Aminoácidos para plantas

Los aminoácidos son los ladrillos con los que las plantas construyen sus proteínas, enzimas y tejidos. Pero más allá de ser simples componentes estructurales, desempeñan un papel decisivo en la estimulación del crecimiento, la resistencia al estrés y la eficiencia en la absorción de nutrientes. Conocer qué aminoácidos favorecen más el desarrollo radicular y cuáles potencian la parte aérea permite ajustar la fertilización con precisión y mejorar notablemente el rendimiento del cultivo.

Se trata de unas moléculas orgánicas que contienen carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, y se combinan para formar proteínas. En las plantas participan en procesos vitales como la fotosíntesis, la formación de tejidos, la división celular o la resistencia frente a factores de estrés abiótico, como la sequía, la salinidad, el calor o el trasplante. Cuando se aplican a través de bioestimulantes, los aminoácidos libres actúan directamente sobre el metabolismo vegetal, acelerando los procesos fisiológicos sin que la planta tenga que gastar energía en sintetizarlos por sí misma.

Aminoácidos para fortalecer las raíces

El sistema radicular es la base de toda planta: de él depende la absorción de agua y nutrientes, además del anclaje al suelo. Determinados aminoácidos favorecen la emisión de raíces nuevas, el engrosamiento de los pelos absorbentes y la tolerancia frente al estrés osmótico. Entre ellos destacan la glicina y el ácido glutámico, que mejoran la asimilación del nitrógeno y el transporte de micronutrientes; la prolina, esencial para proteger las raíces ante la sequía o la salinidad; y aminoácidos como la alanina, el ácido aspártico, la lisina o la metionina, que intervienen en la respiración celular y estimulan la lignificación y la producción de hormonas de crecimiento.

En muchos bioestimulantes, estos compuestos se combinan con auxinas naturales —como las derivadas de Ecklonia maxima— para potenciar la emisión de raíces secundarias y favorecer un desarrollo inicial vigoroso.

Aminoácidos que impulsan la parte aérea

Durante las etapas de crecimiento vegetativo y floración, la planta dirige su energía hacia la formación de hojas, flores y frutos. En esta fase, los aminoácidos que intervienen en los procesos hormonales y antioxidantes son especialmente importantes.

La arginina, por ejemplo, estimula el crecimiento de brotes y hojas; la fenilalanina y la tirosina participan en la síntesis de lignina, pigmentos y compuestos fenólicos; y el triptófano actúa como precursor del ácido indolacético (AIA), la principal auxina natural. También la cisteína, la serina y la treonina cumplen funciones clave, promoviendo la formación de enzimas antioxidantes y proteínas estructurales que refuerzan la fotosíntesis y la vitalidad de los tejidos.

Cuándo y cómo aplicar los aminoácidos

Las aplicaciones radiculares son especialmente eficaces en fases de trasplante, enraizamiento, inicio de cultivo o situaciones de estrés hídrico. En estos casos se suelen combinar con fertilizantes líquidos o bioestimulantes ricos en auxinas.

Por otro lado, las aplicaciones foliares resultan muy útiles durante periodos de rápido crecimiento, floración o recuperación postestrés. Favorecen la síntesis proteica y la regeneración de tejidos fotosintéticos dañados. Además, los aminoácidos mejoran la absorción de micronutrientes como hierro, zinc, manganeso o cobre, actuando como bioquelatantes naturales que facilitan su aprovechamiento por parte de la planta.

La eficacia de un producto con aminoácidos depende en gran medida de su método de obtención. Los producidos por hidrólisis enzimática contienen aminoácidos libres en forma L, biológicamente activos y de rápida absorción. En cambio, los obtenidos por hidrólisis ácida pueden incluir aminoácidos en forma D, no asimilables, con un valor biológico mucho menor. Por ello, elegir productos de calidad es fundamental para garantizar que la planta aproveche al máximo estos compuestos y se obtengan resultados consistentes.

Conclusión

Los aminoácidos son auténticos reguladores naturales del crecimiento vegetal. Aplicados correctamente, mejoran la vitalidad, el desarrollo y la resistencia de las plantas frente a condiciones adversas. En Fertihouse apostamos por bioestimulantes basados en extractos de algas y aminoácidos de alta pureza, formulados para actuar con precisión en cada etapa del cultivo y optimizar el potencial de las plantas de forma natural.

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