En este segundo artículo dedicado a las orquídeas vamos a ver cómo mantener en nuestras casas en perfecto estado a estas maravillas de la naturaleza.

Orquídeas: cultivo y cuidados

  1. El hábitat natural de las orquídeas
  2. Cómo comprar las orquídeas
  3. Factores ambientales a tener en cuenta
  4. Como trasplantar una orquídea

El hábitat natural de las orquídeas

Las orquídeas crecen en todos los ambientes posibles, excepto en el desierto extremo y en las nieves perpetuas, sin embargo, son más abundantes en los trópicos. El bosque de niebla y las selvas tropicales húmedas son los ecosistemas más favorables destacando aquí las variedades epífitas y saprófitas. Las áreas montañosas, cuyo clima presenta todos los años una estación seca, también alberga estas especies, pero en menor número y primando las especies litófitas y terrestres.

Bosque tropical de niebla
Bosque tropical de niebla

Cómo comprar las orquídeas

Como hemos visto en artículos anteriores, las orquídeas se clasifican en función del sustrato en el que desarrollan, y de los cuatro grupos en los que se encuadran, las orquídeas epífitas tienen dos ventajas para ser cultivadas frente a las demás: son resistentes a la sequía y tienen la capacidad de adaptarse a diferentes climas. Las orquídeas epífitas tienen un periodo de crecimiento, seguido por otro de floración y por último la fase de reposo o latencia. Generalmente los dos primeros se dan en la época de lluvias y el tercero en el de sequía o en épocas de frío. Normalmente la fase de crecimiento y de floración se suceden simultáneamente, pero existen especies en las que la floración se produce antes del periodo de crecimiento y otras en las que se produce después.

A la hora de adquirir nuestra orquídea debemos de tener en cuenta los siguientes puntos:

  1. Lo primero y más importante es fijarnos en una especie de orquídea compatible con el clima de nuestra zona.
  2. Iremos a un vivero de nuestra confianza.
  3. Lo mejor es comprarla a principios de primavera.
  4. La planta tiene que tener que un buen estado de desarrollo; comprar una planta con el tallo en el inicio de su desarrollo solo debemos dejarlo para las manos con más experiencia.
  5. El sistema radicular debe estar lo suficientemente desarrollado y esto se comprueba observando que las raíces estén por encima del sustrato y de color verde claro.
  6. Que la planta esté libre de cualquier tipo de plaga o enfermedad.
  7. Una vez llegada a casa le proporcionaremos un ambiente lo más parecido que tenía en el vivero.
Phalaenopsis en un magnífico estado de desarrollo
Phalaenopsis en un magnífico estado de desarrollo
Sistema radicular en perfecto estado
Sistema radicular en perfecto estado

Factores ambientales a tener en cuenta

Dado que lo más normal es que nos decidamos por una orquídea epífita las cuales tienen las raíces por fuera del sustrato, deberemos de tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Contenedor. Al adquirir nuestra orquídea está vendrá del vivero con una maceta, pero debemos de saber si esta maceta, que hacía su función en el vivero, es el recipiente apropiado para tenerla en casa. Normalmente las macetas son de plástico o de barro y cada una tiene sus pros y sus contras:

Tipo de maceta

Ventajas

Inconvenientes

Barro

*Mayor porosidad, lo que se traduce en una mejor aireación del sistema radicular.

*Debido a su mayor peso dan más estabilidad al conjunto.

*Son estables térmicamente.

*Son frágiles y se pueden romper con facilidad.

*Son costosas.

*El material con el que están hechas pude contener sales dañinas para la planta por lo que deberemos lavarlas a conciencia antes de instalar la planta en ellas.

*Las raíces se adhieren al barro, haciendo complicados los posteriores trasplantes.

*En caso de tener que aumentar el drenaje son complicadas de perforar.

Plástico

*Son baratas, duraderas y fáciles de limpiar.

*Son fáciles de perforar.

*Las raíces no se adhieren.

*No son porosas.

*No son estables térmicamente, calentándose y enfriándose.

*Debido a su poco peso, el conjunto es inestable.

En general el contenedor ideal debe poder contener a la planta durante dos o tres años y la mayoría de especies prefieren contenedores pequeños y profundos. Los de plástico transparente son perfectos ya que la raíz puede recibir la luz, como sucede en la naturaleza.

macetero transparente
macetero rejilla
macetero con agujeros
  • Sustrato. Las plantas que podemos adquirir en el mercado tienen cierta edad y han crecido en un sustrato determinado por lo que al adquirirlas deberemos preguntar qué tipo de sustrato es para tenerlo en cuenta en los futuros cambios de sustrato. El cambiar una planta de un sustrato a otro de condiciones físicas y químicas distintas puede conllevar un gran estrés para la planta si no se adapta al nuevo sustrato.

Un sustrato recomendado es dos partes de corteza de pino, una de piedra porosa y otra de carbón vegetal.

  • Luz. Las orquídeas se clasifican en tres tipos según sus necesidades lumínicas:
    • Especies que necesitan poca luz: la intensidad requerida, refiriéndonos a un fotoperiodo de 12 horas de duración, es de 11.000 a 16.000 lux (la luz directa del sol emite entre 60.000 y 100.000 lux)
    • Especies de necesidad media: de 16.000 a 32.000 lux.
    • Especies de alto requerimiento lumínico: de 32.000 a 48.000 lux.

Debemos de proporcionar a nuestras plantas una luz brillante, pero de manera indirecta. No debemos de exponer a nuestras plantas a la luz directa del sol, sobre todo en periodo de floración, ni siquiera a través de un cristal. Algunas especies si toleran la luz directa del sol, pero solo durante el otoño y el invierno. Para saber si le estamos aportando a nuestra planta la cantidad de luz correcta nos fijaremos en el color de sus hojas:

    • Si son de color verde claro brillante le estamos aportando la cantidad correcta; este es el estado idóneo para la floración.
    • Si el color es verde oscuro está recibiendo mucha luz y la planta aumenta la síntesis de pigmentos para protegerse de la radiación. Si no corregimos la situación pueden aparecer manchas de color café en las hojas.
    • Si se vuelven verde amarillento está recibiendo poca luz. En esta situación el sistema radicular está sano pero los brotes son escasos, pequeños y no florecerá.

También podemos hacer uso de lámparas de interior: yo os aconsejo las de led con un espectro completo de luz. Podemos controlar la luz que le estamos aportando a nuestra planta mediante el uso de un luxómetro. Podemos tenerlas iluminadas de 12 a 14 horas.

Si tenemos que mover una planta de una zona con poca luz a otra con más luminosidad lo haremos de forma gradual ya que una planta criada en un ambiente con poca luz tiene la cutícula de la hoja más fina y menos pigmentos protectores.

Luxómetro. Medidor de oxigeno para nuestras orquídeas

Luxómetro

  • Orientación. Todas son buenas excepto la orientación norte. La orientación este es idónea en épocas de calor debido a que recibe los primeros rayos de sol evitando las horas centrales. La orientación oeste y sur también son buenas, pero aquí tenemos que tener cuidado con los golpes de sol.
  • El riego. Las orquídeas epífitas crecen sobre árboles y otras plantas con las que cohabitan de forma natural y obtienen la humedad que necesitan para su supervivencia del aire y del agua de lluvia que escurre por la superficie de las ramas de sus hospedadores. Esto significa que las raíces de las orquídeas epífitas no están nunca sumergidas en agua en su hábitat natural por lo que tampoco deberán estarlo en la maceta en la que la tengamos. Por todo esto, la forma de regar a las orquídeas es un poco distinta a la del resto de las plantas y la frecuencia de estos riegos será función de:
    • De la humedad relativa del ambiente donde se cultiva la orquídea; a menor humedad ambiental mayor frecuencia de riegos.
    • El tamaño de la maceta; cuanto menor sea nuestra maceta con mayor frecuencia deberemos regar.
    • El tamaño de la planta; las plantas más grandes requieren una mayor frecuencia de riego.
    • El tipo de sustrato en el que crece la planta; normalmente los sustratos para el cultivo de orquídeas suelen ser muy drenantes y cuanto más drene mayor ser la frecuencia de riego.
    • El tipo de orquídea; hay especies que requieren más agua que otras.
    • La temperatura ambiental; a mayor temperatura mayor frecuencia de riego.
    • Estado fenológico de la planta; el periodo que más agua demanda es el de crecimiento vegetativo, seguido del de floración; en el periodo de latencia pararemos los riegos y únicamente estaremos atentos de evitar la desecación excesiva de la raíz.
    • De la ventilación; a mayor renovación de aire mayor frecuencia de riego.

Las orquídeas se pueden regar mediante una ligera aspersión por arriba mediante un pulverizador o sumergiendo la maceta 10 minutos en un recipiente con agua. Lo que tenemos que tener en cuenta es que el agua debe de drenar en poco tiempo para que la raíz no esté en contacto con el agua demasiado. Sabremos si estamos regando bien cuando las raíces tienen un color verde claro; si se tornan marrones las estamos regando en exceso y si se tornan de color blanquecino es que le falta agua. Es recomendable regar con agua osmotizada (la más parecida a la de lluvia) de pH 7, ya que así nos evitaremos el cloro y el sodio y recrearemos las condiciones ambientales de las selvas tropicales; si tenemos la posibilidad de recoger el agua de lluvia y almacenarla es lo ideal; si no tenemos estas posibilidades utilizaremos agua filtrada o agua de manantial embotellada con bajo contenido en calcio. Si tenemos que usar agua del grifo la dejaremos reposar al sol para que se evapore el cloro. El mejor momento para regar es a primera hora de la mañana en periodos de calor y a media mañana en época fría. No aplicaremos agua en aspersión cuando le de el sol a la planta ya que le podemos causar quemaduras en las hojas por el efecto lupa de las gotas. En época de floración evitaremos mojar las flores para evitar ataques de hongos.

  • Ventilación. Es necesario una adecuada renovación del aire del ambiente para evitar los ataques de hongos, evitando siempre las corrientes excesivas y frías.
  • Temperatura. Las orquídeas son especies que pueden desarrollarse en ambientes fríos, templados y cálidos, pero la mayoría se desarrollan en ecosistemas tropicales, aunque algunas soportan climas extremos como heladas, altas temperaturas y precipitación. La temperatura que se tiene en el interior de las casas es adecuada para cultivar los tipos más comunes de orquídeas; en general si la temperatura es confortable para el ser humano, lo será para las orquídeas. Si las tenemos en el exterior deberemos meterlas a cobijo si la temperatura desciende por debajo de los 10ºC en invierno o si en verano la humedad relativa desciende mucho. A título informativo los rangos de temperatura idóneos son:

Tipo de clima

día ºC

noche ºC

Cálido

25-30

20-25

TEmplado

18-25

13-15

frío

15-20

10-15

  • Humedad relativa. La humedad relativa óptima para nuestras orquídeas es de 60-80% pero en las viviendas lo normal es un 30-40% e incluso menos; para corregir esto basta con llenar una bandeja de piedras, echar agua y colocar encima nuestras plantas para que aprovechen la humedad que provoca la evaporación del agua de la bandeja. Controlaremos siempre que la bandeja tenga agua. También podemos hacer pulverizaciones ligeras y frecuentes con agua o instalar un humidificador que aporte agua en forma de fina niebla sobre las plantas.
  • Fertilización. En su ambiente natural, las orquídeas se nutren de los restos orgánicos que se han acumulado durante muchos años donde crecen o que poco a poco provee la naturaleza, por lo tanto, están acostumbradas a recibir nutrientes en pequeñas cantidades, pero de forma continua. Durante la época de crecimiento vegetativo aplicaremos una solución fertilizante más rica en nitrógeno, pasando a una de floración en el momento en el que aparezcan los primeros esbozos de los botones florales. Una vez terminado el ciclo y en época de reposo no aportaremos nutrientes. También es aconsejable el aporte de aminoácidos de vez en cuando.
Fertilizante para orquídeas Fertihose crecimiento vegetativo
Fertilizante Fertihose crecimiento vegetativo
Fertilizante para orquídeas Fertihouse floración
Fertilizante Fertihouse floración
Fertilizante para orquídeas Fertihouse organium
Fertilizante Fertihouse organium

Fertihouse tiene una completa línea de soluciones fertilizantes para adaptarse a cualquier planta y en cualquier momento; aplicaremos FERTIHOUSE CREMIENTO VEGETATIVO a una dosis de 0,5-1 ml/litro de agua en fase de crecimiento vegetativo pasando a FERTIHOUSE FLORACIÓN, a la misma dosis en el momento en el que aparezcan los botones florales. Una vez al mes aportaremos 1 ml/litro de agua de FERTIHOUSE ORGANIUM con el fin de bioestimular a la planta.

Como trasplantar una orquídea

A nuestras orquídeas deberemos renovarle el sustrato en función de su ritmo de crecimiento, pero en general se hace cada dos o tres años como mucho, aumentando en cada trasplante el tamaño de la maceta y para ello procederemos de la siguiente forma:

  1. Extraeremos la planta con cuidado de que las raíces no hayan adherido a la maceta.
  2. Removeremos con los dedos el sistema radicular para desprender el sustrato adherido.
  3. Aprovecharemos para eliminar las raíces muertas o dañadas.
  4. No eliminaremos las raíces superficiales que se salen de la maceta pues las usan para captar aire y agua.
  5. Esterilizamos la nueva maceta sumergiéndola en agua y lejía.
  6. Llenaremos el fondo de la nueva maceta con dos o tres dedos de sustrato.
  7. Ubicamos la planta y rellenamos los huecos con el sustrato nuevo presionando suavemente.
  8. No debemos regar de inmediato sino cuando aparezcan las primeras nuevas raíces lo que sucede a los 15-20 días del trasplante.

El mejor momento para el trasplante es al inicio de la primavera o del otoño.