Vamos a preparar nuestra vid para la llegada del invierno y así asegurarnos una próxima campaña sin sobresaltos.
El final del otoño empieza la época de la poda de las especies leñosas y también es un buen momento para prestar atención a la prevención de enfermedades causadas por hongos en la madera, tales como la Yesca, Eutipiosis, De Petri, Pié Negro, etc. Cuantos más años tengan las plantaciones, mayor es la probabilidad de que están afectadas por este tipo de enfermedades, pero de unos años a esta parte nos estamos encontrando con fincas con plantas muy jóvenes que ya muestran sintomatología de alguna de estas enfermedades, con los graves problemas que esto puede representar.


En las fincas más afectadas lo mejor es arrancar las plantas; en los casos menos graves las plantas pueden seguir en producción, pero estas enfermedades causan un enorme deterioro en la calidad de la cosecha. Como siempre os digo y en el caso de los hongos, es mejor prevenir que curar. Estas enfermedades son causadas por hongos patógenos que colonizan los haces vasculares (xilema y floema) po0r lo que alteran el interior de la madera, disminuyendo progresivamente la capacidad de la vid de realizar el transporte de la savia, tanto la savia bruta como la elaborada, terminando por necrosar la madera y pudrirla.
Los primeros síntomas que producen este tipo de enfermedades es un hinchamiento de la madera con una posterior necrosis. A lo largo de la enfermedad, pueden llegar a convivir varios tipos de hongos. De hecho, estas patologías suelen estar formadas por diversas especies de hongos las cuales actúan secuencialmente: al principio las especies infectivas por excelencia y después las saprófitas, es decir, las que se alimentan de materia muerta.
En cuanto a las medidas preventivas a establecer la primera, y como no podía ser de otra forma, está la de usar material vegetal certificado y de calidad; es recomendable antes de realizar una nueva plantación el utilizar material vegetal sano y con garantías, comprando la planta en viveros debidamente registrados para vid y que esta planta proceda de material base debidamente controlado y analizado. Debemos de tener presente el no plantar vid donde antes haya habido un cultivo de esta y mucho menos si han tenido problemas con alguna de las enfermedades antes comentadas; es recomendable dejar unos años para así eliminar las formas de resistencia de este tipo de hongos. Una vez recibida la planta estaremos atentos a los primeros momentos del desarrollo de esta, para comprobar si su desarrollo se asemeja a los estándares BBCH aparte de comprobar una buena unión patrón-portainjertos, descubrir la raíz y ver un buen desarrollo y que la madera sea flexible y no quebradiza.
Si lo que tenemos son plantaciones ya establecidas en las cuales el problema no es terminal podemos luchar haciendo una poda dirigida a eliminar la madera afectada por debajo de donde la veamos sana: no cortéis inmediatamente debajo de la zona afectada sino unos centímetros por debajo. Así aseguramos una mejor asepsia.

- Realizar la desinfección de herramientas con alcohol de quemar (96º), con lejía diluida en agua al 50% o usando otros productos comerciales para este fin.
- Siempre intentaremos podar con tiempo seco, evitando las escarchas y dejando como mínimo una semana después de una lluvia.
- Si tenemos síntomas o sospechas de enfermedades fúngicas podaremos dos centímetros por debajo del inicio de la madera sana.
- Si se realizan grandes cortes los haremos lo más trasversal y recto posible para conseguir el menor tamaño de la herida y que facilite el drenaje del agua de lluvia, además de aplicando algún fungicida o pasta cicatrizante que evite la entrada de hongos.
- Arrancaremos y eliminaremos de la finca las plantas muy afectadas o muertas, procediendo a su quema previa solicitud a la administración pertinente.
- Últimamente, y ya no solo en vid sino en frutales de hueso, pepita y cítricos, existe la tendencia de triturar los restos de poda e incorporarlos a la tierra como aporte de materia orgánica. Para mi es un error ya que estamos dejando las formas de inóculo de plagas y enfermedades. Si optamos por triturar los restos intentaremos conseguir un picado intenso y lo enterraremos totalmente. Complementariamente, puede añadirse calcio para facilitar su degradación y eliminación de patógenos, o bien alternativamente materia orgánica fresca que sirva como fuente de microorganismos antagónicos y acelere su degradación.
- Para evitar la proliferación de los hongos de la madera, especialmente si se observan síntomas claros, a la vez que para reducir el periodo de infección a través de las heridas de poda, inmediatamente después de realizar las labores de poda haremos algún tratamiento con productos a base de cobre. Si por desgracia tenemos la enfermedad ya establecida deberemos consultar con algún técnico para que nos informe de los productos que podemos usar si los hay. Una alternativa a los tratamientos fitosanitarios convencionales a base de fungicidas, son los productos formulados a base de hongos antagonistas como puede ser el caso de las Trichoderma spp. aunque su efecto es más a medio o largo plazo. En este caso, debemos tener en cuenta que se trata de un organismo vivo, por lo que es muy importante que estas aplicaciones se practiquen en las condiciones indicadas en la etiqueta por el fabricante.