La mancha negra, mancha dura o citrus black spot es la principal enfermedad fúngica de los cítricos a nivel mundial causando graves daños en el cultivo del limón, mandarina, pomelo, lima y naranja. El pasado 13 de abril de 2022 se publicó el Reglamento de Ejecución (UE) 2022/630 por el que se establecen medidas temporales respecto a los frutos especificados originarios de Argentina, Brasil, Sudáfrica, Uruguay y Zimbabue para prevenir la introducción y propagación en el territorio de la Unión Europea de la plaga de Phyllosticta citricarpa (McAlpine) pero el Grupo de Contacto de Cítricos de España, Francia, Italia y Portugal consideran “insuficientes” las nuevas medidas de control adoptadas por la Unión Europea para prevenir la introducción y propagación en el mercado comunitario de la mancha negra

La mancha negra de los cítricos (Citrus Black Spot): Phyllosticta citricarpa McAlpine Van Der Aa

  1. Qué es la mancha negra de los cítricos
  2. Área de distribución de la mancha negra
  3. Daños producidos por la mancha negra de los cítricos
  4. Ciclo biológico de Phyllosticta (Guignardia) citricarpa.
  5. Métodos de control de la mancha negra de los cítricos

Qué es la mancha negra de los cítricos

Es la principal enfermedad fúngica de los cítricos a nivel mundial y está causada por el hongo ascomiceto Guignardia citricarpa Kiely (forma sexual); la forma asexual se corresponde con Phyllostictina citricarpa McAlpine Van Der Aa, hasta hace poco denominada Phoma citricarpa McAlp. Esta enfermedad fue descrita por primera vez en Australia en 1895 extendiéndose posteriormente a África, Asia y América. La mancha negra está ampliamente distribuida en los países citrícolas de Sudamérica, como Brasil, Argentina y Uruguay, así como en Australia, China y en diferentes regiones del continente africano como Sudáfrica, Ghana y Uganda. La enfermedad se detectó en el año 2010 en Florida (EE UU), siendo ésta la primera cita en Norteamérica. En la actualidad no se encuentra presente en la Unión Europea.

Phyllosticta citricarpa (Guignardia citricarpa) está incluida el Anexo II, Parte A, Sección I de la Directiva 2000/29 del Consejo de 8 de mayo de 2000 relativa a las medidas de protección contra la introducción en la Comunidad de organismos nocivos para los vegetales o productos vegetales y contra su propagación en el interior de la Comunidad y en la lista A1 de la EPPO (Organización Europea para la Protección de las Plantas).

Área de distribución de la mancha negra

Distribución mundial de la enfermedad de la mancha negra
Distribución mundial de la enfermedad de la mancha negra

La enfermedad de la mancha negra de los cítricos es propia de zonas tropicales y subtropicales con altas temperaturas y veranos lluviosos (Cw, Cf), pero también subsiste en regiones con climas mucho más secos (Estepa Árida BS) e incluso existen zonas afectadas en regiones de clima desértico (BWh). En la cuenca mediterránea España, Grecia, Turquía, Chipre, Siria, Israel, Túnez, Libia, Argelia y Marruecos poseen zonas con tipología climática BS.

La mancha negra se caracteriza por un desarrollo epidémiológico muy lento, pudiendo pasar varias décadas entre su primera detección en una zona hasta la generalización de las pérdidas económicas (Kotzé, 1981), pero no existe ni un solo caso exitoso de erradicación tras su introducción en una nueva zona.

Distribución del clima Estepa Árida (BS) según la clasificación Köppen-Heiger en los países mediterráneos
Distribución del clima Estepa Árida (BS) según la clasificación Köppen-Heiger en los países mediterráneos

Daños producidos por la mancha negra de los cítricos

Todas las especies y variedades de cítricos cultivadas son sensibles a la mancha negra sin embargo el naranjo amargo (Citrus aurantium L.) y la lima Tahití (Citrus latifolia Tanaka) son especies relativamente tolerantes a la enfermedad; el patógeno puede infectarlas, pero no provoca síntomas. Los limones y las naranjas tardías son las especies más sensibles, siendo el limón empleado como testigo ya que la enfermedad se detecta en las hojas muy rápidamente. Otras especies no cítricas hospedadoras de este patógeno son el almendro (Prunus dulcis), el aguacate (Persea americana), Eucalyptus sp, el mango (Mangifera indica), la pasionaria (Passiflora edulis) y otras ornamentales.

La sintomatología foliar rara vez se aprecia en plantaciones de cítricos bien llevadas (salvo en el limonero); esta se manifiesta en las hojas como pequeños puntos necrosados y hundidos, con forma redondeada y con el centro de color grisáceo rodeados por un anillo pardo oscuro y un halo amarillo, aunque este último no siempre se hace evidente. En cuanto a los frutos, la época más sensible es desde cuajado hasta que alcanzan 4-5 cm y la sintomatología puede presentarse de cuatro formas:

  1. Puntos duros (hard spot). Es la sintomatología más típica de la enfermedad y aparece cuando la fruta comienza a virar de color y en la zona del fruto más expuesta al sol; son lesiones más o menos circulares, hundidas y de color rojo ladrillo, con el borde sobresaliente, de color pardo-negruzco y con tejido necrosado de color gris en el centro.
  2. Sarpullido (speckled blotch). Aparece en el fruto aún verde como muchos puntos de color pardo-oscuro. Solo se da en limón.
  3. Mancha virulenta. Se presenta en fruta sobre madura e incluso en postcosecha si las temperaturas son muy altas; las lesiones tienen forma irregular, deprimidas, de color pardo-rojizo y se desarrollan rápidamente.
  4. Manchas rojizas. Se desarrollan en limón y naranja en estado maduro y pueden evolucionar a punto duro.
Sintomatología de la enfermedad de la macha negra en hojas
Sintomatología de la enfermedad de la macha negra
Sintomatología de la enfermedad en piel del fruto
Sintomatología de la enfermedad en fruto
Sintomatología de la enfermedad de la macha negra

Ciclo biológico de Phyllosticta (Guignardia) citricarpa

El ciclo biológico del agente causal de la mancha negra de los cítricos se puede dividir en ciclo primario y ciclo secundario:

  • Ciclo primario o ciclo sexual. Las estructuras infectivas son las ascosporas y este ciclo es el responsable de la introducción del patógeno por primera vez en una zona geográfica y del inicio de la enfermedad. Altas temperaturas combinadas con periodos de lluvias favorecen la aparición de las ascosporas.
  • Ciclo secundario o asexual. Las estructuras infectivas son los conidios y es el causante del incremento de la enfermedad en la parcela.

La principal fuente de inóculo de P. citricarpa es la hojarasca que se acumula en el suelo de las parcelas tras la defoliación gradual de las hojas afectadas; el proceso de maduración de las ascosporas en la hojarasca es relativamente largo y está influido por las condiciones de temperatura y humedad. Las ascosporas maduras se liberan al ambiente principalmente por acción de la lluvia y son diseminadas por las corrientes de aire. El período crítico de infección comienza al inicio de la caída de pétalos coincidiendo con episodios de lluvia; el fruto sigue siendo susceptible durante 4 o 7 meses, después de los cuales ya no se produce infección independientemente de que las condiciones climáticas sean las idóneas y exista alta presencia de inóculo en la parcela. Una vez producida la infección el hongo puede estar latente hasta tres años en las hojas (no aparecerían los síntomas hasta la caída de las mismas) y hasta 15 meses en los frutos.

Cuando la ascospora germina, produce un tubo y un apresorio, a partir del cual penetra en la cutícula y se expande formando una pequeña masa de micelio entre la cutícula y la epidermis del fruto. El hongo permanece en este estado de latencia hasta que el fruto esta desarrollado o maduro; entonces, puede crecer más hacia el interior de la corteza, produciendo los síntomas de la mancha negra muchos meses después de que haya tenido lugar la infección. El desarrollo de los síntomas en frutos maduros se acelera con el ascenso de las temperaturas, las altas intensidades luminosas, la sequía, el envejecimiento del fruto y por el escaso vigor del árbol; por lo general, los árboles viejos tienen más mancha negra que los jóvenes.

Métodos de control

La detección de la mancha negra de los cítricos en una zona tiene como principal inconveniente el largo periodo de latencia de la enfermedad; el hongo puede estar presente tanto en el lecho de hojarasca del suelo (que es la principal fuente de inóculo) como en las hojas y tallos del árbol y no presentar síntoma alguno. Incluso los frutos, donde es más fácil percibir los síntomas, pueden permanecer asintomáticos hasta después de la cosecha. Por lo tanto, a la hora de buscar la posible presencia de la enfermedad se ha de priorizar la búsqueda sobre frutos maduros o cosechados de las especies más susceptibles, como son el limón (C. limon) y la naranja dulce tardía (C. sinensis). La aparición de la enfermedad en una zona la cual estaba exenta se debe principalmente a la introducción de material vegetal proveniente de zonas infectadas por lo que la profilaxis se presenta como la primera y principal medida a tomar; mantener la cadena de frío durante todo el periodo de transporte de la fruta a temperaturas menores o iguales a 5°C es una medida de manejo adecuada para evitar la producción de estructuras reproductivas del patógeno sobre frutas. Como la principal fuente de inóculo es la hojarasca se recomienda enterrarla mediante una labor de fresadora o fumigarla con productos que aceleren su descomposición como urea o cal. Si tenemos naranja tardía evitaremos tener frutos de la temporada anterior en el árbol en el momento de la floración. También la aplicación de productos que hagan que la floración se produzca al mismo tiempo hace que los tratamientos fungicidas cojan a todos los frutos en un mismo estadio de desarrollo, aumentando su efectividad.

Una vez el hongo dentro del cultivo el manejo incluye la aplicación periódica de fungicidas cada 25-30 días hasta 4-7 meses después del cuajado; inicialmente actuaremos de manera preventiva usando productos a base de cobre (sulfato de cobre, hidróxido de cobre, oxicloruro de cobre y óxido de cobre) y Ditiocarbamatos (Mancozeb) combinados algunas veces con aceite mineral al 1% como coadyuvante. El uso de bencimidazoles es efectivo cuando hay infección, pero debemos alternar los tratamientos con fungicidas a base de estrobilurinas (Azoxistrobin, Piraclostrobin, Trifloxistrobin, etc.) para evitar la aparición de resistencias. El volumen apropiado de caldo es de un litro por cada metro cúbico de copa de árbol.