Plantas aromáticas

El primitivo ser humano, ya utilizaba las plantas aromáticas como repelentes de insectos y como aromatizante de las cuevas

Existen en la naturaleza un amplio grupo de plantas que aparte de su importante atractivo estético presentan una característica común: su elevado contenido en sustancias con propiedades químicas, bioquímicas y organolépticas específicas, que permiten su utilización como plantas aromáticas, medicinales y condimentarias.

El primitivo ser humano, ya utilizaba las plantas aromáticas como repelentes de insectos y como aromatizante de las cuevas en las que se refugiaban; también las usaban en sus ritos religiosos, pero sobre todo se convirtieron en el génesis de la primitiva medicina.

La Albahaca (Ocimun basilicum)

Una vez la planta está desarrollada, podemos cortar algunas de sus hojas y tallos en cualquier época del año para utilizarla como condimento para nuestros platos, como aromatizante para las estancias del hogar o para ahuyentar insectos. Sin embargo, si lo que queremos es utilizarla con fines curativos deberemos esperar a mediados de la floración, cuando las recolectaremos para dejarlas secar boca abajo en un lugar seco, ventilado y alejado de la luz solar y de cualquier foco de humedad. Una vez secas las almacenaremos en un frasco de cristal el cual abriremos cada cierto tiempo para renovar el aire.

En cuanto a la poda, al ser una planta anual de la cual aprovechamos las hojas, cortaremos las inflorescencias por debajo de las ultimas flores para con ello estimular de nuevo el crecimiento vegetativo y alargar la temporada productiva de la planta. Por descontado estas brotaciones secundarias o incluso terciarias serán de tallos más cortos y hojas más pequeñas.

En la cocina, es el ingrediente principal de muchas salsas, como el pesto genovés, debido a su marcado sabor herbáceo y un punto picante. También hay una variedad que se puede usar para ahuyentar insectos en las noches de verano y no es comestible. Como en el resto de plantas aromáticas, el calor reduce el efecto del aroma y del sabor por lo que las incorporaremos a los plantos en el momento final.

Presenta los siguientes principios activos:

  • Contiene entre un 0,70 y 0,80% de aceites esenciales ricos en estragol, eugenol, linalol, cineol y otros componentes volátiles. De ahí su fuerte aroma. Existen distintos tipos de albahaca, con aromas que hacen recordar el anís, alcanfor, clavo o limón
  • Flavonoides; sustancias antioxidantes responsables del color de las frutas y verduras. Actúan como poderosos antioxidantes, con características antiinflamatorias que asisten al sistema inmunológico. Son usados en la medicina tradicional china para la protección cutánea, mejorar la función cerebral y regular la presión arterial y el azúcar en la sangre.
  • Ácido cafeico. Tiene efectos antioxidantes y antiinflamatorios.
  • Sales minerales como hierro, cobre, manganeso y calcio.
  • Vitamina K. Interviene en la regulación de la coagulación de la sangre.
  • Vitaminas A, C y B9.
  • Aminoácidos como la lisina, isoleucina, leucina, cistina y metionina.
    El té de albahaca ayuda con digestiones pesadas, reduce el estrés, es diurética y ayuda a conciliar el sueño: ponemos a hervir 150-200 ml de agua y una vez alcanza el punto de ebullición la apartamos del fuego, entonces incorporamos dos cucharaditas de albahaca fresca o una si es seca, tapamos, dejamos reposar 10 minutos, colamos y tomamos caliente o templada.

El Cilantro (coriandrum sativum)

También llamado “perejil chino”, es una planta herbácea anual de la familia de las apiáceas. Su origen puede ubicarse en el sur de Europa y norte de África. Planta de tallos erectos y de sección cuadrada (característico de las plantas aromáticas), hojas compuestas y flores blancas, con una altura de 40-50 cm.

No es una planta delicada de cultivar, simplemente deberemos ubicarla en un lugar con mucho sol. Regaremos cuando veamos que el sustrato lo requiere. El sustrato será ligeramente ácido: 50% turba rubia, 25% perlita y 25% humus de lombriz. Emplearemos una solución nutritiva completa, equilibrada y balanceada con una relación N/K de 2 hasta el inicio de la floración, momento en el que bajaremos esta relación a 1,2.

Es de uso muy común en la cocina, aprovechando sus hojas frescas y sus semillas.

Es sencillo confundir el cilantro con el perejil, de hecho, se le denomina perejil chino o mejicano. Sin embargo, podemos distinguir ambas plantas únicamente por el aroma y la forma de sus hojas: las del cilantro son más anchas y de un verde más claro y brillante que las del perejil (estás además acaban en punta) y el aroma es más profundo. Los amantes del cilantro dicen que sabe a una mezcla de limón, jengibre, cítricos y comino mientras que sus detractores lo rechazan al diciendo que es ácido, agrio y sabe a jabón.

En el cilantro podemos encontrar:

  • Sales minerales fundamentalmente de hierro, calcio y magnesio.
  • Vitamina K. Interviene en la regulación de la coagulación de la sangre.
  • Vitaminas A, B, C y E.
  • Aceites volátiles como el linalol, geraniol y limoneno.
  • Aceites insaturados como el oleico y el linoleico que ayudan en el control del colesterol.

Los frutos son los que concentran la mayor parte de los principios activos. Las hojas tienen poder antibacteriano y fúngico. El cilantro es aconsejado principalmente para problemas digestivos, tales como diarrea, meteorismo, etc. El cilantro tiene muy pocas calorías y tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, diurética y ayuda con las digestiones pesadas, evitando flatulencia y meteorismo.

El Eneldo (anethum graveolens)

Planta herbácea anual de la familia de las umbelíferas procedente de la zona oriental del mediterráneo, su hábitat natural suele ser de altitudes bajas (no más de 600 m) y suelos sueltos, frescos y exposiciones soleadas. Alcanza un porte de hasta 1 m, con un tallo verde y hueco, y con ramificaciones en el ápice. Las flores son arracimadas y de color amarillo con un aroma a limón y anís. Se aprovechan sus hojas, las cuales tiene un sabor que recuerda al perejil, y sus frutos. Se asemeja mucho al hinojo.

No requiere de cuidados especiales; sol, riegos cuando hagan falta (cuando digo esto os estoy instando a que miréis el sustrato para ver si necesita agua o no; con el tiempo lo veréis de lejos). No soporta ni la sequedad ni el exceso de agua. El sustrato será ligeramente acidófilo y con un buen drenaje; puede valer con una mezcla al 50% de turba rubia y perlita. La floración se produce en verano. Hasta floración aportaremos una solución nutritiva completa, equilibrada y balanceada con una relación N/K de 2 hasta el inicio de la floración, momento en el que bajaremos esta relación a 1,2.

Del eneldo se usa todo; hojas y frutos en la cocina y hojas, frutos y tallos en el tratamiento de diversas patologías.

Como principios activos encontramos:

  • Sales minerales fundamentalmente de hierro, calcio, sodio y potasio.
  • Vitaminas A, C, B1, B2, B3, B5 y B6
  • El aceite esencial que se obtiene a partir de esta planta es rico en taninos, felandreno, cimeno, pineno, carvona, flavonoides y betacarotenos, los cuales tienen increíbles propiedades que ayudan a potenciar la salud del organismo.
  • Aminoácidos como la fenilalanina, la arginina, la valina, la metionina, la histidina, el ácido aspártico y glutámico, la serina, el triptófano, la isoleucina, la prolina, la glicina, la treonina, la tirosina, la alanina, la leucina, la cistina y la lisina

El eneldo tiene propiedades vasodilatadoras, antiinflamatorias, antioxidantes, digestivas, anti vomitivas, diuréticas, sedantes, expectorantes y antisépticas.

En la cocina se le emplea con frecuencia para marinar carnes y pescados, exaltando su sabor y facilitando su digestión. Del mismo modo, se utilizan las hojas y el tallo como ingrediente para las ensaladas, así como para guisos, vinagretas y sopas.

El Estragón (artemisia dracunculus)

Planta herbácea de porte semiarbustivo de la familia de las asteraceae, perenne y muy duradera, originaria de Asia Central. Alcanza un porte de hasta más de un metro de altura con tallos delgados, hojas finas y alargadas de color verde oscuro y un sistema radicular formado por rizomas. Florece en verano y las flores son de color verde lima agrupándose en forma de cilindro; en climas templados las flores de estragón suelen ser estériles. Tiene un aroma ligeramente anisado con tonos dulces y picantes, aunque existe una variedad, la artemisa dracunculoide, que es algo más amarga. Es una hierba muy usada en la gastronomía de Europa del norte interviniendo en numerosas salsas de mostaza y en las famosas “hierbas de Provenza”. Su uso se reduce básicamente a las hojas frescas, aunque se pueden usar también secas (té de estragón 5 g de hojas secas en 250 ml de agua). También tiene mucha aceptación como planta ornamental.

 

El sustrato puede ser 50% fibra de coco, 25% perlita (o arena) y 25% humus de lombriz. Necesita sol, pero puede estar a semisombra en la época más calurosa. Es exigente en cuanto a necesidades de agua debiéndose regar más frecuentemente que a otras aromáticas. Como siempre os digo, abonar cada vez que reguéis y usar una solución completa, equilibrada y balanceada. Soporta temperaturas de hasta -5ºC. Es una planta rústica y resistente. Para reproducirlo, a finales del invierno sacaremos la planta de nuestra maceta, dividiremos el rizoma y lo plantaremos en un sustrato nuevo. También podemos hacer esquejes de entre 25-40 cm de longitud en otoño y ponerlos en un sustrato de enraizamiento en un lugar seco, ventilado, y alejado de la luz solar directa y de todo foco de humedad. Una vez enraizados se llevan a su maceta.

Se aprovechan sus hojas frescas y sus flores como hierba aromática (seco pierde aroma y propiedades); el aroma se potencia más a partir del segundo año de vida. Las hojas de estragón, muy apreciadas en la gastronomía gala, son indispensables para la elaboración de la salsa bearnesa, la salsa tártara y la salsa gribiché y se utilizan para elaborar los pepinillos a la vinagreta, para aromatizar el vinagre y para realzar el sabor de la carne de ave, pescado, ensaladas, etc.

 

Entre sus principios activos destacan:

  • Aceites esenciales; estragol, limoneno, felandreno, capineno, nerol y tuyona (con propiedades abortivas). Ayudan a tratar las malas digestiones, el flato y el meteorismo, así como la gastritis y las úlceras.
  • Vitamina C; antiguamente se usaba como planta escorbútica. Estimula el sistema inmunitario y refuerza las defensas.
  • Ácidos salicílico, cafeico, clorogénico, gálico, rosmarínico, vanílico, sináptico, ferúlico y anísico. Ayudan a detoxificar el hígado.
  • Poseen efectos antisépticos.
  • Cumarinas; compuesto químico orgánico perteneciente a la familia de las benzopironas con propiedades entre otras, antitumoral, antiarrítmicos, antiinflamatorios, antisépticos, analgésicos, hepatoprotector y efectos contra la hipertensión y la osteoporosis.
  • Fitoesteroles; sustancias que bloquean la absorción del colesterol a nivel intestinal.

 

Debido a su alto contenido en estragol (aceite esencial) se debe de tomar con precaución y siempre previa consulta a un especialista, como con todas las plantas aromáticas. No debemos de tomar a la ligera el uso de las plantas por no ser un medicamento.

La Hierbabuena (mentha spicata)

Planta herbácea de la familia de las lamiáceas, robusta y perenne que puede alcanzar un metro de altura con un característico y agradable aroma. Procede de la zona mediterránea de Europa, sudoeste de Asia y África. Su origen exacto es difícil de definir, puesto que desde tiempos muy tempranos fue cultivada por el ser humano. Crece salvaje en climas templados. Tallo robusto de sección cuadrada (característico de las plantas aromáticas), hojas no pecioladas, lanceoladas y con borde serrado. Su inflorescencia aparece en verano, en el meristemo apical, dispuestas sobre un eje y son de color blanco-rosado o lila. El sistema radicular es un rizoma con un grandísimo poder de invasión. Es una planta que tiende al crecimiento lateral por lo que si queremos que haga talla debemos de plantarla densa. Requiere macetas anchas.

Soporta sustratos tanto ligeramente ácidos como alcalinos y con alto poder de retención de agua. Es exigente en los riegos y responde de forma espectacular a una solución nutritiva completa equilibrada y balanceada. Requiere de un lugar en nuestro jardín a semisombra, aunque puede soportar el sol si no es en verano. Se reproduce muy fácilmente y de hecho en algunos sitios la tienen catalogada como planta invasora; a finales del invierno dividiremos el rizoma y lo plantaremos en una maceta nueva. Al final del verano o principios del otoño es conveniente darle un corte a 5 cm del suelo para estimular una nueva brotación.

Una vez la planta está desarrollada, podremos cortar algunas de sus hojas y tallos en cualquier época del año para utilizarla como condimento para nuestros platos, para tomar en infusión o como aromatizante para las estancias del hogar.  Debemos de saber que las plantas aromáticas concentran sus principios activos en floración.

La hierbabuena es rica en vitaminas A y C, minerales como el hierro, calcio, fósforo y potasio, además de poseer propiedades antioxidantes y estimuladoras del sistema inmune. Pero el principal principio activo de la hierba buena es el mentol, un alcohol que se emplea en medicina porque posee un efecto refrescante sobre las mucosas. Tiene también propiedades antipruriginosas (contra la picazón) y antisépticas. Es insoluble en agua y soluble en alcohol y éter.

Por todo esto, se le atribuyen a la hierba buena propiedades tales como:

  • Analgésico. Como mencionamos anteriormente, el mentol tiene un efecto analgésico. Se utiliza con frecuencia en el tratamiento sintomático para aliviar enfermedades asociadas a la piel, como urticaria, prurito o eccemas.
  • Descongestionante. Ayuda a la descongestión del tracto respiratorio superior, generando beneficios en el tratamiento de la gripe, el resfriado común y la tos.
  • Ayuda en el proceso digestivo. La hierbabuena ayuda a que se realice un mejor aprovechamiento de los alimentos durante la digestión. Lo ideal es tomar un poco de té de esta planta 20 minutos antes de cada comida.
  • Antiespasmódica
  • Activa la producción de bilis de la vesícula biliar y puede ayudar a evitar flatulencias y dolores abdominales.
  • Antiséptica. A nivel de aplicación externa, puede ayudar en la limpieza de úlceras y saneamiento de heridas.
  • Es ideal para ayudar en el proceso de desinflamación de tejidos y otros órganos. Se le puede emplear en casos de gastritis, colitis y otras enfermedades inflamatorias en las articulaciones como el reuma y la artritis.
  • Relajante emocional. En casos de estrés, nervios, ansiedad u otros tipos de presiones emocionales, la hierbabuena ayuda a calmar, así como a conciliar el sueño: simplemente con la toma de una tacita de té de hierbabuena a los 20 minutos posteriores a la cena.
  • Tratamiento de quemaduras. En casos de quemaduras la hierbabuena también puede ser muy útil. Se puede utilizar en forma de compresas directamente sobre la zona que tenga la quemadura. Para preparar una compresa simplemente debes colocar 2 cucharadas de té en 2 de aceite de oliva, tomar una gasa y empaparla con la mezcla para posteriormente colocarla directamente sobre la zona afectada.
  • La hierbabuena ayuda a desalojar de tu sistema digestivo cualquier tipo de parásito. Debe tomarse en ayuna 2 tazas de té de hierbabuena y esto causará que los parásitos vayan saliendo del cuerpo.
  • Malestares estomacales. Es altamente efectiva en casos de dolores estomacales o cólicos. Funciona muy bien si se presentan los conocidos empachos estomacales.

La preparación del té de hierbabuena es bastante simple. Solo es necesario obtener unas hojas frescas de hierbabuena y agua caliente. De forma opcional, puede añadirse una cucharadita de miel, una rama de menta o canela y azúcar al gusto para complementar los sabores.

Ingredientes:

  • 1 taza de agua
  • 4 hojas frescas de hierbabuena
  • 1 cucharadita de azúcar
  • 1 cucharadita de miel (opcional)

Como preparara té de hierbabuena:

Colocar el agua en un cazo pequeño y calentar hasta alcanzar el punto de ebullición. Retirar del fuego. Añadir las hojas de hierbabuena y dejar reposar entre 10 minutos. Añadir el azúcar y la miel removiendo ligeramente hasta diluir. Colamos y ya podemos tomarlo.

La Hierba Luisa (aloysia citrodora)

Planta de la familia de las gramíneas, perenne, de porte arbustivo y originaria de Suramérica. Las hojas salen de tres en tres del mismo nudo, son lanceoladas y con el margen liso o muy finamente aserrado y un pecíolo muy corto, de color verde claro por el haz, con el envés marcado por glándulas oleosas bien visibles. Despiden una fuerte fragancia a limón con toques de mentol. La floración se produce en verano y las pequeñas flores se agrupan en panículas, inflorescencia compuesta de racimos que van decreciendo de tamaño hacia el ápice. En otras palabras, un racimo ramificado de flores, en el que las ramas son a su vez racimos; son entre blancas y rosadas. Es cultivada con fines gastronómicos, ornamentales y medicinales. Es muy empleada para aromatizar aceites propios para cocinar. Las flores secas son una especia ideal para macerar pollos, carnes y pescados. Los aceites saborizados con hierbaluisa son empleados en el aderezo de salsas, ensaladas y guisos. Se usan frescas para una mejor obtención de sus propiedades y se agregan finamente picadas para adornar y aromatizar platos como pescado carnes verduras u otros, o lo agregan a la cocción de las comidas. En infusiones se puede usar la hoja fresca o seca:  para tener hierba luisa seca recolectaremos las hojas en floración y las pondremos a secar en un lugar ventilado, seco y oscuro. Cuando al apretarlas crujan un poco estarán listas y las meteremos en un bote, el cual abriremos de vez en cuando para renovar el aire, y lo guardaremos donde no le dé la luz.

No es una planta delicada en cuanto a su manejo; se puede ubicar a pleno sol o a semisombra y es medianamente exigente en agua. Es una planta de climas cálidos por lo que debemos tener cuidado con las heladas. El sustrato puede ser tanto ligeramente ácido como ligeramente básico, garantizando siempre un buen drenaje. 50% turba rubia, 25% arena y 255 humus de lombriz será perfecto. Cambiaremos el sustrato cada dos años teniendo cuidado en no dañar la raíz. Como siempre, aportaremos cada vez que reguemos una solución nutritiva completa, equilibrada y balanceada. Al ser una planta arbustiva le haremos una poda en otoño para quitar las flores marchitas y algunas ramas muertas, pero sin cortar demasiado o podría brotar de cara al invierno lo que nos interesa. A finales del invierno podremos hacer una poda más severa con el fin de quitar madera muerta, renovar brotes y redirigir el crecimiento vegetativo. Se reproduce muy bien por esquejes y acodos aéreos.

 

Los principios activos de la hierba luisa son principalmente:

  • Aldehídos, como el α-citral y el β-citral. Estos componentes están presentes en un 40% aproximadamente y tiene propiedades fungicidas, antihistamínicas, antibacterianas, expectorantes y anticancerígenos.
  • Linalol: es un terpeno con un grupo alcohol cuya forma natural es común en muchas flores y plantas aromáticas y se caracteriza por su olor floral con un toque mentolado. Actúa como hepatoprotector, antibacteriano, antiespasmódico, antiinflamatorio y antiespasmódico
  • Canfeno: sustancia casi insoluble en agua, pero bastante soluble en algunos solventes orgánicos comunes. Volatiliza rápidamente a temperatura ambiente y posee un aroma acre o pungente. Es uno de los encargados de que la hierba luisa tenga propiedades antioxidantes y expectorantes.
  • Terpineol: otro terpeno con grupo alcohol, tiene un olor agradable similar a la lila. Tiene acción antiasmática, antitusiva, expectorante y antibacteriano.
  • Cariofileno: es el encargado de aportar un cierto sabor picante. El la sustancia que hace que los perros policías detecten el cannabis. Ayuda a combatir tumores, inflamaciones, asma y enfermedades respiratorias y tiene acción antibacteriana.
  • Cineol: terpeno encargado de aportar un cierto aroma a frescor y un toque a eucalipto. Combate la halitosis y fortalece la salud bucal.
  • Limoneno: el limoneno es otro terpeno que se encuentra sobre todo en la cáscara de los cítricos. Es el responsable del olor similar al limón además de ser un expectorante, antibacteriano, anticancerígeno, y antiespasmódico.
  • Flavonoides: los flavonoides son los responsables de darle color en la pigmentación para que se note de forma externa, es por ello que tiene un papel fundamental para el cuidado del organismo.
  • Melatonina; La melatonina es una hormona que interviene en el ciclo natural del sueño. Los suplementos de melatonina pueden ser útiles para tratar los trastornos del sueño, como la fase de sueño retrasada, y para proporcionar un poco de alivio del insomnio y del desfase horario.

Preparar una infusión de hierbaluisa es muy sencillo: tan solo tienes que añadir 2 cucharaditas de la hoja fresca o una si es seca de la hierba en una taza de agua hirviendo; taparemos 10 minutos y colaremos. Pero, cuidado, no la hiervas directamente, pues puede oxidarse y perder sus propiedades, además de su característico sabor. Y si quieres intensificar su sabor, puedes añadir unas gotas de zumo de limón y un poco de miel; combina perfectamente con hojas de menta. Si sufres de pesadez estomacal o sientes hinchazón de gases, puedes tomarla después de las comidas. Si sufres de insomnio o estrés, media hora antes de irte a dormir. Puedes hacer enjuagues bucales si quieres tener un aliento más fresco. En Francia, la infusión de Hierba Luisa es a menudo utilizada después de las comidas para facilitar la digestión. También se puede preparar como un refresco en frío para tomar en verano. A esto se le añaden dos cucharadas de hojas frescas o secas junto con una rodaja de limón en una jarra de agua fría. Esta mezcla se deja reposar toda la noche en el refrigerador, al día siguiente se obtiene una bebida fría refrescante.

El Hinojo (foeniculum vulgare)

Planta herbácea, generalmente bienal, de la familia de las apiáceas, de porte erecto con tallos cilíndricos ligeramente acanalados, ramificados y con hojas alternas y muy aromáticas (pueden llegar a dos metros). Procede de la zona meridional de Europa, en concreto los países situados junto al Mar Mediterráneo creciendo allí, gracias a sus condiciones climáticas, en estado silvestre. Las hojas son largas, delgadas y de un color verde intenso. La inflorescencia, racimosa y con flores de color amarillo-dorado, aparece en verano, fructificando a primeros de otoño. El sistema radicular es un falso bulbo formado por una raíz primaria gruesa y numerosas raíces secundarias; de él parten los peciolos y el conjunto es lo que conocemos por grumo. Su interés es gastronómico (posee un delicioso aroma anisado y un sabor con un toque picante) y medicinal.

Se aprovechan las hojas y los tallos como hierba aromática, los frutos como especia y el bulbo como hortaliza. Tiene un aroma anisado.

Es una planta que necesita de un sustrato profundo, con buen drenaje y con pH neutro o ligeramente alcalino; 50% turba rubia, 25% arena o perlita y 25% humus de lombriz. Puede ubicarse a pleno sol y requiere temperaturas entre 15-25 ºC; es muy sensible a las heladas. Es exigente en agua no tolerando el estrés hídrico. Requiere un abonado con un balance N/K entre 1,5-1,2 y rico en fósforo para asegurar el normal desarrollo del falso bulbo. A mitad de desarrollo del grumo deberemos realizar aporques de tierra: el aporque consiste en ir añadiendo tierra alrededor de la base de los tallos para promover su correcto crecimiento y que el grumo esté más tierno.

A partir de los dos meses y medio ya podemos comenzar a cosechar las hojas del hinojo. Lo hacemos cortando con unas tijeras limpias el tallo desde la base de la planta. Posteriormente los tallos volverán a brotar. Si cultivamos el hinojo para aprovechar su bulbo es preferible cortar regularmente los tallos para favorecer el desarrollo del bulbo. En un periodo aproximado de tres meses y medio ya podemos comenzar a cosechar el bulbo.

En cuanto a sus principios activos encontramos:

  1. Cumarinas; las encontramos principalmente en la raíz. Compuesto químico orgánico perteneciente a la familia de las benzopironas con propiedades entre otras, antitumoral, antiarrítmicos, antiinflamatorios, antisépticos, analgésicos, hepatoprotector y efectos contra la hipertensión y la osteoporosis.
  2. Fitoesteroles, como el sitosterio y estigmasterol, sustancias que bloquean la absorción del colesterol a nivel intestinal.
  3. Sales minerales, de calcio, hierro, magnesio y cobalto.
  4. Vitamina C, estimula el sistema inmunitario y refuerza las defensas.
  5. Aminoácidos:
    1. Alanina, incrementa el poder del sistema inmunológico.
    2. Arginina, fundamental en el crecimiento y reparación de los tejidos musculares.
    3. Histidina, vasodilatador y estimulante de los jugos gástricos.
    4. Ácido glutámico, antiulceroso.
    5. Ácido aspártico, muy útil en la expulsión del amoniaco.
  6. Su aceite es rico en sustancias como el anetol, estragol.

fenchona (muy utilizado en perfumería), α-pineno, mirceno, felandreno, canfeno y limoneno.

El hinojo se puede consumir de muchas maneras:

  • La primera alternativa es consumirlo en crudo. Los bulbos pueden no ser demasiado tiernos por lo que desecharemos su primera capa. Si aun así quedan duros lo dejaremos para cocerlo.
  • Cortado en rodajas bien finas es un excelente ingrediente para las ensaladas. No olvidar el aderezo de vinagreta. Se puede comer perfectamente con apio y manzana en la ensalada Waldorf.
  • Las hojas, cuando están tiernas, pueden añadirse en rellenos, aliños, salsas o preparaciones con carne y pollo. A su vez, es la que mejor combina con los platos de pescado, debido a su sabor.
  • Si los hierves o haces al vapor, los tallos se usan igual que los espárragos, para dar un toque diferente a las patatas, los huevos o el arroz.
  • Se pueden usar las semillas de hinojo para la preparación de panes, tortas y galletas.
  • Si se cocina en su mismo líquido, es muy sabroso. Se puede hacer un salteado con hinojo, ajo, cebolla y tomate.

Para realizar una infusión de hinojo necesitaremos medio litro de agua y 25 gramos de este vegetal crudo: pondremos agua en un cazo y cuando rompa a hervir añadiremos el hinojo y dejaremos hervir 5 minutos. Cortaremos la cocción y dejaremos reposar otros 5 minutos. Colaremos y beberemos caliente o tibio.

La Lavanda (lavándula angustifolia)

La lavanda pertenece a un género de plantas herbáceas de la familia de las lamiáceas, perennes, con tallos de sección cuadrangular y con muchas hojas en el tercio inferior estrechamente lanceoladas, dentadas, vellosas y de un color verde-grisáceo. La inflorescencia es una especie de espiga donde las flores salen de tres en tres de un mismo punto y son de color púrpura o violeta azulado, con un aroma inconfundible lo que la ha convertido en la joya por excelencia de la aromaterapia. Es nativa de las montañas de la región del Mediterráneo. Su nombre deriva de la raíz latina lavare, que literalmente significa “lavar”. La floración va desde primavera a verano y está muy influenciada por la temperatura; si el invierno ha venido cálido se adelantará y viceversa.

Requieren de un sitio soleado y bien ventilado, un sustrato alcalino y profundo con una maceta de tamaño más bien grande y con buen drenaje: podemos preparar una mezcla al 50% de fibra de coco y perlita al 50% con grava en el fondo de la maceta para garantizar un buen drenaje, o incluso podemos plantarla en perlita sola. No soporta el encharcamiento, sobre todo en invierno. Requiere de un riego moderado. Abonaremos con una solución completa, equilibrada y balanceada.

La poda de la lavanda se limita a mantener la forma y el aspecto deseados. En otoño eliminaremos las flores marchitas una vez pasada la época de floración, tanto para mantener la salud de la planta, como para promover una nueva floración. Si queremos una poda de renovación esperaremos a finales del invierno o principio de la primavera. Siempre que sea posible, no podes la lavanda a más de la mitad de su tamaño inicial.

Se multiplica por esquejes: en otoño cortaremos los esquejes leñosos de un año con una longitud de 10-15 cm, dejaremos las hojas del extremo y plantaremos en un sustrato de enraizamiento. Los llevaremos a un lugar seco, ventilado y apartado de la luz solar directa y de la humedad hasta que enraícen. Los trasplantaremos a una maceta a primeros de la primavera siguiente.

De la lavanda utilizaremos las flores. Las flores de lavanda se recolectan en distintas fechas según el fin al que las queramos destinar:

  • Si las vamos a usar para herboristería las cosecharemos a primeros de la floración.
  • Si las queremos por su perfume las cosecharemos en plena floración.

Cortaremos la espiga entera y la secaremos boca abajo en un lugar ventilado, seco y oscuro; cuando estén secas se separan de la espiga y se pueden meter en bolsitas de tela para perfumar nuestra casa. El aroma de lavanda tiene propiedades relajantes.

La flor de la lavanda tiene los siguientes principios activos:

  • El aceite esencial que se extrae contiene linalol (20-50%) y acetato de linaloil, y otras cantidades de cis-ocimeno, 4-ol terpineno, cariofileno y acetato de lavandulilo. Hidroxicumarinas que incluye umbeliferona y herniarina.
  • Flavonoides, como el luteolol.
  • Ácido cafeico.
  • Fito esteroles.

La lavanda se utiliza en infusión para las jaquecas, producto del agotamiento nervioso, tomando 1 taza de infusión de las flores 3 veces al día y, si tomas 1 taza antes de acostarte, puede ayudarte a aliviar el insomnio. También resulta apropiada como digestivo tras la comida. El sabor de la infusión de lavanda es potente; puede recordarte al de otras plantas muy aromáticas como el romero o la menta. La realidad es que la elaboración de esta infusión no guarda grandes secretos, si ya tienes experiencia preparando infusiones en casa. Por cada taza de agua necesitarás una cucharadita de flores de lavanda: hierve el agua y luego, infusiona las flores de lavanda en la taza durante al menos 5 minutos. Cuela y tómala caliente.

La Menta (mentha piperita)

Hierba perenne y cespitosa (frondosa) de la familia de las lamiaceae con un sistema radicular rizomatoso, tallos erectos y cuadrangulares, muy ramificados que pueden llegar a medir entre 30 y 60 cm. Las hojas son pecioladas, opuestas, lanceoladas y ligeramente dentadas, con el haz de color verde oscuro finamente nervado de rojo. Tanto hojas como tallos suelen ser ligeramente vellosos. Las inflorescencias salen de las axilas de las hojas en forma de espiga y de tres en tres de un mismo punto; son de color púrpura o rosado. Es originaria de los países mediterráneos y de Asia central.

Es una planta que tiende al crecimiento lateral por lo que si queremos que haga talla debemos de plantarla densa. Requiere macetas anchas.

Requiere sustratos de pH neutro o ligeramente alcalinos: podemos usar 50% turba rubia o fibra de coco y 50% perlita o arena. Es exigente en agua, sobre todo en su fase de crecimiento vegetativo. Es exigente en cuanto al abonado se refiere; aportaremos, como siempre, una solución nutritiva completa, equilibrada y balanceada con una relación N/K de 1,7. Puede estar a pleno sol, pero lo ideal es semisombra. Es una planta de climas templados, aunque aguanta bien el frío.

 

Lo normal es que la planta de menta florezca a principios del verano; una vez marchitas las flores cortaremos a unos cinco centímetros por encima del suelo de la maceta para forzar una nueva brotación. Con el uso de fertilizantes y riego, podremos mantener la planta en buenas condiciones hasta principios del otoño, pero cuando llegue el frío, la parte aérea de la menta morirá, aunque no sus tallos subterráneos, que volverán a desarrollarse en la primavera.

La poda se limitará a controlar su crecimiento horizontal y que no se salga de la maceta y a quitar las partes muertas de la planta.

Se reproduce fácilmente por división del rizoma (otoño o finales del invierno) y por esquejes (principios de primavera). Si queremos cultivar distintas variedades de menta deberemos hacerlo en macetas por separado, puesto que sino muchos de los sabores y aromas de cada variedad se desvanecerían al estar mezclados.

De la menta se aprovechan sus hojas frescas y secas; es bueno cortarlas de vez en cuando para favorecer nuevas brotaciones.

De la menta se aprovechan sus hojas frescas y secas; es bueno cortarlas de vez en cuando para favorecer nuevas brotaciones.

En cuanto a los principios activos de la menta piperita encontramos.

  • En su aceite esencial encontramos mentol, canfeno, limoneno, linalol y timol, entre otros muchos.
  • Flavonoides como la hesperidina, muy abundante en las frutas cítricas.
  • Ácidos orgánicos como el acético, cafeico, benzoico, citronélico.
  • Betacarotenos.
  • Vitaminas B1, B2, B3, B5, B6, C y E.
  • Sales minerales de calcio, magnesio, potasio, manganeso, hierro y fósforo.

El uso culinario de la menta piperita es muy amplio; salsas, sopas, ensaladas, carnes y pescados.

En cuanto a las propiedades medicinales:

  • Ha sido utilizada siempre para “asentar el estómago” después de las comidas; cólicos, indigestiones, náuseas, vómitos, dolores intestinales, flatulencias, colon irritable, etc.
  • Tratamiento de la tos productiva, inflamación de garganta, infecciones respiratorias, bronquitis y congestión.
  • Tiene propiedades estimulantes y tonificantes sin producir sobreexcitación nerviosa; muy indicada para personas sensibles a la cafeína y a la teína.
  • Ayuda a combatir la halitosis y la sequedad de boca.

La menta la usaremos preferiblemente fresca; como en todas las plantas, las hojas más viejas tienen más principios activos. El té de menta se hace hirviendo agua y añadiendo de 4-6 hojas de menta; dejaremos reposar 5 minutos tapado, colaremos y tomaremos caliente. Se puede combinar con canela y miel.

El Orégano (origanum vulgare)

Su nombre significa “hierba que alegra el monte”. Hierba perenne con forma de arbusto achaparrado de la familia de las lamiaceae. Es originaria del oeste y suroeste de Eurasia. Los tallos son de sección cuadrangular tendiendo a ramificarse en la zona superior. El sistema radicular es rizomatoso. Las hojas se presentan opuestas, ovaladas y anchas de entre 2 y 4 cm, con bordes enteros o ligeramente dentados. Tanto el tallo como las hojas presentan vellosidades. Sus diminutas flores, de color blanco o rosa, que nacen en apretadas inflorescencias terminales muy ramificadas, están protegidas por diminutas hojas de color rojizo.

            Es una planta rústica y nos puede durar muchos años. Lo ubicaremos a pleno sol, aunque soporta la semisombra. No es delicado en cuanto a sustrato adaptándose a pHs ligeramente ácidos, básicos o neutros. Necesita una maceta profunda y una mezcla de 50% turba rubia, 25% perlita y 25% humus de lombriz con grava en el fondo. Requiere de riegos frecuentes, pero sin encharcamientos. A pesar de ser una planta de clima templado soporta bien las heladas. Abonaremos con una solución nutritiva completa, equilibrada y balanceada.

Del orégano se aprovechan las hojas y los ápices florales; si lo queremos usar como condimento en la cocina o para infusiones podremos cortar hojas para su consumo en fresco o secarlas como ya sabemos hacer (ponemos los tallos boca bajo y en un lugar seco, fresco y oscuro); si queremos recolectarlo para extraer su aceite lo haremos en plena floración. Contrariamente a lo que sucede con otras plantas (perejil, albahaca o tomillo) que pierden parte de su aroma con la desecación, el orégano al igual que el romero potencian sus aromas con el secado.

Los principales principios activos del orégano son:

  • Fenoles, como el timol y el carvacrol. El timol es una sustancia cristalina incolora con un olor característico que está presente en la naturaleza en los aceites esenciales del tomillo y del orégano y tiene poder desinfectante y fungicida. El carvacrol tiene acción bactericida, y, de hecho, está constatado que inhibe el crecimiento de Escherichia Coli y es usado como aditivo alimentario.
  • Hidrocarburos terpénicos, como el limoneno y el linalol, entre otros. Entre sus funciones destacan la de dar coloración a los órganos vegetales y participar en la síntesis de las vitaminas A, K y E.
  • Ácidos fenólicos, como el cafeico, rosmarínico y clorogénico. Actúan como potentes antioxidantes.
  • Taninos, son compuestos fenólicos que poseen propiedades astringentes y antiinflamatorias, por lo tanto, son muy útiles ante diarrea o gastroenteritis.
  • Flavonoides, como el luteolol. Los flavonoides son pigmentos naturales presentes en los vegetales y que protegen al organismo del daño producido por agentes oxidantes, como los rayos ultravioletas, la polución ambiental, sustancias químicas presentes en los alimentos, etc.
  • Sales minerales de hierro, calcio, magnesio y potasio.

En la cocina, el orégano es muy apreciado por el aroma y el sabor tan especial que les otorga a distintos tipos de preparaciones, convirtiéndose en un ingrediente indispensable para la elaboración de una gran variedad de mojos, adobos y salsas (especialmente las que llevan tomate), como la tradicional Boloñesa.

Asimismo, tiene especial protagonismo en recetas como la Pizza, la lasaña, algunos pollos horneados y patatas al vapor. Como muchas otras hierbas, el orégano pierde su aroma con la cocción por lo que deberemos agregarlo al final.

En cuanto a sus propiedades medicinales encontramos las siguientes:

  • Es un potente diurético, ayudando a la eliminación de toxinas del cuerpo.
  • Espasmos gastrointestinales, flatulencias, diarreas e inapetencia.
  • Afecciones de las vías respiratorias como faringitis, bronquitis, traqueítis, toses espasmódicas, asma y enfisema.
  • Como antioxidante natural.
  • Es un buen aliado contra la actividad microbiana.

La infusión de orégano se prepara de la siguiente manera; ponemos a hervir 300 ml de agua. Una vez alcanzada la ebullición la apartamos del fuego y echamos 3 cucharaditas de orégano fresco o una de orégano seco, tapamos y dejamos reposar 10 minutos. Colamos y tomamos caliente.

El Perejil (Petroselinum crispum)

Planta herbácea bienal (aunque también puede cultivarse como anual) de la familia de las apiaceae y originaria de la región central del mediterráneo y más concretamente de la isla de Cerdeña.  Presenta tallos cilíndricos, delgados y hojas de contorno triangular de dos a tres veces pinnadas, teniendo las superiores los foliolos enteros y las basales con estos aserrados o dentados. Las flores se agrupan en umbelas (inflorescencia en la que los pedúnculos arrancan de un mismo punto y se elevan a igual altura, formando una especie de paraguas) de 8 a 20 radios y son de color verde amarillento.

Requiere de un sustrato profundo, rico en materia orgánica y bien drenado; prepararemos una mezcla de 50% turba rubia, 25% perlita y 25% humus de lombriz. Es exigente en agua y abonado, pero evitaremos mojar las hojas en los riegos para prevenir enfermedades causadas por hongos.  No soporta las heladas. Soporta que se le ubique tanto a pleno sol como a semisombra.

El perejil se asocia bien con cultivos como el tomate, el maíz, los espárragos y las zanahorias. Por otro lado, no es conveniente plantarlo asociado al cultivo del Apio, Guisante, Lechuga y puerro ya que son cultivos incompatibles y no se llegarían a desarrollar bien ninguno.

La recolección comenzará a realizarse cuando la planta alcance los 30 cm. Se recomienda hacerlo por la mañana, cortando justo lo que necesitemos. La planta rebrotará y, a los 2 meses, tendremos una nueva cosecha. Tenemos que recolectar las hojas más viejas y más grandes para facilitar que siga brotando. Si queréis tener vuestras propias semillas de perejil debéis esperar al segundo año que es cuando salen las flores.

Tiene propiedades culinarias y medicinales. El perejil se emplea en la cocina tanto fresco como seco. El sabor de la hoja de perejil es fresco, ligeramente picante y con una nota de pimienta. Ningún tipo de perejil soporta bien las altas temperaturas ni largos tiempos de cocción por lo que suele añadirse al final de la elaboración de un plato o en ramillete que se retirará antes de pasarlo a la mesa, además al calentarse en exceso se pierden muchas de las vitaminas de esta planta.    Casa bien con pescados, carnes blancas o rojas, marisco y verduras, adorna con elegancia guisos, arroces, estofados o fritos, acompañando con sobriedad las mezclas de especias que se emplean para condimentar.

El perejil es el ingrediente indispensable para muchos platos internacionales como la salsa verde, la vinagreta que se emplea en ensaladas, la ensalada árabe tabule, la salsa de caracoles con mantequilla o la tortilla francesa a las finas hierbas.

Debido a estas sustancias, el perejil tiene las siguientes propiedades:

  • Diurético. Una de las aplicaciones más populares del perejil es como potente diurético gracias al apiol y la miristicina que favorecen la eliminación de toxinas a través del aparato urinario. Por ello, el perejil está recomendado en el tratamiento de afecciones de las vías urinarias, obesidad, enfermedades reumáticas e hipertensión.
  • Mejora la digestión. El perejil es un suave laxante indicado en caso de estreñimiento que, además, estimula el apetito y las funciones digestivas; es carminativo y ayuda a expulsar los gases.
  • Antioxidante, antiinflamatorio y anticancerígeno. El perejil es rico en un flavonoide llamado apigenina que en diversos estudios ha resultado ser un potente antioxidante que evita el crecimiento irregular de las células. La apigenina fortalece el sistema inmunitario, tiene un leve poder antiinflamatorio, ayuda a desintoxicar el organismo y es una sustancia en el punto de mira en tratamientos contra el cáncer.

El Romero (Salvia rosmarinum)

Hierba leñosa perenne con tallos muy ramificados. Las hojas son pequeñas, enteras, opuestas, con los bordes hacia abajo y muy abundantes, de un color verde oscuro en el haz y blanquecino con vellosidad en el envés. Pertenece a la familia de las lamiaceae y es originario de las zonas rocosas del mediterráneo y del Cáucaso.

Alcanza normalmente un tamaño de 1-1,5 m y sus flores aparecen desde febrero hasta noviembre y son de un color blanco azulado. Son flores axilares, muy aromáticas y melíferas; se localizan en el ápice de las ramas.

Es una planta bastante “mediterránea” y gusta de sustratos de pH alcalino y profundos: podemos preparar una mezcla al 50% de fibra de coco y perlita al 50% con grava en el fondo de la maceta para garantizar un buen drenaje, o incluso podemos plantarla en perlita sola. No le gustan los suelos arcillosos. En nuestro jardín la ubicaremos a pleno. Es una planta muy resistente a la sequía, a las altas temperaturas y a las heladas. No es exigente en abonado por lo que cuando reguemos aportaremos la mitad de la dosis normal que usaríamos para otras plantas y siempre con una solución nutritiva completa. Cuando reguemos lo haremos como ya hemos visto en otros apartados; calcularemos su dotación en función del volumen del sustrato y lo que si tendremos muy en cuenta con esta planta es espaciar mucho los riegos, es decir, disminuir la frecuencia de riegos.

En cuanto a la poda, recién plantado intentaremos darle una forma natural y adecuada a nuestro espacio; una vez instalada la planta quitaremos la madera muerta todos los años a primeros de primavera o en otoño.

Es una planta que podemos reproducir fácilmente por esquejes; en otoño cortaremos tallos de 10-15 cm y los introduciremos en un sustrato enraizante y ubicaremos en un sitio fresco, húmedo y oscuro. El corte lo hacemos en diagonal para aumentar la superficie de contacto del tallo con el sustrato. Quitaremos un poco de corteza alrededor de los nudos que vamos a enterrar para poner al descubierto la mayor parte de cambium posible y quitamos las hojas basales dejando las del ápice. Una vez enraizado llevaremos a un sitio más cálido e iluminado.

Se cultiva como planta ornamental y por sus propiedades culinarias y medicinales.

Como planta ornamental

  • Se puede usar como setos cortavientos ya que es una planta muy densa.
  • Atrae a los insectos polinizadores lo que unido a su amplio periodo de floración nos será de gran utilidad para polinizar las flores de nuestros calabacines, tomates, etc.

En cuanto a su uso en la cocina despliega un sabor fuerte con aromas de alcanfor, pino, nuez moscada y lavanda. Suele combinar bien con otras plantas aromáticas como el tomillo o el laurel. Es un condimento que potencia el sabor de los alimentos, por lo que es utilizado en guisos tradicionales de carnes, pescados blancos y algunas verduras, también en adobos o en la preparación de encurtidos. Los principios activos se concentran en las hojas y en las flores. No debemos abusar de su uso pues puede enmascarar otros sabores.

El romero se puede usar fresco o seco; en verano cortaremos los ramilletes y los secaremos boca bajo en un sitio bien ventilado, oscuro y con una temperatura entre 20-25ºC. Cuando veamos que las hojas ya crujen las podremos meter en un tarro de cristal el cual abriremos de vez en cuando para ventilarlo. Las hojas de romero contienen un 1,0-3,0% de aceite esencial que está constituido por monoterpenos como el 1,8-cineol, alfa-pineno, alcanfor, alfa-terpineol, canfeno, borneol, limoneno y el linalol. Sin embargo, la composición del aceite esencial de romero puede variar significativamente, en función de distintos factores como la parte de la planta recolectada, el grado de desarrollo de la planta en el momento de la recolección o la procedencia geográfica, entre otros. En el área mediterránea se distinguen principalmente dos tipos de esencias de romero: los tipos Marruecos y Túnez, que tienen un elevado contenido de 1,8-cineol, y el tipo español, con menor contenido en 1,8-cineol. Las hojas de romero también contienen principios amargos, constituidos por diterpenos y triterpenos (ácidos oleanólico y ursólico, y sus 3-acetil-ésteres). También presenta contenido en flavonoides y polifenoles (ácido rosmarínico, ácido clorogénico y ácido cafeico).

La infusión de romero necesita de 2-3 cucharaditas de hojas verdes o 1-2 de hojas secas, se calientan 200 ml de agua y cuando hierva se retira del fuego y se añaden las hojas; tapamos 10 minutos y lo podemos tomar.

El romero se puede usar fresco o seco; en verano cortaremos los ramilletes y los secaremos boca bajo en un sitio bien ventilado, oscuro y con una temperatura entre 20-25ºC. Cuando veamos que las hojas ya crujen las podremos meter en un tarro de cristal el cual abriremos de vez en cuando para ventilarlo. Las hojas de romero contienen un 1,0-3,0% de aceite esencial que está constituido por monoterpenos como el 1,8-cineol, alfa-pineno, alcanfor, alfa-terpineol, canfeno, borneol, limoneno y el linalol. Sin embargo, la composición del aceite esencial de romero puede variar significativamente, en función de distintos factores como la parte de la planta recolectada, el grado de desarrollo de la planta en el momento de la recolección o la procedencia geográfica, entre otros. En el área mediterránea se distinguen principalmente dos tipos de esencias de romero: los tipos Marruecos y Túnez, que tienen un elevado contenido de 1,8-cineol, y el tipo español, con menor contenido en 1,8-cineol. Las hojas de romero también contienen principios amargos, constituidos por diterpenos y triterpenos (ácidos oleanólico y ursólico, y sus 3-acetil-ésteres). También presenta contenido en flavonoides y polifenoles (ácido rosmarínico, ácido clorogénico y ácido cafeico).

La infusión de romero necesita de 2-3 cucharaditas de hojas verdes o 1-2 de hojas secas, se calientan 200 ml de agua y cuando hierva se retira del fuego y se añaden las hojas; tapamos 10 minutos y lo podemos tomar.

La actividad principal del romero está íntimamente vinculada al sistema digestivo por estimular y favorecer las secreciones y la producción de jugos gastrointestinales. También favorece la disminución de la generación de gases en el tubo digestivo y con ello las flatulencias y cólicos. Facilita la expulsión de la bilis retenida en la vesícula biliar. También presenta efectos diuréticos, antiinflamatorios y antioxidantes.

La Salvia (Salvia officinalis)

Requiere de un sustrato profundo, con materia orgánica y ligeramente alcalino por lo que le prepararemos una maceta con grava en el fondo para garantizar un buen drenaje y con una mezcla de fibra de coco, perlita y humus de lombriz (50%-25%-25%). Requiere de riegos largos (calcularemos la dotación como ya sabemos) y bastante espaciados ya que no le gusta el encharcamiento radicular. Aportaremos una solución nutritiva completa y balanceada, pero teniendo en cuenta que no le sienta nada bien una conductividad eléctrica en la solución de fertirrigación superior a 2 dS/m. Soporta bien las temperaturas cálidas (10-25ºC), pero debemos de tener cuidado con las heladas.

En cuanto a la poda de la salvia officinalis “típica”, las flores de la planta empezarán a marchitarse aproximadamente a principios de otoño y lo reconocerás por que se vuelven de un color marrón opaco; en este momento podaremos todas las flores por encima de una yema; esto puede provocar una floración secundaria. Aprovecharemos ahora para eliminar ramas rotas, cruzadas, podridas o demasiado grandes, pero evitando una poda severa ya que esta podría fomentar un crecimiento vegetativo de cara al invierno, algo que no deseamos. Si necesitamos una poda más severa buscando adecuar el tamaño de la planta a nuestro jardín o una renovación de madera, aprovecharemos la parada invernal de la planta; si lo anterior no es necesario eliminaremos la segunda floración, en el caso de que se haya producido esta.

Se reproduce muy bien por esquejes los cuales realizaremos en otoño; cortaremos en diagonal tallos de 10-15 centímetros con al menos 4 nudos, eliminaremos las hojas basales dejando las del extremo y los meteremos en un sustrato de enraizamiento en un lugar sin corrientes de aire y con poca luz.

 

Es la reina de las plantas aromáticas. Los romanos la conocían con el nombre de “hierba sacra” por sus propiedades. Existen infinidad de variedades, pero nosotros nos centraremos en la salvia officinalis típica. Es una planta originaria de la zona mediterránea, hoy ampliamente difundida. Crece desde el nivel del mar hasta zonas montañosas.

Planta herbácea perenne de la familia de las lamiaceae, está adaptada a los climas secos y con altas temperaturas. Alcanza los 60-70 cm de altura con tallos erectos, muy ramificados y de sección cuadrangular. Las hojas son opuestas, pecioladas y con forma oval-lanceolada, de textura rugosa con el borde finamente dentado recubierto de pelillos y de color verde grisáceo. Las flores son de color blanco o azul-violáceo y aparecen en los ápices de las ramas agrupadas en espigas. La floración se sucede en junio-julio.

 

Requiere de un sustrato profundo, con materia orgánica y ligeramente alcalino por lo que le prepararemos una maceta con grava en el fondo para garantizar un buen drenaje y con una mezcla de fibra de coco, perlita y humus de lombriz (50%-25%-25%). Requiere de riegos largos (calcularemos la dotación como ya sabemos) y bastante espaciados ya que no le gusta el encharcamiento radicular. Aportaremos una solución nutritiva completa y balanceada, pero teniendo en cuenta que no le sienta nada bien una conductividad eléctrica en la solución de fertirrigación superior a 2 dS/m. Soporta bien las temperaturas cálidas (10-25ºC), pero debemos de tener cuidado con las heladas.

 

 

 

 

 

 

En cuanto a la recolección, podemos ir recolectando los brotes más tiernos según los necesitemos para condimentar nuestros platos o para hacernos infusiones. Además de brotes como condimento, podemos también cortar sus tallos florales para la decoración y aromatización de diversas estancias del hogar. Si queremos secarla la cortaremos en plena floración y la colgaremos en un lugar seco, fresco y oscuro boca bajo. Cuando las hojas crujan a tocarlas las meteremos en un tarro de crista el cual abriremos de vez en cuando para renovar el aire.

La salvia se cultiva como planta ornamental, como condimento en la cocina y como planta medicinal.

En España no es muy utilizada en la gastronomía, pero en otros países si le dan la importancia que se merece y es utilizada, tanto fresca como seca, para acompañar carnes grasas, como el pato, el cordero o el cerdo y sobre todo en embutidos, También se usa en aderezo de quesos y pescados azules. Aromatiza aceites y mantequillas y se puede utilizar en sopas y arroces. Añadida a las legumbres las hace más digestivas. La salvia forma parte de algunas mezclas de hierbas aromáticas como las Hierbas Provenzales. Su sabor es algo picante, astringente y muy pronunciado con intenso aroma y sabor a eucalipto y pino. Dado lo fuerte de su aroma debe ser usada con prudencia.

Como planta medicinal tiene los siguientes principios activos:

  • Aceite esencial, hasta un 2,5%, con sustancias presentes también en otras plantas de la familia de las lamiáceas como el borneol, el cineol, la tuyona y, sobre todo, el alcanfor, más otros hidrocarburos terpénicos.
  • Sustancias amargas como la pricosalvina.
  • Ácidos fosfórico, oxálico y nítrico.
  • Ácidos fenólicos, como el rosmarínico, cafeico y clorogénico, con efectos antisépticos.
  • Flavonoides, glicósidos de luteolol, apigenol, y otros alcoholes.
  • Sales minerales de hierro, calcio, magnesio y potásico.

 

A la salvia se le atribuyen propiedades beneficiosas tales como:

  • Disminuye tanto el sudor como el olor de ese sudor.
  • Ayuda en digestiones pesadas, contra la flatulencia y en episodios de vómitos y diarreas.
  • Ayuda en infecciones respiratorias.
  • Combate el estrés y ayuda a conciliar el sueño.
  • Tiene efecto antioxidante.

Para preparar una infusión de salvia pondremos a hervir 200 ml de agua; cuando alcance el punto de ebullición apartaremos el cazo del fuego y echaremos 2 cucharaditas de hojas de salvia fresca o una de salvia seca; si las picamos favorecemos la salida de sus principios activos. Taparemos y dejaremos 10 minutos en reposo pasados los cuales colaremos y tomaremos.

El Tomillo (thymus vulgaris).

Si hay una planta que representa a la flora mediterránea es sin duda el tomillo. Su evolución lo ha adaptado con éxito a resistir las sequías más pertinaces, pero también las tormentas súbitas cargadas de granizo y heladas ocasionales propias del clima del mare Nostrum. Esta mata aromática ha estado muy estrechamente vinculada a la historia y costumbres de los pueblos que han habitado en las riberas de este histórico mar. Es originario de la parte occidental del mediterráneo por lo que alusiones a esta planta por parte de civilizaciones como la de la antigua Grecia deberían hacer mención a una planta similar, el serpol, un tomillo de alta montaña que se diferencia del tomillo común en unas hojas más anchas y unas flores violáceas. Existen unas 40 especies distintas de tomillo, siendo la mayoría propias de la mitad occidental del Mediterráneo, y sólo en la península ibérica contamos con 28, 22 de ellas endémicas y algunas de distribución muy limitada.

Planta perenne de las familias de las lamiáceas con forma de arbusto que puede alcanzar hasta los 40 cm de altura. Sus tallos son erectos, de sección cuadrangular, leñosos y muy ramificados. Las hojas son pequeñas y ovales con el borde enrollado y vellosas en el envés. Las flores son pequeñas de color blanco rosáceo y producidas en forma de racimos abiertos a un mismo nivel. Florece de marzo a junio.

No es especialmente delicado con el sustrato; lo prefiere ligeramente alcalino por lo que le prepararemos una maceta con grava en el fondo para garantizar un buen drenaje y con una mezcla de turba rubia o fibra de coco, perlita y humus de lombriz (50%-25%-25%). Requiere de riegos largos (calcularemos la dotación como ya sabemos) y bastante espaciados ya que no le gusta el encharcamiento radicular. Aportaremos una solución nutritiva completa y balanceada. Soporta bien las temperaturas cálidas (10-25ºC), pero debemos de tener cuidado con las heladas. Necesita todo el sol que podamos proporcionarle.

En cuanto a la recolección, podemos ir recolectando los brotes más tiernos según los necesitemos para condimentar nuestros platos o para hacernos infusiones, pero si lo que queremos es hacer tomillo seco la realizaremos en la época de plena floración de la planta, de mayo a octubre, cortando las ramas, pero dejando unos centímetros para permitir una nueva floración. Es recomendable realizar la cosecha en días secos y cuando menos humedad haya para evitar problemas de hongos durante el secado y el curado. Lo colgaremos boca abajo en un lugar seco, aireado, pero sin corrientes de aire y alejado de la luz solar directa y de todo foco de humedad.

Se cultiva principalmente por sus propiedades culinarias y medicinales. El aroma recuerda a la tierra húmeda con toques de menta y limón. Tiene muchos aspectos en común con el orégano y el romero.  Combina muy bien con todo tipo de carnes, especialmente las de caza, embutidos, patatas, sopas, marinadas, guisos, verduras, etc.

Entre los principios activos encontramos:

  • El timol es una sustancia cristalina incolora con un olor característico que está presente en la naturaleza en los aceites esenciales del tomillo y del orégano y tiene poder desinfectante y fungicida. El carvacrol tiene acción bactericida, y, de hecho, está constatado que inhibe el crecimiento de Escherichia Coli y es usado como aditivo alimentario.
  • Hidrocarburos terpénicos, como el limoneno y el linalol, entre otros. Entre sus funciones destacan la de dar coloración a los órganos vegetales y participar en la síntesis de las vitaminas A, K y E.
  • Ácidos fenólicos, como el cafeico, rosmarínico y clorogénico. Actúan como potentes antioxidantes.
  • Taninos, son compuestos fenólicos que poseen propiedades astringentes y antiinflamatorias, por lo tanto, son muy útiles ante diarrea o gastroenteritis.
  • Flavonoides, como el luteolol. Los flavonoides son pigmentos naturales presentes en los vegetales y que protegen al organismo del daño producido por agentes oxidantes, como los rayos ultravioletas, la polución ambiental, sustancias químicas presentes en los alimentos, etc.
  • Sales minerales de hierro, calcio, magnesio y potasio.