Los nutrientes no permanecen donde se absorben: viajan constantemente a través de la planta. Este movimiento interno determina dónde aparecen las carencias, cómo deben aplicarse los fertilizantes y qué tan eficiente será la nutrición.
Comprender cómo se mueven los elementos minerales y cómo se combinan los sistemas de transporte del xilema y el floema es clave para optimizar la fertilización y mantener la planta en equilibrio.

El transporte de nutrientes en la planta: xilema y floema

El xilema actúa como una autopista ascendente que lleva agua y sales minerales desde las raíces hasta las hojas. Su flujo es unidireccional, impulsado por la transpiración: cuando las hojas pierden agua, esta asciende por los vasos del xilema arrastrando los nutrientes disueltos.
Entre los elementos que se mueven principalmente por esta vía se encuentran el nitrógeno (N), calcio (Ca), magnesio (Mg), boro (B), manganeso (Mn), zinc (Zn), hierro (Fe) y cobre (Cu).
El calcio y el boro, sin embargo, tienen movilidad muy limitada dentro de la planta; una vez depositados en tejidos viejos, no se redistribuyen hacia los nuevos brotes. Por eso sus carencias suelen manifestarse en las zonas jóvenes: puntas blandas, necrosis apical o aborto floral.

El floema, en cambio, es la red que reparte los compuestos orgánicos generados por la fotosíntesis —azúcares, aminoácidos y hormonas— junto con algunos nutrientes minerales móviles. Su flujo es bidireccional, moviendo los fotoasimilados desde las hojas maduras, que actúan como zonas fuente, hacia los tejidos en crecimiento, conocidos como zonas sumidero.
Los elementos con alta movilidad en el floema son el nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio, molibdeno y cloro. Gracias a esta capacidad de redistribución, sus deficiencias se manifiestan antes en las hojas más viejas, de donde la planta los extrae para alimentar los órganos jóvenes.

Este sistema de transporte se basa en diferencias de presión osmótica: los azúcares se cargan en las hojas, lo que atrae agua del xilema y genera presión positiva que impulsa la savia hacia las zonas donde se necesita energía o nutrientes. Es un movimiento por presión positiva, complementario al del xilema, que funciona por tensión negativa debida a la transpiración.

Mecanismos internos de transporte

Dentro de los tejidos, los nutrientes pueden desplazarse por dos vías principales:

✅ El transporte apoplástico ocurre a través de los espacios intercelulares y las paredes celulares, sin atravesar membranas. Es un proceso pasivo, impulsado por gradientes de concentración y por la corriente de transpiración.

✅ El transporte simplástico, en cambio, se produce de célula a célula mediante los plasmodesmos, pequeños canales citoplasmáticos que permiten un control más fino sobre qué y cuándo se mueve cada sustancia.

Ambas vías se coordinan en la endodermis radicular, donde la banda de Caspary actúa como barrera selectiva que regula la entrada de sales minerales al xilema, garantizando que solo los iones necesarios accedan al flujo ascendente.

Movilidad de los nutrientes y su influencia en la fertilización

La movilidad de los nutrientes dentro de la planta condiciona directamente la forma de aplicarlos.

Los nutrientes móviles como N, P, K, Mg y Mo se redistribuyen con facilidad, por lo que pueden incorporarse mediante fertirrigación o como parte de una fertilización base.

Los de movilidad intermediaFe, Mn, Zn, Cu— requieren aplicaciones más localizadas, ya sea por vía radicular con quelatos estables o mediante tratamientos foliares.

Por último, los nutrientes inmóviles, como el calcio y el boro, necesitan un suministro continuo, sin interrupciones, a través del riego o de pulverizaciones periódicas.

Algunos ejemplos prácticos ayudan a entenderlo mejor:

✅ El calcio debe mantenerse constante en la solución nutritiva, ya que no puede moverse hacia los brotes nuevos.

✅ El hierro, para desplazarse de forma eficiente, debe aplicarse en forma quelatada (EDDHA o DTPA).

✅ El nitrógeno, al ser móvil, puede ajustarse de manera flexible por fertirrigación sin riesgo de deficiencias repentinas.

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En Fertihouse, las formulaciones se diseñan considerando tanto la movilidad como la compatibilidad iónica de cada elemento:

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Fertihouse Kelp: bioestimulante que mejora la absorción y el transporte de nutrientes.

Fertihouse Organium: fuente de aminoácidos y microelementos complejados que optimizan el movimiento interno y la recuperación postestrés.

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