisis foliar & análisis de savia.
Cuando hacemos una analítica para conocer el estado nutricional de una planta recurrimos normalmente a un análisis foliar y aunque ningún técnico dudamos de su valía, el resultado plantea ciertos problemas a la hora de corregir un abonado y es que el análisis foliar nos da un valor medio del contenido en un determinado nutriente desde el inicio del ciclo de cultivo hasta el momento de la toma de muestras. La hoja es un lugar de almacenamiento de nutrientes por lo que no nos permite saber que está pasando en ese preciso momento en nuestra planta, es decir no existe una correlación directa entre lo que está pasando actualmente en el bulbo húmedo y la composición de la hoja. Por otro lado, a la hora de realizar una analítica de savia no podemos separar la sabia elaborada de la sabia bruta que sería lo ideal.
Ventajas e inconvenientes del análisis de savia con los actuales ionómetros.
- Información “in situ” del estado nutricional de la planta.
- Identificación de que va ha hacer la planta en breve en función de la relación de nitrógeno y potasio.
- Realización de correcciones del plan de abonado en tiempo real.
- Relación del estado nutricional de la planta frente a cambios inesperados en la climatología.
- Control de la salinidad.
- El análisis de savia en tiempo real está menos afectado por problemas de concentración o dilución.
- Por supuesto los valores obtenidos con estos ionómetros no se parecen en nada a los obtenidos con el método del éter. La cuestión es tener unas tablas de referencia para cada cultivo que, por supuesto, nos requerirán años de trabajo. Yo llevo trabando con esta metodología desde el año 2014 y tengo datos de muchos cultivos los cuales pondré a vuestra disposición.
Equipo y metodología de trabajo.






Os voy a explicar el equipo básico que debéis de tener para realizar un monitoreo de savia en campo; como es obvio la elección de los ionómetros la dejo a vuestra elección para evitar hacer publicidad.
Para la extracción de savia en hortícolas nos bastará un simple pica-ajos ya que usaremos los peciolos de las hojas y estos tienen consistencia carnosa. Pero en el caso de las especies leñosas necesitaremos de un equipo especial que ejerza la suficiente presión para extraer la savia debido a lo coriáceo de las muestras. Como podéis ver en las fotos de arriba necesitaremos un cilindro con un orificio para la salida de la savia en el cual introduciremos en el fondo una pieza con ranuras para evitar que los restos de planta obstruyan la salida; lo mejor es hacerlo de acero inoxidable y la pieza que va dentro del cilindro contenedor debe encajar perfectamente en él, para evitar que restos de la planta pasen al espacio destinado a la savia. Luego una mesa como la que veis, donde podamos insertar un gato hidráulico y una jeringuilla para hacer succión y que la savia salga con más facilidad.
En un posterior artículo veremos los valores medios para los diferentes cultivos según el estado fenológico y su interpretación.