De entre todos los factores que influyen en el correcto manejo y desarrollo de un cultivo, y más especialmente en el caso que nos ocupa de cultivos en sustratos, el manejo del agua, riego (fertirrigación) es el más importante.

Si queremos conocer qué necesidades de riego tienen nuestras plantas deberemos de saber cuáles van a ser las pérdidas de agua que se van a producir y qué variables influyen en ellas:

GASTO DE AGUA = AGUA ABSORBIDA POR LA PLANTA + AGUA EVAPORADA + AGUA DE DRENAJE

  1. Agua absorbida por la planta. Es la suma del agua traspirada por la planta y el agua de constitución celular. La primera viene determinada básicamente por la radiación solar y la diferencia de presión de vapor (DPV) entre la superficie de la hoja y la atmósfera que está en contacto con ella; llega a valores del 95%. La segunda, aunque pueda parecer lo contrario, es solo entre un 3 y un 4% del total del agua absorbida.
  2. Agua evaporada. En nuestro caso y al tratarse de plantas confinadas en macetas o bolsas de plástico, esta componente no supone unas pérdidas significativas.
  3. Agua de drenaje. La cantidad de agua extra que deberemos añadir a nuestras plantas dependerá de la calidad de nuestras aguas y de la conductividad eléctrica que resulte de añadirle nuestro abono al agua. Dependerá de la tolerancia de nuestra planta a la salinidad, del ritmo de transpiración, del estado fenológico (más drenaje en plántula joven) en el que se encuentre nuestro cultivo y de la calidad del agua de riego.
 

CONDUCTIVIDAD ELÉCTRICA (dS/m)

Disolución de fertirrigación

1,6-2,0

2,0-2,5

2,5-3,0

3,0-3,5

>3,5

% de drenaje

10-20

20-30

30-40

40-70

>70

Objetivos del riego.

  1. Suministrar las cantidades correctas de agua fácilmente disponible.
  2. Suministrar las cantidades necesarias, y en un correcto equilibrio, de cada uno de los nutrientes necesarios (macronutrientes primarios, macronutrientes secundarios y micronutrientes).
  3. Mantener un adecuado nivel de oxigeno que permita una adecuada respiración de la raíz.
  4. Mantener una adecuada temperatura en el medio radicular.
  5. Homogeneizar los cuatro puntos anteriores en todo el volumen de nuestra maceta o saco de cultivo.

A partir de ahora cada vez que hagamos referencia al aporte de agua haremos mención al término fertirrigar, ya que en un cultivo en sustrato cada vez que aportemos agua aportaremos los nutrientes necesarios en la cantidad y proporción adecuada.

Parámetros a tener en cuenta a la hora de fertirrigar.

  1. Conductividad eléctrica. Como hemos visto antes, este término hace mención a la cantidad de sales disueltas en nuestra solución de fertirrigación. Para saber si estamos regando adecuadamente tomaremos por norma general que el agua de drenaje no puede salir del sustrato con un incremento de conductividad >1 con respecto a la conductividad de la solución con la que estamos regando, es decir, si nuestra solución de fertirriego que aportamos tiene una CE de 1,8 dS/m, el agua de drenaje no puede salir con más de 2,8 dS/m.

Podemos realizar el control poniendo debajo de alguna maceta representativa una bandeja de cultivo y recoger el agua de drenaje, medir el porcentaje que representa con respecto a la cantidad que entra, y medir la CE.

Si el agua sale con un incremento de CE<1 con respecto a la CE de la solución de entrada, significa que estamos drenando en exceso; si por el contrario el incremento de CE es >1 significa que estamos drenando menos cantidad de la que deberíamos.

En verano aumentará la CE (ya que es directamente proporcional a la temperatura) por lo que deberemos drenar más; en invierno disminuye la CE por lo que deberemos aportar más cantidad de abono.

  1. pH. Tenemos que tener en cuenta que el rango de pH en el que debe estar nuestro sustrato de cultivo tiene que ser entre 5,5 y 6,5 y para ello nuestra disolución de fertirrigación debe estar entre 5,0 y 6,0. Este rango nos garantiza una máxima absorción de nutrientes.

A lo largo del año se producirán variaciones en el pH de nuestro drenaje de la siguiente manera:

  • En periodos de crecimiento vegetativo el ión más absorbido será el anión nitrato (NO3) y como ya sabemos, cuando se absorbe un anión la planta cede un grupo OH con el consiguiente aumento de pH.
  • En periodos de floración y fructificación los iones más absorbidos serán los cationes y en especial el potasio (K+) con la consiguiente cesión al medio de protones (H+) y una bajada del pH.

Aumentos o descensos drásticos en el pH del drenaje pueden denotar algún problema con el sustrato.

  1. Oxigenación. La fertirrigación es la forma de aportar oxígeno a las raíces. Tengamos en cuenta que a medida que nuestro sustrato va descomponiéndose las partículas se hacen más pequeñas y la porosidad disminuye, con la consiguiente disminución de la capacidad de aireación normal de un sustrato que debe de estar entorno al 20-30%.

La oxigenación disminuye en verano ya que al aumentar la temperatura aumenta la velocidad de difusión del oxígeno del agua a la atmósfera.

  1. Disponibilidad de agua. No es recomendable que nuestras plantas absorban agua a altas tensiones. Definiremos dos conceptos que resumen la manera adecuada en la que debemos aplicar agua a nuestras macetas: dotación de riego (cuanta disolución de fertirrigación aplicar cada vez que reguemos) y frecuencia de riego (cuantas veces aplicar la dotación de riego en un periodo de tiempo determinado, por ejemplo, una semana).
  • Dotación de riego: es el volumen de disolución (litros o mililitros) que aplicaremos a nuestra maceta cada vez que reguemos. Dependerá del volumen de nuestra maceta, de la capacidad de retención de agua de nuestro sustrato y del drenaje que queramos obtener en función de la CE de nuestra disolución de fertirrigación, que a su vez viene determinada por la calidad de nuestra agua.
  • Frecuencia de riego: numero de veces que aplicamos nuestra dotación de riego en un periodo de tiempo determinado; en nuestro caso puede ser una semana.

Como norma general no debemos dejar agotar en exceso el agua de nuestro sustrato, sobre todo en plantas en floración y fructificación. En plántulas jóvenes podemos dejar que se agote más y así forzar a la raíz a explorar mayor volumen de sustrato y conseguir un correcto enraizamiento de nuestras plántulas jóvenes.

Cuando debamos aumentar el aporte de agua a nuestras plantas no lo haremos aumentando la dotación (cantidad) de riego por que recordemos que estaba calculada en función de la capacidad de retención de agua de nuestro sustrato (que es la que es y no va a aumentar) y de la CE que deseamos en nuestro drenaje; lo haremos aumentando el número de riegos semanales. Igualmente, si llegado la época fría tenemos que disminuir el aporte de agua no lo haremos disminuyendo la dotación si no la frecuencia, es decir, el número de riegos.

  1. Temperatura. No debemos aplicar nuestra disolución de fertirrigación a nuestras plantas ni a una temperatura muy baja ni muy alta. Como regla general regaremos a medio día en la época de frío y dos horas después de la salida del sol o dos horas antes de la puesta, en la época calurosa.

Métodos de controlar el aporte de la fertirrigación.

A nivel de agricultura intensiva existen diferentes métodos de control del riego:

  1. Asociados a la planta; control del diámetro del tallo, control del ritmo de traspiración.
  2. Asociados al clima; medida de la radiación solar, DPV.
  3. Asociados al sustrato; control de la ce y % del drenaje, métodos de pesaje, etc.

Nosotros vamos a aplicar una metodología que tendrá en cuenta:

  • Las características de nuestro contenedor o maceta (volumen y material con el que está fabricado).
  • Las características de nuestro sustrato (agua totalmente disponible ATD).
  • Características de nuestra solución de fertirrigación (pH y CE).

Os voy a mostrar un ejemplo de un riego en una maceta de turba rubia con un volumen de 5 litros:

DOTACIÓN DE RIEGO: VOLUMEN DE AGUA ABSORBIDO POR LA PLANTA + DRENAJE

Volumen de nuestra maceta = 5 Litros

ATD de la turba rubia = 30% =5 x 0,3 = 1,5 litros

Volumen requerido de drenaje: 20%

Dotación de riego: 1,5/0,8 = 1,87 litros

Nuestra dotación de riego (cantidad de solución a aplicar cada vez que reguemos) es de 1,87 litros; con esta dotación deberemos obtener en nuestra bandeja un sobrante de agua de 370 ml aproximadamente. Cuantas veces debemos aplicar la dotación de riego semanalmente será cuestión de observar nosotros nuestro cultivo y de lo que queramos agotar las reservas de agua de nuestro sustrato. Normalmente una apreciación visual de la superficie de nuestra maceta nos dará una orientación de cuantas veces regar semanalmente.

También controlaremos la cantidad de drenaje; si entre riegos sale menor cantidad de drenaje que la deseada significará que estamos dejando que se agote mucho el agua retenida en el sustrato por lo que deberemos aumentar nuestra frecuencia de riegos (número de riegos semanales). Si por el contrario el drenaje es superior al calculado estamos regando antes de tiempo y deberemos disminuir nuestra frecuencia de riegos.

Acordaros siempre que para aumentar o disminuir la aportación de riego a nuestras plantas nunca deberemos cambiar la dotación de riego sino la frecuencia con la que aplicamos este semanalmente.

Si usamos mezclas de sustratos calcularemos la ATD en función del porcentaje de cada sustrato en la mezcla; por ejemplo, para una mezcla de turba rubia al 50%, fibra de coco al 25% y perlita al 25% calcularemos nuestra ATD de la siguiente manera:

ATD turba rubia: 30%

ATD fibra de coco: 27%

ATD perlita: 32%

ATD de la mezcla: 0,5*0,3 + 0,25*0,27 + 0,25*0,32 = 29%

En resumidas cuentas, podemos establecer unas ciertas normas básicas para manejar el riego en nuestras macetas:

  1. Calcularemos nuestra dotación de riego en función del ATD de nuestro sustrato y del % de drenaje que queramos obtener.
  2. El % de drenaje se establece en función de la conductividad eléctrica de nuestra solución de fertirrigación; a más CE mayor % de drenaje.
  3. Si la cantidad de nuestro drenaje es inferior a la calculada, estamos dejando que se agote demasiado el agua fácilmente disponible, con el consiguiente sobresfuerzo para nuestras plantas a la hora de absorber el agua; si por el contrario es excesivo, estamos regando antes de tiempo.
  4. La conductividad eléctrica de nuestro drenaje no deberá superar en una unidad a la CE de la solución de fertirrigación que estemos aplicando, teniendo en cuenta que:
  • En verano la CE tiende a subir y en invierno a bajar.
  • Cuando nuestras plantas están en floración o fructificación la CE bajará.

Solo deberemos preocuparnos con subidas o bajadas drásticas.

  1. El pH de nuestro drenaje debe estar entre 5,5-7 teniendo en cuenta que:
  • En periodos de crecimiento vegetativo el pH subirá y en periodos de floración y fructificación bajará.
  • En invierno el pH subirá ligeramente al bajar las temperaturas y en verano bajará.

Al igual que con la conductividad eléctrica, solo deberemos preocuparnos con subidas o bajadas drásticas.

  1. Si tenemos que subir o bajar el aporte de fertirriego no tocaremos la dotación calculada para nuestra maceta, sino que aumentaremos el número de riegos semanales.
  2. Si tenemos nuestras macetas donde pueda caerles el agua de lluvia, siempre que llueva tendremos en cuenta este aporte; normalmente es agua sin conductividad eléctrica.