Asociar cultivos en el huerto.

“El hombre de hoy usa y abusa de la naturaleza como si hubiera de ser el último inquilino de este desgraciado planeta, como si detrás de él no se anunciara un futuro”

D. Miguel Delibes Setién.

(Valladolid, 17 de octubre de 1920 – Valladolid, 12 de marzo de 2010).

Basta con dar una vuelta por las principales zonas agrícolas para apreciar como el monocultivo se ha hecho dueño del paisaje rural. Debido a que cada especie requiere un tipo de mecanización y laboreo, así como un tipo en concreto de insecticida o fungicida. La agricultura moderna tiene el difícil reto de suministrar alimento a una humanidad en crecimiento exponencial y el monocultivo es consecuencia de esto. Pero nosotros tenemos la posibilidad de hacer lo que hacían nuestros abuelos, que en un paño de suelo ponían los cultivos necesarios para abastecer a la familia. Así es como nació la agricultura en los albores de la humanidad.

Como diría Don Miguel, “la tierra está herida”.

1.-El modelo insostenible.

2.-Las ventajas de asociar cultivos.

3.-Las familias botánicas más comunes.

4.-Las asociaciones de hortalizas más favorables.

5.-Ejemplo de parterre.

1.-El modelo insostenible.

No es más que uno de los múltiples efectos del modelo económico de la globalización; se producen alimentos que se consumen a miles de kilómetros de distancia lo que deja una huella de carbono desproporcionada. Pero esto no pasa solo con los productos agrícolas; lo encontramos en cualquier bien de consumo. Lo dañino que es este modelo es más apreciable cuanto mayor es la superficie dedicada al monocultivo; cada vez los requerimientos de abonados minerales, fungicidas e insecticidas de síntesis química son mayores con el consiguiente riesgo tanto para el medio ambiente como para el consumo humano. El modelo de huerto que proponemos en este artículo es un modo de cultivo barato, sencillo y sostenible. No todo el mundo tenemos acceso a un trozo de tierra de 50, 100 o 500 m2, pero con un poco de ingenio y conocimientos podemos cultivar nuestras hortalizas en cualquier lugar por urbanizado que esté.

2.-Asociar cultivos, ventajas:

  1. Aprovechamiento de la radiación solar. Como ya sabemos las plantas necesitan de la radiación solar para transformar los nutrientes que toman del suelo y el CO2 que captan de la atmósfera en azúcares e hidratos de carbono; el objetivo de nuestro huerto debe ser cubrir la mayor parte de la superficie con masa vegetal de manera que aprovechemos al máximo la energía del astro rey, excepto a la salida del invierno momento que aprovecharemos para calentar el suelo. Asociar varias especies de plantas con distintas velocidades de crecimiento es la mejor forma de aproximarnos a este objetivo.
  2. Aprovechamiento de los nutrientes. Las distintas especies de plantas tienen sistemas radiculares distintos:
    1. Sistema radicular pivotante: está formado por una raíz principal de la que salen otras secundarias más delgadas.
    2. Fasciculada. No presenta una raíz principal y todas tienen más o menos el mismo grosor.
    3. Napiforme. La raíz principal es muy gruesa ya que acumula sustancias de reserva.
    4. Ramificadas. Nos recuerdan a las ramas de un árbol.
    5. Tuberosas. Raíces fasciculadas en las que se producen engrosamientos por acumulación de sustancias de reserva.
Asociar distintas plantas radiculares es positivo
Asociar distintas plantas radiculares es positivo

Asociar plantas con distintos sistemas radiculares favorece el aprovechamiento de los nutrientes.

  1. Plagas y enfermedades. Este es el principal objetivo: la biodiversidad reduce la presencia de insectos y hongos patógenos. La Albahaca, el ajo y la cebolla son ejemplos de plantas que cuidan de las otras plantas asociadas a ellas.
  2. Captación de nitrógeno. Una leguminosa incrementa el contenido en nitrógeno del suelo. La fijación de nitrógeno por parte de bacterias tiene notable importancia ambiental relacionada con el mundo agrario. Los géneros de bacterias Rhizobium y Bradyrhizobium, integrantes de la microbiota autóctona del suelo, provocan la formación de abultamiento en las raíces de las leguminosas. La relación que se produce entre la bacteria y la planta es simbiótica, es decir, ambos individuos se ayudan y benefician mutuamente. Las bacterias fijan el nitrógeno atmosférico y lo incorporan a la base proteica del vegetal. Por el contrario, este último da cobijo y ambiente propicio para el correcto desarrollo del microorganismo en su interior. Una vez mueren las raíces de las leguminosas el nitrógeno queda incorporado al suelo.

3.-Las familias botánicas más comunes.

Para saber lo que podemos y no podemos asociar vamos a conocer las principales familias de plantas.

  1. Aizoaceae. Aquí tenemos a la espinaca de Nueva Zelanda. Es una planta carnosa de sabor un poco más fuerte que nuestra espinaca, pero con las mismas propiedades.
  2. Apiaceae. Esta es la familia del hinojo, eneldo, apio, perejil y zanahoria.
  3. Asteraceae. Es uno de los grupos más numerosos; alcachofa, lechuga, escarola, diente de león, girasol, cerraja o achicoria.
  4. Brasicaceae. Estas son las principales verduras de invierno: brócoli, coliflores, mostaza, berros, rábano y rúcula.
  5. Quenopodiaceae. Acelgas, espinacas y remolacha.
  6. Cucurbitaceae. Pepino, melón, sandía, calabacín, calabaza.
  7. Fabaceae. Son las leguminosas: haba, judía, lenteja, guisante y trébol.
  8. Liliaceae. Ajo, cebolla, cebollino, puerro, chalota y espárrago.
  9. Poaceae. También conocidas por gramíneas: trigo, cebada, avena, centeno, sorgo, maíz, etc.
  10. Rosaceae. Fresa, zarzamora y frambuesa.
  11. Solanaceae. Pimiento, tomate, berenjena y patata.

4.-Las asociaciones de hortalizas más favorables.

Ya solo nos queda elegir la parte de huerto a cultivar. Acordados de que siempre es más favorable para las plantas orientar las líneas de cultivo de norte a sur para favorecer la entrada de los rayos del sol.

  1. Guisantes, lechuga, puerros, zanahorias y rábanos. Pondremos una línea de cada especie separadas unas de otras unos 25-30 cm. Esta es una asociación de plantas con sistema radicular profundo y superficial. El guisante nos hará de fijador de nitrógeno atmosférico. Es un ciclo de otoño o primavera, que podremos plantar en septiembre y nos durará hasta diciembre o en marzo y llegará hasta junio.
  2. Acelga, cebolla, remolacha y rúcula. Separaremos las líneas entre 30 y 35 cm y podremos hacer el ciclo de otoño o de primavera.
  3. Pepinos, tomates y pimientos. Separaremos las líneas alrededor de 70-80 cm y la fecha de plantación será en abril-mayo llegando las plantas en producción hasta septiembre.
  4. Coliflor, hinojo y puerro. Separaremos las líneas unos 30 cm y la fecha de siembra será abril-mayo.
  5. Apio y coles. Separaremos las líneas de las distintas plantas unos 25-35 cm y podemos hacer el ciclo de otoño o el de primavera.
  6. Fresas y rábanos. Separaremos las líneas de las plantas unos 40 cm y las plantaremos en marzo.
  7. Espinaca, escarola y canónigos. La distancia entre líneas será de 25 cm y podremos hacer los dos ciclos.
  8. Lechuga romana, cebolla, canónigos y rábanos. Distancia entre líneas 25-30 cm y ciclo de otoño.

5.-Ejemplo de parterre.

Asociación de un parterre
Asociación de un parterre

Aquí os propongo un parterre de huerto de una superficie de 5 m2 con un pasillo central para poder acceder y realizar nuestras labores y líneas de cultivo separadas 30 cm. Si tenéis más superficie solo tenéis que repetir el modelo.

 Parterre de cultivo de 10 m2
Parterre de cultivo de 10 m2
 Parterre de cultivo de 20 m2
Parterre de cultivo de 20 m2