Raíces fuertes, plantas sanas: la clave está bajo tierra

Aunque no las vemos, las raíces son el verdadero motor de nuestras plantas. Desde el momento en que germina una semilla, comienza una carrera subterránea por el agua, los nutrientes y la estabilidad. Sin embargo, en muchos cultivos aún se comete el error de prestarles atención solo en las fases iniciales del desarrollo, para después abandonarlas justo cuando más se necesita su actividad. En Fertihouse lo sabemos bien: unas raíces sanas y activas durante todo el ciclo del cultivo marcan la diferencia entre un cultivo promedio y una producción sobresaliente.

La raíz: origen de la nutrición, la defensa y el equilibrio

Las raíces no solo sirven como anclaje físico al suelo: son órganos especializados en absorción, comunicación hormonal, defensa frente a patógenos y regulación del equilibrio hídrico. Cada estructura tiene una función específica dentro del sistema radicular. La raíz primaria, que emerge directamente de la semilla, da paso a raíces secundarias y terciarias que se ramifican para aumentar el alcance. Pero donde ocurre la verdadera magia es en los pelos absorbentes: pequeñas prolongaciones microscópicas que nacen en las zonas jóvenes de la raíz, especialmente en la zona pilífera, justo detrás de la punta de crecimiento.

Estos pelos, aunque efímeros y extremadamente sensibles al estrés, multiplican de forma exponencial la superficie de contacto con el suelo y son responsables de absorber la mayor parte del agua y los nutrientes que requiere la planta. De ahí que su presencia constante y renovación activa sea vital para mantener una nutrición equilibrada.

El problema es que, al llegar la floración o la fructificación, muchas veces se reduce o incluso se interrumpe el estímulo sobre las raíces. La planta redirige sus recursos hacia los órganos reproductivos, como flores y frutos, los cuales se convierten en sumideros de fotoasimilados. Esto deja a las raíces sin el soporte necesario para seguir creciendo o renovándose. En palabras de agricultores expertos del Campo de Cartagena y el sur de Alicante, “cuando las plantas empiezan a echar fruto, las raíces se mueren”. Y aunque no se trate de una muerte literal, sí hay una desaceleración evidente del desarrollo radicular que, si no se compensa, puede llevar al colapso fisiológico por desequilibrio entre la parte aérea y el sistema radicular.

Además, factores como el exceso de fertilización (que quema las puntas activas), la falta de oxígeno (por suelos compactados o encharcamiento), el uso exclusivo de bioestimulantes orientados a la floración o un manejo inadecuado del riego, afectan directamente la vitalidad del sistema radicular. La raíz no es un componente estático: necesita estímulos continuos y condiciones favorables para renovarse, expandirse y responder al estrés del entorno.

Pelos absorbentes

Pelos absorbentes

Mantener las raíces activas todo el ciclo: claves prácticas y beneficios concretos

Para sostener una raíz sana, activa y funcional desde la germinación hasta la cosecha, es necesario aplicar una estrategia continua y equilibrada. Esto implica no solo intervenir cuando ya aparecen los síntomas de bloqueo, sino trabajar de forma preventiva con cinco pilares básicos:

1. Oxigenación constante: Un suelo bien aireado es esencial. En hidroponía, es imprescindible ventilar la solución nutritiva o añadir productos oxigenantes. La falta de oxígeno colapsa el metabolismo radicular y favorece enfermedades.

2. Bioestimulación prolongada: No basta con aplicar estimulantes al inicio. El uso regular de extractos de algas como Ecklonia maxima y aminoácidos en dosis bajas promueve la formación de nuevas raíces finas y pelos absorbentes incluso en etapas avanzadas del cultivo.

3. Nutrición equilibrada en fósforo y calcio: Estos elementos no solo son fundamentales para el crecimiento inicial, sino también para la integridad de las membranas celulares y la renovación radicular. Deben mantenerse disponibles sin que otros cationes (como potasio o magnesio) los bloqueen.

4. Aporte adecuado de micronutrientes: Hierro, manganeso, zinc y cobre son esenciales para procesos enzimáticos dentro de las raíces. En muchas ocasiones se subestima su importancia en la floración, pero siguen siendo determinantes para evitar bloqueos nutricionales.

5. Microbiota activa en la rizosfera: La vida microbiana del suelo protege la raíz, solubiliza nutrientes y regula el ambiente radicular. Evitar fungicidas sistémicos innecesarios y mantener la CE bajo control son claves para preservar esta simbiosis.

Planta de Cananbis con 14 días

Planta de Cannabis con 14 días

Los beneficios de mantener este enfoque no tardan en reflejarse en el cultivo: mayor absorción de nutrientes, menor necesidad de tratamientos correctores, producción más estable bajo condiciones adversas, mejor calidad de fruto (mayor peso, sabor, aroma y firmeza) y mayor eficiencia en el uso del agua. Además, se reduce el riesgo de lixiviaciones contaminantes, mejorando la sostenibilidad de la práctica agrícola.

En Fertihouse las raíces nunca se abandonan

En Fertihouse hemos diseñado soluciones específicas para mantener las raíces en perfecto estado durante todo el ciclo, combinando bioestimulación, nutrición y protección microbiológica:

  • Fertihouse Kelp: Extracto puro de Ecklonia maxima, rico en fitohormonas naturales (auxinas y citoquininas) que estimulan la ramificación lateral y aumentan la masa radicular activa.

  • Organium: Complejo orgánico de aminoácidos, polisacáridos y materia orgánica que revitaliza la rizosfera, incluso bajo estrés o durante etapas reproductivas donde la raíz tiende a perder protagonismo.

  • Crecimiento Vegetativo & Floración: Nuestras soluciones nutricionales equilibradas, con fósforo, calcio y micronutrientes quelatados, están formuladas para mantener la salud radicular en cada etapa del desarrollo.

👉 Consulta nuestras guías de uso o escríbenos para ajustar tu programa de cultivo.

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