Saber el pH real en la zona de las raíces es esencial para evitar bloqueos nutricionales y asegurar una correcta absorción de nutrientes. Aunque reguemos con una solución a pH 5,8, lo que ocurre dentro del sustrato puede ser muy diferente en función del tipo que usemos y de las interacciones con los fertilizantes.
En este artículo te explicamos cómo medir el pH efectivo del sustrato usando una técnica sencilla, fiable y económica: el método del exprimido tras saturación.

¿Por qué no basta con medir el pH del agua o el drenaje?
El pH de entrada (agua o solución nutritiva) no siempre refleja el pH real que se mantiene alrededor de las raíces. El drenaje puede estar influido por zonas del sustrato poco representativas o por la acumulación de sales en la base de la maceta. Además, algunos sustratos como la turba o el coco tienen capacidad tampón, es decir, modifican el pH de la solución que reciben, haciendo que el pH real varíe respecto al de riego.
Método del exprimido tras saturación
Material necesario
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Agua destilada o solución nutritiva.
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Gasa, tela limpia o filtro de café.
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Recipiente limpio.
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Jeringa grande, prensa manual o simplemente tus manos.
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Medidor de pH calibrado y en buen estado.
Pasos
1. Riega el recipiente que contiene el sustrato hasta saturarlo, asegurándote de que empiece a drenar.
2. Espera entre 15 y 30 minutos para que la solución se equilibre con el medio.
3. Toma una muestra del sustrato desde la zona media de la maceta (no de la superficie).
4. Envuelve el sustrato húmedo en una gasa o filtro de café y exprímelo para obtener el líquido.
5. Recoge el líquido en un vaso limpio y mide su pH inmediatamente.
💡 Consejo Fertihouse: Realiza siempre la medición en las mismas condiciones (hora, estado de humedad, tipo de agua) para poder comparar resultados entre semanas.
Interpretación según tipo de sustrato
Sustratos a base de fibra de coco
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Tendencia neutra o ligeramente ácida.
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Normalmente equilibran bien el pH sin ajustes frecuentes.
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Entrada de la solución nutritiva entre pH 5,2 y 5,6 deja el sustrato en pH 5,5 – 5,8, ideal para crecimiento.
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En floración conviene ajustar a pH 5,8 – 6,2.
Sustratos con turba rubia (>50%)
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Tienden a acidificar de forma notable.
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Su efecto tampón puede dejar el sustrato en pH demasiado bajo (<5,3).
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Se recomienda subir el pH de riego a 5,9 – 6,2 desde el inicio del cultivo.
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En floración, aún más importante: pH objetivo de entrada 6,0 – 6,3.
Conclusión
El método del exprimido tras saturación es una herramienta sencilla, precisa y asequible para conocer el verdadero pH que afecta a las raíces de tus cultivos. Aplicar esta técnica de forma periódica te permitirá:
✅ Detectar desequilibrios del sustrato antes de que afecten al desarrollo del cultivo.
✅ Ajustar el pH de riego o fertilización para mantener tus plantas en su rango óptimo.
✅ Evitar bloqueos nutricionales y mejorar la absorción de nutrientes.
En Fertihouse recomendamos combinar esta práctica con un buen plan de fertilización adaptado al tipo de sustrato y a la fase del cultivo. Si tienes dudas o necesitas asesoramiento personalizado, no dudes en contactarnos.