Cannabis:
“Si no eres capaz de fumar marihuana y tener una vida exitosa es tu problema”
INTRODUCCIÓN
El cannabis es una sustancia con una extensa y controvertida historia.
En un principio se pensó que su origen estaba en la región cultural del continente americano que comprende la mitad meridional de México, los territorios de Guatemala, El Salvador, Belice, así como el occidente de Honduras, Nicaragua y Costa Rica (lo que se conoce como Mesoamérica) pero ha sido constatado que está en la zona central de Asia y datan del tercer milenio A.C.; algunas zonas de Asia Central (desde el Cáucaso hasta las montañas de Altai), Asia Meridional (en las laderas del Himalaya y del Hindu Kush) y Asia oriental (a lo largo de los márgenes del río Yangzi) han sido propuestas por diversos autores como posibles localizaciones del origen natural del cannabis o de su domesticación primaria allá por el pleistoceno.

El cáñamo salvaje era utilizado ocasionalmente por las poblaciones locales para la manufactura de cordajes y extraían la fibra de una forma bastante tosca. La aplicación del cannabis medicinal se puede datar en códices de la antigua China (2727 a. de C.) o en plantas de marihuana encontradas en tumbas de las regiones sur de Siberia y noroeste de China. Su uso en origen parece ser exclusivo de ceremonias religiosas para posteriormente abarcar desde el lúdico y recreativo, pasando por un medio de relajación y meditación, hasta el tratamiento de varias enfermedades o el alivio de procesos vinculados a cierto tipo de malestares.
En las culturas india, persa, romana se usó el cannabis para aliviar diversos malestares, como la gota, el reumatismo, el síndrome premenstrual y el dolor, e infecciones como la malaria.
Los cannabinoides.
Los cannabinoides son compuestos orgánicos que contienen enlaces carbono-carbono y carbono-hidrógeno y que ocasionalmente pueden contener otros elementos como oxígeno, nitrógeno, azufre, etc.; pertenecientes al grupo de los terpenofenoles, activan los receptores del sistema endocannabinoide del organismo humano.
El sistema endocannabinoide (SEC) es un grupo de receptores cannabinoides endógenos localizados en el sistema nervioso central y periférico de los mamíferos; los principales se conocen como CB1 y CB2. El CB1 se localiza principalmente en el sistema nervioso central pero también se localizan de forma periférica en el bazo, las amígdalas, el corazón, la próstata, el útero y los ovarios entre otros. Por otro lado, los receptores CB2 se ubican principalmente en el bazo, amígdalas y en distintas células del sistema inmunológico. El SEC está involucrado en una variedad de procesos fisiológicos, incluyendo el apetito, percepción del dolor, humor y mediando los efectos psicoactivos del cannabis.

En función de su origen los cannabinoides se puede clasificar en:
- Cannabinoides herbarios o fitocannabinoides; son aquellos sintetizados de forma natural por la planta del cánnabis (cannabis sativa L).
- Endocannabinoides; son aquellos sintetizados por el sistema endocannabinoide presente en los mamíferos. El cuerpo los utiliza, como otros neurotransmisores, para enviar señales entre células.
- Cannabinoides sintéticos; son moléculas fabricadas en laboratorio y no tienen por qué regirse por la estructura de los fitocannabinoides.

Los fitocannabinoides
Los fitocannabinoides son bastante insolubles en agua, pero muy solubles en lípidos, alcoholes y otros disolventes orgánicos apolares.
En origen, la producción de cannabinoides por parte de la planta de cannabis estaba destinada a salvaguardar la supervivencia de esta frente a agentes causantes de estrés, tanto biótico como abiótico; no era más que un metabolito secundario. El metabolismo es el conjunto de reacciones químicas que realizan las células de los seres vivos para sintetizar sustancias complejas a partir de otras más simples, o para degradar las complejas y obtener las simples. Las plantas, organismos autótrofos, además del metabolismo primario presente en todos los seres vivos, poseen un metabolismo secundario que les permite producir y acumular compuestos de naturaleza química diversa. Estos compuestos derivados del metabolismo secundario se denominan metabolitos secundarios, presentan propiedades biológicas, muchos desempeñan funciones ecológicas y se caracterizan por sus diferentes usos y aplicaciones, como medicamentos, insecticidas, herbicidas, perfumes o colorantes, entre otros. Reciben también la denominación de productos naturales.
Los metabolitos secundarios intervienen en las interacciones ecológicas entre la planta y su ambiente y se dividen en cuatro grupos:
- Terpenos o terpenoides, es el grupo más importante de metabolitos secundarios, entre los que se encuentran las hormonas, los pigmentos y los aceites esenciales.
- Compuestos fenólicos, como las cumarinas, flavonoides, lignina y taninos.
- Glicósidos, como las saponinas, glicósidos cardiacos, glicósidos cianogénicos y glucosinolatos.
- Alcaloides, que tienen en común tres características: son solubles en agua, contienen al menos un átomo de nitrógeno en la molécula, y exhiben actividad biológica.
De entre los más de 113 fitocannabinoides presentes en la planta de cannabis destacamos:

THC (tetrahidrocannabinol).
Su nombre científico es delta-9-tetrahidrocannabinol y es uno de los cannabinoides más importantes de la marihuana y de los que se encuentra en mayor proporción en la planta. Se cree que su función principal era proteger a la planta de los herbívoros. El THC también posee altas propiedades de absorción de UV-B (luz ultravioleta) por lo que se ha sugerido que también podría proteger a la planta de la exposición nociva a esta radiación. Es el responsable de los efectos psicoactivos (alteraciones causadas al sistema nervioso central, tales como cambios en la percepción, en el estado anímico o en el dolor) aunque, sin embargo, también tiene beneficios medicinales.
Tiene propiedades analgésicas, antiepilépticas, antiinflamatorias y antieméticas, y se está investigando también sus efectos antitumorales. Además, se utiliza para abrir el apetito y para combatir el insomnio.
Por otro lado, presenta los siguientes efectos secundarios:
- Pérdida de memoria a corto plazo.
- Deterioro de la concentración.
- Aumento del ritmo cardiaco.
- Puede desencadenar o acelerar la aparición de esquizofrenia.
- Sequedad de boca.
- Alteración de los movimientos.
Es de destacar que no ha habido ninguna fatalidad humana documentada de una sobredosis de tetrahidrocannabinol o de cannabis en su forma natural.
El delta-8-tetrahidrocannabinol tiene un perfil farmacológico muy parecido al del delta-9-tetrahidrocannabinol, aunque sus efectos son más débiles. Sólo aparece en algunas variedades de cannabis y su concentración es muy pequeña en comparación con la del delta-9-tetrahidrocannabinol.

CBD
A diferencia del THC, el CBD no tiene efectos psicoactivos, pero ofrece un gran potencial medicinal. Es una de las razones por las que hemos visto un gran auge del CBD en los últimos años.
Es junto con el THC los dos cannabinoides de mayor presencia en la planta. Aunque el CBD y el THC tienen diferentes propiedades, comparten una relación de interdependencia que potencia y media los beneficios terapéuticos de cada uno de ellos, de hecho, incluso se considera que el CBD tiene efectos antipsicóticos, al mediar y neutralizar la psicoactividad del THC cuando se administran los dos juntos. Por este motivo, las variedades de cannabis para fines recreativos suelen contener niveles más elevados de THC, mientras que el cannabis medicinal puede centrarse tanto en el CBD como el THC, dependiendo de la enfermedad que se esté tratando.
La interacción del THC con el receptor CB1 es posiblemente lo que conduce al efecto psicoactivo del THC, sin embargo, el CBD no tiene mucha afinidad por CB1, pero sí por CB2.
Entre las propiedades terapéuticas más importantes atribuidas al CBD están:
- Analgésica.
- Anti-náusea y antivomitivo.
- Ansiolítica.
- Antipsicótica.
- Reductor de la apetencia por heroína, cocaína y alcohol.
- Inmuno-modulador.
Por ello, el CBD es recomendable en el tratamiento de enfermedades tales como:
- La epilepsia.
- Enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer, Parkinson y Esclerosis Múltiple).
- Dependencias químicas (alcoholismo, drogadicción).
- Trastorno de espectro autista.
- Enfermedades inflamatorias crónicas como la poliartritis crónica, enfermedad de Crohn, enfermedad inflamatoria intestinal
- Como acompañamiento de la quimioterapia en tratamientos antitumorales.
En cuanto a los efectos adversos, se puede presentar sensación de cansancio, somnolencia, sequedad de boca, cefaleas, mareos y disminución del apetito.

THCV
El THCV o tetrahidrocannabivarina es apenas el tercer cannabinoide en llegar al escenario principal de los cannabinoides. En dosis pequeñas, el THCV parece bloquear el receptor CB1, mientras que en dosis más altas parece tener un efecto potenciador parecido al THC, pero con una sensación mucho más lúcida y despierta. Ha empezado a ser noticia recientemente por su potente efecto estimulante de la actividad cerebral. Los efectos comienzan mucho antes que con el THC, pero también desaparecen antes.
La presencia de THCV en las variedades típicas de cannabis son mucho menores que las de THC y CBD de hecho se estima en un porcentaje menor al 0,2%.
Actualmente, la vía de estudio más emocionante con respecto al THCV es su potencial para tratar la intolerancia a la glucosa relacionada con la obesidad y con la resistencia a la insulina en los diabéticos. También es conocido por reducir la actividad convulsiva, un efecto común de la mayoría de los cannabinoides. Además de estos dos efectos especializados, el THCV tiene muchos de los mismos efectos significativos de muchos otros cannabinoides: es un antioxidante, lo que le proporciona a este cannabinoide las mismas propiedades neuroprotectoras que el CBD. También tiene efectos antiinflamatorios y analgésicos, particularmente en circunstancias de dolor inflamatorio como la artritis reumatoide.

CBDV
El CBDV o cannabidivarina, es un cannabinoide no psicoactivo. Al igual que el THCV, se ha encontrado en altas concentraciones en variedades índica que crecen en la India y el Nepal.
Como su primo hermano el CBD, el CBDV es un cannabinoide que no produce efecto psicoactivo, es decir, no provoca ese “colocón” que asociamos a la marihuana.
Así como el THC y el CBD ejercen su efecto sobre nuestro organismo a a través de su interacción con los receptores CB1 y CB2 de nuestro sistema endocannabinode, el efecto anti-convulsivo que produce el CBDV se activa a través de unos mecanismos en los que estos receptores no intervienen. Por lo visto, algunos de los efectos de este cannabinoide se modulan a través del receptor de potencial transitorio TRPV1, un canal iónico que actúa como receptor y que se encuentra en el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico. Por ello, está involucrado en la transmisión y regulación del dolor y de la integración de varios estímulos dolorosos.
Los niveles de CBDV presentes en la composición de las variedades de marihuana que actualmente encontramos en el mercado son inferiores a los de cannabinoides principales, como por ejemplo el CBD o el THC. Sin embargo, la concentración de cannabidivarina es más alta en las variedades ricas en CBD. Algunos indicios apuntan a que originariamente el CBDV se encontraba en mayores cantidades en algunas Landraces del norte de la India que crecían cerca de las áreas montañosas, y con las que se hace el famoso hashís nepalí.
El CBDV no es soluble en agua (o lo es en unas cantidades mínimas), y su biodisponibilidad por vía oral es muy baja (menos de un 6% en humanos), por ello este método de consumo no es el más recomendable para la administración de este cannabinoide.
Se está estudiando su influencia en el tratamiento de las siguientes enfermedades:
- Epilepsia; está demostrado su efecto anticonvulsivo en un amplio rango de ataques epilépticos sin afectar a las funciones motoras.
- Existen estudios prometedores relacionados con el autismo que apuntan a que la administración conjunta de CBD y CBDV podrían inducir a una mejora en a nivel cognitivo y social, así como reducir los comportamientos compulsivos y repetitivos.
- El síndrome de Rett es trastorno neurológico que afecta casi únicamente a niñas y mujeres. Está causado por mutaciones en el cromosoma X y se caracteriza por el deterioro de las funciones cognitivas, sensoriales, emocionales, motoras y autonómicas (movimientos de las manos, crecimiento retardado del cerebro, convulsiones y retraso mental). Un estudio realizado con roedores afirma que el CBDV contribuye a revertir el deterioro y la atrofia de las áreas del cerebro implicadas en el síndrome de Rett. De nuevo GW Pharma está impulsando un estudio para comprobar la efectividad de la cannabidivarina en el tratamiento de esta enfermedad.
- También se está demostrando en tratamientos en ratones que tanto la aplicación de THCV como de CBDV reducen los vómitos y náuseas.
