Las propiedades físicas del suelo, junto con las químicas son las que determinan la actividad biológica. En este artículo vamos a ver como influyen en la productividad de nuestros huertos y jardines.

PROPIEDADES FÍSICAS DE LOS SUELOS.

INTRODUCCIÓN.

QUE ES LA TEXTURA DE UN SUELO.

QUE ES LA ESTRUCTURA DE UN SUELO.

DENSIDAD DEL SUELO.

POROSIDAD DEL SUELO.

TEMPERTURA DEL SUELO.

COLOR DEL SUELO.

INTRODUCCIÓN.

Los suelos, tal y como los conocemos, son una mezcla de una fase sólida, compuesta por partículas minerales y materia orgánica en mayor o menor grado de descomposición (complejo órgano-mineral), una fase líquida (agua) y una fase gaseosa (aire).

El que el complejo órgano-mineral esté constituido por partículas de distinto tamaño da lugar al concepto de TEXTURA DE SUELO.

Pero dichas partículas se agrupan formando unidades estructurales secundarias, y esto da lugar al concepto de ESTRUCTURA DE SUELO.

Y como consecuencia de las dos propiedades anteriores aparece una tercera, EL ESPACIO POROSO.

QUE ES LA TEXTURA DE UN SUELO.

Definimos textura de un suelo como el porcentaje en arcilla, arena y limo que lo componen. Es la propiedad más importante en cuanto a la producción vegetal ya que determina a su vez la siguiente propiedad, la estructura del suelo que es la que determina el desarrollo radicular de las plantas. La estructura del suelo depende en primer lugar de la roca madre de la que procede y en segundo lugar de la evolución de ese suelo con el paso del tiempo.

Tabla de la textura del suelo

Una vez expuesto el cuadro anterior la determinación de la estructura de un suelo no es más que expresar en % el contenido en cada uno de sus componentes y para ello nos resultará muy útil el cuadro U.S.D.A.:

Cuadro U.S.D.A. de la determinación de la textura del suelo
Cuadro U.S.D.A. de la determinación de la textura del suelo

Vamos a ver ahora como manejar el cuadro U.S.D.A. Si nos dicen que tenemos un suelo con un 30% de arena y un 30% de arcilla, por lógica sacaremos que el de limo tiene que ser de un 40% (100-(30+30)) y la forma de progresar en cada uno de los laterales del triángulo es la que os muestro aquí; en arena progresamos según la línea azul, en arcilla según la línea amarilla y en limo según la línea verde. Donde se junten los tres puntos tenemos la textura del suelo. Las texturas más equilibradas se encuentran situadas en la zona central del triángulo y las más extremas hacia los vértices. Según este diagrama los suelos se pueden clasificar según su textura en:

Tabla clasificatoria de los suelos según su textura
  • Suelos arenosos.
    • Suelos de textura gruesa.
      • Arenosos.
      • Arenosos francos.
    • Suelos de textura moderadamente gruesa.
      • Franco arenosos.
      • Franco arenosos finos.
  • Suelos francos.
    • Suelos de textura media.
      • Francos.
      • Franco limosos.
      • Limosos.
    • Suelos de textura moderadamente fina.
      • Franco arcillosos.
      • Franco arcillo arenosos.
      • Franco arcillo limosos.
  • Suelos arcillosos.
    • Suelos de textura fina.
      • Arcillo arenosos.
      • Arcillo limosos.
      • Arcillosos.

Como ya habréis podido suponer cada tipo textural tiene unas características determinadas las cuales os paso a resumir en este cuadro:

CARACTERÍSTICATIPO DE SUELO SEGÚN SU TEXTURA
ARCILLOSOLIMOSOARENOSOFRANCO
ErosiónAltaAltaMedia-bajaMedia
Tendencia a formar una buena estructuraAltaBajaMedia-bajaMedia-alta
Mineralización de la materia orgánicaBajaBajaAltaMedia
Retención de nutrientesAltaMedia-bajaBajaMedia-alta
Infiltración de aguaBajaBajaAltaMedia
Retención de aguaAltaMediaBajaMedia-alta
AireaciónBajaBajaMediaAlta

Estamos en condiciones de afirmar que los mejores suelos para uso agrícola son los suelos francos; para unas especies serán los franco-arcillosos y para otras los francos-arenosos.

Imagen de una pala enterrada en el suelo

QUE ES LA ESTRUCTURA DE UN SUELO.

Definimos el concepto estructura de suelo a la manera en la que los distintos componentes antes vistos (arena, limo y arcillas) se agrupan junto con la materia orgánica para formar unas estructuras secundarias llamadas agregados mediante interacciones físico-químicas entre ellos. La manera en la que se forman los agregados puede hacer de un suelo con una textura mala, aceptable para el cultivo.

La formación de la estructura de un suelo depende, fundamentalmente, de dos procesos:

  • La floculación de las partículas coloidales; las partículas coloidales son aquellas de un diámetro menor a 0,002 mm, es decir, las arcillas y el humus. La floculación es un proceso de naturaleza electrocinética (cargas eléctricas) y se ve favorecida por la presencia de los cationes Ca+2 y en menor media Mg+2. Sin embargo, si el catión predominante es el Na+ se produce dispersión. Este proceso de floculación necesita, aparte de partículas cargadas eléctricamente, de moléculas bipolares que hagan de puente: las moléculas de agua.
  • La unión de las partículas más gruesas por la acción de estas partículas coloidales floculadas; se conoce por “cementación” y se produce una vez que el material coloidal hidratado comienza a secarse.

La estabilidad posterior de estos suelos cementados dependerá del contenido de coloides; un suelo arenoso se mantendrá cohesionado mientras permanezca húmedo pero una vez seco perderá la estructura. Los dos tipos de partículas coloidales que existen tienen un modo distinto de actuar; mientras que las arcillas tienen más efecto en la floculación mientras están húmedas debido a que el agua penetra en sus estructuras, la materia orgánica o humus presenta más acción floculante cuanto menor cantidad de arcilla hay en un suelo y el efecto lo hace mediante acciones de quelación con diversos metales. Pero la materia orgánica no humificada no tiene poder floculante.

Otros cementantes inorgánicos son los oxihidróxidos de hierro y aluminio. También las plantas ayudan a mantener la estructura del suelo mediante la secreción radicular de sustancias mucilaginosas y por la propia acción mecánica de estas. Así mismo los microorganismos en su actividad rutinaria, también influyen con la secreción de sustancias que ayudan a la estabilidad de los agregados; por ello es fundamental la presencia de aire.

La acción del agua es fundamental en la evolución de los agregados del suelo:

  • La alternancia entre el mojado y posterior secado de un suelo favorece el cementado de los agregados.
  • La congelación y descongelación de los suelos favorece la agregación de los suelos incluso más que el mojado-secado.

Pero es el mantenimiento de una adecuada humedad es lo que favorece la formación de una buena estructura. También el laboreo que realizamos en los suelos es beneficioso a corto plazo, pero un laboreo muy continuado, a la larga, desestructura el suelo al provocar un aplastamiento por el paso continuado de la maquinaria, acelera la oxidación de la materia orgánica y favorece la presencia de microorganismos aeróbicos en detrimento de los anaeróbicos. Si volvemos a la figura de los horizontes del suelo que pusimos en un artículo anterior

lo normal es que en el horizonte A la estructura del suelo sea de tipo granular y en el B sea más gruesa; el horizonte C al estar formado por restos de la roca madre carece de estructura.

Degradación y regeneración de la estructura de un suelo. La estructura está viva y evoluciona constantemente con el paso del tiempo y el principal agente causante de la desestructuración de un suelo es el agua y esta puede actuar de dos formas:

  • Penetrando en los microporos rellenos de aire y haciéndolos estallar; en este caso el capilar puede resistir si el suelo presenta un buen contenido en humus ya que este posee sustancias hidrófobas como lípidos o grasas que dificultan la penetración del agua.
  • Dispersando los coloides que sirven de cementantes y es función del tipo de iones presentes en el suelo; como ya hemos visto el calcio y el magnesio favorecen la agregación y el sodio la dispersión.

Una vez un suelo está desestructurado, por ejemplo, por un exceso de agua debido a unas lluvias intensas que se han embalsado en la parcela, vamos a ver como devolver la estructura:

  • Esperaríamos a que el agua drenara y daríamos una labor profunda de vertedera para llevar a la superficie las partículas de limo y arcillas arrastradas a horizontes más profundos.
  • Aportaríamos materia orgánica, bien en forma de estiércoles, bien en forma de abonos verdes.
  • Realizaríamos una enmienda cálcica a base de carbonato de calcio.

DENSIDAD DEL SUELO.

Definimos como densidad real de un suelo (Dr) al cociente entre la masa de suelo seco y el volumen de suelo seco. Sin embargo, el concepto de densidad aparente (Da) se refiere al cociente entre la masa de suelo seco y el volumen de suelo total, incluyendo a la porosidad de este. La densidad aparente dependerá por lo tanto de su contenido en materia orgánica, de la textura, de la estructura y de su compactación; este valor es mucho menos constante que la densidad real.

POROSIDAD DEL SUELO.

Los poros de un suelo son los espacios por los que el agua y el aire circulan a través de él; se expresa en porcentaje de volumen de suelo y se puede determinar por la fórmula:

P (%) = 100 x ((1-(Da/Dr))

Podemos distinguir entre:

  • Macroporos. Son los de mayor tamaño y por ellos circula el aire y el agua con facilidad. Son más numerosos en los suelos arenosos que en los arcillosos.
  • Microporos. Son de menor tamaño y el flujo de aire y agua por ellos es más dificultoso. Son propios de los suelos de texturas finas.

La porosidad está relacionada con capacidad de infiltración del agua; cuanto mayor es el tamaño de los poros mayor será la permeabilidad. El suelo ideal es aquel que tiene igual volumen de microporos que de macroporos.

TEMPERATURA.

La temperatura de un suelo es uno de los parámetros que más importancia tienen a la hora de determinar los ciclos de cultivo y esta no depende solamente de las condiciones climáticas; generalmente ganan calor en verano y durante del día y lo pierden en invierno durante la noche. Sin embargo y dado que el calor específico es en torno 0,2 kcal/g si lo comparamos con el del agua que es de 1 kcal/g, veremos que hace falta 5 veces más de calor o de frío para calentar o enfriar un suelo húmedo que uno seco.

COLOR.

Esta característica es una de las más evidentes a la hora de observar un suelo y se realiza sobre el sistema de especificaciones Münsell (Münsell soil color book). El color es función de la proporción entre elementos minerales y orgánicos y su estado de evolución; en general la materia orgánica produce suelos de color oscuro debido a la presencia de sustancias húmicas. Las arcillas puras presentan colores blancos o grises pero los minerales que mayor influencia tienen en el color son los óxidos de hierro, los óxidos de manganeso, el carbonato de calcio y el sulfato de calcio y de ellos los más importantes son los óxidos de hierro:

Tabla del color que adquiere la tierra según los elementos que lo componen.