Con esta publicación iniciamos una serie de artículos dedicados a la práctica denominada “Riego Deficitario Controlado”, muy usada en los cultivos leñosos. La escasez de agua en ciertas zonas como la mitad sur de España está haciendo que se ahonde cada vez más en técnicas de cultivo compatibles con la eficiencia del uso del agua.
Riego Deficitario Controlado (RDC)
- Qué es el riego deficitario controlado
- Condiciones para que se pueda aplicar el riego deficitario controlado
- Cuando aplicar el riego deficitario controlado
- Ventajas del riego deficitario controlado
Qué es el riego deficitario controlado
El cultivo de ciertas especies de leñosas, como el almendro, el olivo, el pistacho y la vid, etc. son considerados como cultivos resistentes al estrés hídrico, pero esto no significa que no respondan bien al riego de hecho, el riego es la práctica agronómica que más incrementa el rendimiento de un cultivo. Los cultivos originarios del arco mediterráneo son cultivos que por haber evolucionado en situaciones de estrés hídrico responden muy bien al aporte de riego. El estrés hídrico disminuye la turgencia celular lo que afecta a la expansión de los foliolos de las hojas, a la apertura del estoma y todo esto se traduce en una menor asimilación del carbono atmosférico y una menor tasa fotosintética.
El riego deficitario controlado aparece a finales de la década de los 80 del siglo XX en California como una práctica para mejorar la eficiencia en el uso del agua en cultivos leñosos sin que lleguara a afectar significativamente a los rendimientos de estos. La estrategia se basa en una menor aplicación de las necesidades hídricas optimas del cultivo en aquellas fases fenológicas que lo permiten y que hace que la producción y la salud del cultivo no se resientan, satisfaciendo las necesidades hídricas óptimas en los periodos más críticos.
Condiciones para que se pueda aplicar el riego deficitario controlado
La práctica del RDC requiere que se cumplan unas premisas, tanto a nivel de cultivo como edafoclimáticas y estas son las siguientes:
- Que el cultivo tenga claramente separadas y diferenciadas las fases de crecimiento vegetativo y la de crecimiento de fruto.
- Que el cultivo no tenga unas altas necesidades hídricas, lo cual nos lo dice el coeficiente de cultivo de esa especie (Kc).
- Que el suelo no tenga excesiva capacidad de retención de agua.
- Que la zona geográfica donde se ha implantado el cultivo no tenga episodios de lluvias en el periodo óptimo para aplicar el riego deficitario.
- Es fundamental un sistema de riego localizado que controle rápidamente y con precisión los aportes de agua.
Cuando aplicarlo
Para un correcto manejo del riego deficitario controlado es imprescindible conocer la fenología del cultivo. Por lo general el desarrollo del ciclo de cultivo de las especies leñosas pasa por las siguientes fases:
- Fase I; prefloración. Se caracteriza por un intenso crecimiento vegetativo. En esta fase la aplicación del RDC adelanta la floración y controla el crecimiento del árbol.
- Fase II; desde inicio de floración hasta cuajado de fruto. Esta fase es la más sensible y la que determinará el tamaño final del fruto; una falta de agua supondría una merma importante en la cosecha.
- Fase III; de cuajado de fruto hasta que alcanza el tamaño definitivo. Se caracteriza por una estabilización del crecimiento vegetativo. Esta es la fase idónea para la aplicación del riego deficitario controlado y en función de cada especie así actuaremos.
- Fase IV; llenado y maduración. Esta es otra fase sensible, aunque no tanto como la fase I.
Ventajas
- Produce un notable ahorro de los recursos hídricos sin comprometer el rendimiento del cultivo.
- Mejora la calidad de los frutos al aumentar el contenido de sólidos solubles, el contenido en compuestos volátiles, la firmeza de la carne y el color de los frutos.
- Aumenta el porcentaje de sustancias bioactivas.
- Adelanta la fecha de recolección.
- Restringe el crecimiento vegetativo del árbol incidiendo positivamente en la inducción floral.